Ian me había escuchado toda la noche. Pero ya no desde mi camioneta, sino que habíamos subido en silencio a mi habitación.
- Alguien que hace eso no merece que estés así por él, Em.
- ¿Así cómo? – pregunté después de haber terminado de atarme el pelo.
- Así de triste, nerviosa, malhumorada...
- ¿Me veo así? – pregunté asombrada. Su comentario hizo que me sienta triste.
- Ahora te ves triste. Quizás recordar todo eso te ha hecho mal – tenía la mirada muy profunda –, y ha sido mi culpa.
- No, no lo ha sido. Tú no tienes nada que ver con todo esto... ¿Sabes lo que sentí en ese momento? – negó con la cabeza –. Sentí que jamás en la vida podía volver a confiar en alguien. Jamás podría encontrar a alguien que me ame realmente, que tome en serio el concepto de fidelidad. Estoy condenada a estar sola para toda la vida, Ian. Siento que me han arrancado el corazón. Que él ha arrancado mi corazón. Al día siguiente de todo eso, él vino hasta mi casa a pedirme perdón. ¡Se dignó a pedirme perdón!California, 2011:
No entendía cómo podría darle la cara para tocar el timbre de mi casa y tener la intención de hablar conmigo. Ya no importaban las palabras que pudieran salir de su boca. No había excusas para calmar el dolor que sentía por dentro.- Por favor, Emily. Necesitamos hablar. Yo sé que tú estás mal, realmente me siento la peor persona. Sé que piensas que soy una porquería y que no he cumplido con lo que te juré. Sé que te fallé, te fui infiel y no valoré lo hermosa persona que eres, pero necesito una segunda oportunidad. Sabes que no puedo vivir sin ti. Sabes que te amo a pesar de todo... Perdóname, Em.
Rosewood, 2013:
- No recuerdo qué fue lo que le contesté. A pesar de todas esas palabras hermosas que me había dicho, había sacado lo peor de mí... – Ian me miraba con atención. Parecía no querer perderse ni uno de los gestos que hacía y ni una de las palabras que decía –. Ahora cuéntame de ti.
- ¿Qué quieres que te cuente? Me ha pasado algo casi parecido a lo que te ha pasado a ti. Pero a la vez fue distinto. Katherine. Katherine Pierce jugó con mis sentimientos y con los sentimientos de mi primo, Damon Salvatore – hizo una pausa, parecía estar recordando algo –. Ella era hermosa, era como un ángel. Era educada, aplicada; en fin, era casi perfecta – no entendí a qué se refería con casi perfecta –. Había perdido a sus padres en un incendio, cerca de mi pueblo, Mystic Falls. Su casa ardió en llamas después de que ella se había ido de viaje. No se supo quién fue ni por qué. Pero decidimos albergarla en nuestra casa, era enorme y tenía varias habitaciones. En ese momento, Jasper y Rosalie todavía no habían llegado a nuestra familia. Nosotros somos adoptados, ¿sabes? – asentí –. Emmett es el único que tiene relación con mi padre, Carlisle. Es una especie de sobrino muy lejano. Katherine era extraordinaria, pero a la vez era fría y malvada. No sentía nada por nadie. Nunca me quiso y a Damon tampoco. Pero nosotros la amábamos, con locura. Hasta que un día ella desapareció. Y Damon, perdido en su locura, juró no parar hasta encontrarla y cuando lo haga dijo que se iba a vengar de mí – dijo sonriendo.
- Qué idiota esa Katherine.
- Qué idiota ese Harry.Los dos nos miramos a los ojos fijamente y sonreímos. Vi como su mirada bajaba hasta mis labios y volvía a mis ojos. Sentí la necesidad de besarlo, de probar sus labios, de sentir su respiración cerca de la mía.
Él empezó a acercarse a mí, yo empecé a acercarme a él. Estábamos a menos de dos centímetros, nuestras respiraciones se cruzaban y podía sentir lo helado que estaba.
De pronto, él se separó bruscamente de mí y se levantó de la cama donde estábamos sentados.
- Perdón, Emily. Yo...
- No me pidas perdón – dije tratando de esconder la tristeza que sentía por dentro en una falsa sonrisa.
- Creo que es tarde, te veré mañana en la escuela ¿sí?
- Claro – bajamos otra vez en silencio y llegamos al porche de mi casa sin decir nada – Bueno, adiós – dije tratando de sonreír.
- Em, ¿estás enojada? – dijo a mitad de camino.
- ¿Enojada por qué? – estaba furiosa, triste, envuelta en rabia y decepción.
- Por... por nada. Nos veremos, adiós.Vi alejarse su flamante auto por la carretera antes de volver a mi habitación y encerrarme a hacer algo que me impida llorar. Pero ya era tarde, unas lágrimas recorrieron mis mejillas antes que pueda refugiarme en mi habitación. Tengo que admitir que recordar todo lo vivido con Harry me ha hecho sentir cosas que creía olvidadas. Pero lo que pasó luego, fue lo que más me dolió.
¿Qué más puedes hacer Emily? Ya no hay más nada que hacer. Si hubiera querido, lo hubiera hecho. ¡Qué ilusa eres! ¡Qué idiota eres! Sabías bien que esto iba a pasar. No puedes sentirte así, no debes sentirte así, no tienes que sentirte así. Emily no lo hagas.
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La oveja y el león
FanfictionNo hay cuerpo ni alma que aguante "para siempre", dijo Emily, sin saber que su "para siempre" sería real.