—Alguien te busca, Todd—pronunció Nicholas entrando en la cocina. Escuché como se acercaba por el rechinido en el suelo de madera, y se posicionaba a mi lado—.Todd, te buscan—pestañeé varias veces, y ésta vez me concentré en el. Llevaba su piyama habitual color marrón, y me observaba con curiosidad.
—Está bien—salí, sin pensarlo.
De seguro era Simon.
Pero al llegar a la puerta, me encontré con la persona que menos esperaba.
—Eleanor—susurré, al observar como mi prima, sonreía en el umbral de la puerta, junto a una maleta.
—Hola, primito—contestó sonriendo. Cerró el paraguas, y después de sacudir sus botas en los escalones de la entrada, pasó, y dejó un beso en mi mejilla. Su cabello castaño estaba sujeto en una coleta alta, y extrañado, me volví hacia ella.
—¿Qué haces aquí?—interrogué, mientras Eleanor se sentaba en el sofá. La seguridad que llevaba consigo, era característico de ella.
—Pues he venido de visita, Todd. ¿A qué más sino?
—¿Otra vez te has peleado con él?—dijo Nicholas entrando en la sala, con dos tazas humeantes. Se acercó a nuestra prima, y ella gustosa, aceptó de inmediato la taza.
—¿Donde está el tío Charles?—preguntó, encendiendo el televisor, y después de sacarse sus botas mojadas por la lluvia, y dejarlas en el suelo, se acostó totalmente en el sofá.
—Papá salió a hacer las compras—contestó mi hermano, mientras tomaba lugar en la alfombra. Como siempre prefería sentarse allí.
—¿Viniste sin avisarle?—pregunté, suspirando, y pasando una mano, por mi cabello oscuro. Me acerqué a la puerta, y antes de cerrarla, y sumergirme en el calor de la casa, asomé la cabeza, y permití que unas cuantas gotas, cayeran en mi rostro.
Escuché como continuaban conversando, mientras cerraba los ojos, y dejaba que las gotas se deslizaran por absolutamente todo mi rostro. Desde la frente, hasta la barbilla. Fue entonces, cuando abrí los ojos, que me percaté que en la calle de enfrente yacía arrodillado Simon.
Cuando estuve a punto de gritarle sobre que hacia en mitad de la lluvia, sin paraguas, y su habitual ropa rosa, para nada abrigada, me detuve, al notar como la bolsa de papel se mojaba, y se adhería a su rostro.
Rostro que desconocía.
Y entonces, se puso de pie, y observé como llevaba entre sus brazos, un pequeño gato color gris.
Sin siquiera percatarse de mi mirada, se dio vuelta, y entró en una casa pintada de blanco, que estaba rodeada por rejas negras. Protegiendo la casa.
—¿Quién es?—preguntó Eleanor, observando curiosa al chico de rosa, quién cerraba la puerta con absoluta calma.
¿Simon no nos había visto?
Sentí un leve golpe en mi hombro, e instintivamente, comencé a sobar aquella zona, mientras mi prima, volvía hacia el interior de la casa.
Cerré la puerta, mientras negaba con la cabeza, pensando en su estado.
De seguro iba a enfermarse.
—Ese chico si que va a enfermarse—comentó Eleanor, con una sonrisa divertida—.¿Lo conocen?
—Es el amigo de Todd— respondió mi hermano, sin inmutarse.
Mi prima, como una reacción instantánea, se giró sobre los talones, y rápido caminó hacia mi.
—¿En serio? ¿Es tu amigo?—su boca ligeramente abierta, y la sonrisa que ocupó todo su rostro, me hizo suspirar, y caminar de nuevo hacia la cocina, con una chica castaña siguiéndome—.Ey, Todd. ¿En serio es tu amigo?
—¿Y eso qué?—contesté tajante, mientras abría el frasco de galletas, y me llevaba una a la boca.
—Me alegra que pudieras hacer un amigo.
Su expresión serena, observaba las gotas que impactaban contra el vidrio de la ventana, mientras se inclinaba sobre la pileta. A los segundos, el sonido de arcadas forzadas, invadieron la cocina.
Cuando estaba por comer la sexta galleta, negué, y me acerqué a Eleanor, quién ahora se limpiaba con agua el rostro.
—No hagas eso.
—No puedo evitarlo. Él...—rodee con mis brazos su torso, y apoyé mi cabeza en su espalda—.Siempre me hace daño...¿De verdad puedo quedarme con ustedes?
—Siempre eres bienvenida, Eleanor—sujetó mis manos con fuerza mientras las lágrimas continuaban.
Y así lo hicieron hasta que papá volvió a casa, y conversó con ella.
Eleanor lucía rota.
Eleanor estaba rota.
Canción en multimedia: Yeah yeah yeahs - Runaway
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¿Ya soy bonito? (BL)
Short StoryTodd es el que a diario tiene que sacar la basura. Solo que un día, se encuentra con un chico, vestido totalmente de rosa, y con una bolsa de papel en la cabeza. ¿Qué puede haber de raro en algo así? Todd es un chico malhumorado, y con sobrepe...