Thirty two - Calling me

4.4K 816 506
                                    

En multimedia: Aquilo - Calling me


A la mañana siguiente, cuando me decidí a abrir mis ojos, y sentarme en el borde de la cama, recordé las palabras que había dirigido a Simon.

"La próxima vez que nos veamos necesito que escuches algo importante."

Aquella sería la primera vez que hablaría con alguien sobre ella.

Sobre lo que era, y continuaba significando para mí.

Suspirando me puse de pie, y rebusqué lentamente en mi armario las prendas que llevaría ese día. Una vez me cambié, abrí la puerta, y escuché las sonoras risas de mi hermano y mi prima provenientes de la cocina. Solo unos cuantos pasos hicieron falta para que llegara, y tomara asiento junto a mi familia.

Como era habitual, mi papá bebía café de su taza favorita, Nicholas introducía en su boca grandes bocados de cereales de colores, y Eleanor tomaba té a mi lado.

Ese día nada era diferente.

Y aun así, podía percibir la ligera calma que rodeaba a cada uno de ellos.

Incluso a mí.

¿Por qué no tenía miedo?

Me sentía extrañado.

Mi papá elevó sus ojos hacia mí, y asintió con la cabeza.

—Buenos días, Todd.

—Buenas—murmuré con una pequeña sonrisa, mientras observaba el tazón de avena que desayunaría antes de ir a la escuela.

Una parte de mi esperaba ansioso que la primera persona que viera en la escuela ese día, fuera Joseph. Y que, en cuanto estuviéramos juntos, la primera cosa que él decidiera hacer fuera contar alguno de sus chistes sin sentido como todos los días.

Porque nada era diferente este día.

Y mientras subía al auto en compañía de mi mochila, en mi cabeza, solo podía repetirme múltiples veces que todo saldría bien.

Y que... sobre todo, no tendría miedo.

(***)


— ¿Y bien? ¿Vas a decirme?

Joseph se inclinó hacia delante, y sonrió, recostando su cabeza en su brazo flexionado.

— ¿Qué se supone debo decirte? —respondí, repitiendo su acción.

— ¡Ey!—golpeó mi pierna bromeando—.Te conozco lo suficiente como para darme cuenta que hay algo en tu cabeza desde la mañana, Todd.

Debió observar mi expresión confusa porque rodó los ojos, y continuó.

—Como por ejemplo, está el hecho de que en ocasiones arrugas tu entrecejo sin motivo, o sonríes solo. Entonces, asumo que hay algo que debes decirme, o acaso... ¿Tiene relación con Simon? ¿Vas a confesarte? —canturreó, finalmente elevando sus cejas.

— ¿De qué estás hablando? —pregunté arrugando mis cejas, y negando con la cabeza, sintiendo el calor subir por mi cuerpo.

¿Por qué continuaba con ese tipo de preguntas?

¿Y por qué solo esas preguntas me generaban vergüenza?

—Eres un tonto testarudo, y Simon un chico demasiado tímido. Solo eso diré.

Joseph se puso de pie, y sacudió su cabello rojo, mientras un suspiro exasperado se escapaba de su boca. Un instante después, imité su misma acción, y sacudí mi pantalón, antes de acercarme a él, y detenerme frente suyo.

¿Ya soy bonito? (BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora