Fourty one - Orion

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En multimedia: Kenshi Yonezu - Orion 


Mis oídos captaron el sonido de un par de pisadas acercandose con lentitud. Tomó lugar a un lado, manteniendo el silencio entre nosotros.

Mis ojos se dirigieron hacia la persona sentada a mi lado, y una sensación de paz invadió mi pecho al contemplar aquella imagen.

Simon se encontraba acariciando a Todd Jr, mientras tarareaba una suave melodía. Al pronunciar su nombre, rodeó con más fuerza al animal.

—Hola—recostó su cabeza sobre mi hombro, y desde allí me observó con sus verdes ojos.

Timidamente busqué a tientas su mano, y la rodeé con la mía, siendo conciente de la semejante diferencia entre ambas.

Para mi alivio y sorpresa, ésta vez su mano era cálida.

Y los detalles rosa sobre su ropa comenzaban a emerger nuevamente.

—Me encanta, realmente me encanta verte de rosa.

Cerró sus ojos, y con ligereza agradeció mi cumplido. Un instante después, su cuerpo se separó de mí, y sus ojos se enfocaron en el cielo completamente despejado, sin un rastro de nube en ella, y reflejando su auténtico color celeste. Pensé en la pureza que transmitía.

Lo que no esperaba era que Simon se pusiera de pie de un rápido salto, sobresaltándome a mí, y a junior. De manera tierna, giró sobre sí mismo, y quedó posicionado frente a mí, extendiendo sus manos. Más allá, observé como el gato se recostaba, ignorando la acción de su pequeño dueño.

Mantuve mi boca entreabierta, mientras aceptaba su ayuda.

—¿Que sucede?—me atreví a formular con extrañeza.

Su rostro se aproximó a escasos centimetros del mío, y entonces susurró.

Como si aquel fuera un secreto entre nosotros.

Debo recalcar que su cercanía ya no me incomodaba tanto como antes.

—¿Puedes oírlo?

Cuando negué con mi cabeza, tomó mis dos manos, y las entrelazó con las suyas como gesto cariñoso.

—El sonido de las aves.

Al parecer fue conciente de mi confusión porque recibí un resoplido de su parte.

—Se acerca una bandada. Creo que lloverá pronto. Es una lástima.

Por alguna razón ante sus palabras, no pude evitar reírme estruendosamente. Cuando logré calmarme, noté que tanto Simon como junior me observaban expectantes.

Con una sonrisa decidí responder.

—Es solo que... no esperaba en absoluto que dijeras algo así. Cuando te levantaste de esa manera, creí que querrías ir a algún lugar. Aunque esto me deja en claro que eres bastante observador.

Ésta vez fue él quien rio.

—Entonces... ¿Que te parece si vamos a comprar un par de helados antes de que llegue esa lluvia?—sugerí con cierta verguenza.

—¡Si!—exclamó, comenzando a caminar llevando a junior en brazos.

Y creo necesario, también mencionar que nuestras manos se mantuvieron entrelazadas durante la mayor parte del tiempo.

—Deberíamos comprar otro par más—mencionó Simon.

—Ah, tienes razón. Si llegamos a casa sin helados para ellos, Nicho y Joseph se molestarán. Aunque creo que también deberíamos decirles de tu habilidad como observador.

Simon soltó mi mano un segundo, y negó con su cabeza varias veces.

—Es vergonzoso. Promete que no se lo dirás a nadie más.

Sonreí en su dirección, y asentí con mi cabeza.

Simon era tan tierno.

—Lo prometo.

Nuestras manos se unieron de nuevo, y continuamos nuestro camino.




Los amo<3. Gracias por esperarme. 

¿Ya soy bonito? (BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora