Miré al chico que tenía delante, era castaño, con algunas mechas tirando a rubio; tenía un poco de barba un tanto poblada y de ojos verdes; la verdad es que era guapo no se podía negar y dado que él me miro de arriba a bajo, yo también le devolví la mirada, fijándome que iba de lo mas casual con unos vaqueros claros, una camiseta azul y unas zapatillas.
-Hola- me saludó.
-Hola, eh... ¿está David? hemos quedado para terminar un trabajo de clase-le digo, con una pequeña sonrisa de medio lado, un tanto incómoda porque no para de mirarme fijamente.
-Si claro, pasa- me dice, abriéndome la puerta más para hacerme pasar a la casa.
-Gracias- le digo casi en un susurro.
Porque como ya había dicho en un principio, a veces me corto un poco a la hora de hablar con gente que no conozco de nada y más si son chicos.
-¡¡Daaviiidd!!-le grita el chico que me ha recibido, dando un mini brinco en el sitio porque no me esperaba para nada que de repente fuera a hacerlo tan cerca de mi, dejándome medio sorda. Entonces este se marcha sin decir nada más, yéndose de camino a la cocina y dejándome sola en la entrada del salón. A los pocos segundos aparece por el pasillo de la izquierda David, respondiendo al otro chico que le había llamado:
-¡¿Que paasaa?!- dice, pareciendo un poco molesto, en cuanto me ve, cambia de cara haciendo una sonrisa en mi dirección y pareciendo un poco avergonzado a la vez.
<Que rarito es este chico a veces enserio, parece que se pone un poco rojo cuando me ve; joder encima va muy guapo hoy con una camiseta de tirantes blanca de lo más sencilla, haciéndosele notar más los músculos de sus brazos, que me encantan, con unos vaqueros oscuros que le cuelgan de las caderas un poco bajo donde casi puedo notar la cinta elástica de sus boxers, unas zapatillas normales pero con esa barba de tres días que me vuelve loca cada vez que le miro y el mismo peinado de siempre con los lados un poco rapados y el pelo del centro echado hacia un lado, un poco a lo Justin Timberlake; joder ahora parece que la que se pone un poco roja soy yo, tengo que controlar mis hormonas> pienso en cuanto le veo.
-Ah, hola Eli, perdona no sabía que eras tú- me dice, dirigiéndose a mí.
-No pasa nada, hola- le saludo y automáticamente se me dibuja una sonrisa en la cara.
Este se inclina un poco, para darme un suave beso en la comisura de la boca. Porque aunque yo mida 1,70 cm, me sigue sacando casi media cabeza, entonces se aleja un poco mirándome a los ojos y me dice:
-Ven pasa; yo voy un momento a cambiarme, tú ponte cómoda- me dice, guiándome a la habitación donde estuvimos la otra vez haciendo el trabajo.
-Vale-
Me siento en una de las sillas que están al frente del escritorio del ordenador y pienso que tal vez esté como muy fría con David y debería intentar relajarme un poco más, es solo que a veces mi mente se bloquea y no se como actuar, sin embargo, cuando me habla parece ser siempre muy sincero en como me dice las cosas, así que, me relajaré un tanto y confiaré en él, porque cuando le dije de ir más despacio, no es porque no esté segura de lo que sienta por él, sino por que no quiero que a la final me haga daño, es un pensamiento muy negativo pero no puedo evitarlo a veces.
-Ya estoy- dice, entrando a la habitación ahora con una camiseta de manga corta.
<Vaya, me gustaba mas como estaba antes, joder Eli, no pienses en eso ahora> me regaño a mi misma.
Le sonrío, porque igualmente va muy guapo, mientras se sienta a mi lado y le digo:
-Buenos vamos a seguir, que sino no nos da tiempo a terminarlo-
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No siempre fue Amor
Fiksi RemajaElizabeth era una chica un poco tímida pero también atrevida algunas veces, intentaba ser siempre sincera con todo aquel que la rodeaba, se podía decir que muchas veces era alocada y se hacía la fuerte, pero a la vez, le daba miedo muchas cosas, sob...