Fourty seven - Memory of the wind

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En multimedia: Naul - Memory of the wind.


Aún podía recordar ese día como si fuera ayer.

Si cerraba mis ojos... podía revivir ese momento tan único, tan especial.

El día en que mis ojos conocieron por primera vez el rostro de Simon fui tan feliz... pero ahora solo me sentía cada día más deprimido.

Horas más tarde de ese momento, Simon había llamado a sus padres. Él quería verla y ella a él.

Finalmente había llegado el momento, después de un largo año... y yo fui el impulso que necesitaba para ello.

Así que no dudó en marcharse a la mañana siguiente, aunque primero se despidió de mí.

Me abrazó con tanta fuerza antes de irse, y yo me aferré a él intentando transmitir todo lo que sentía.

Ambos nos amábamos demasiado, así que cuando me separé de su cuerpo, deposité un beso en su frente y recibí una hermosa sonrisa de su parte.

Una que deseaba ver por el resto de mi vida.

Es obvio que yo estaba muy feliz por él en ese entonces, pero cuando comencé a darme cuenta... el tiempo pasó.

Miré una vez más el calendario del salón y me acurruqué entre mis brazos, reposando mi cabeza en la helada mesa. Podía sentir la mirada de Joseph sobre mí, y la voz de la profesora de Historia se oía como un bullicio para mí.

—¿Mañana será un mes desde su partida?

Levanté mi cabeza lo suficiente para observarlo y notar que él también se encontraba afectado por esto.

—Sí, y desde hace unos días no responde mis mensajes. Visité a sus abuelos pero ellos me dijeron que está bien, que no me preocupara porque su celular no funciona... pero la verdad es que odio todo esto—susurré, y cuando resonó el timbre que avisaba que el día de clases había terminado, comencé a reunir mis cosas.

—Lo sé... es difícil, pero es cuestión de tiempo que Simon regrese—apoyó su mano en mi hombro, y me sonrió con calidez—.No te preocupes, Todd.

Correspondí su sonrisa y ambos nos retiramos juntos de la escuela.

Tenía razón. Simon estaba bien y eso era lo único que importaba realmente.

Aunque no podía dejar de pensar en el pasado cada vez que cerraba mis ojos.

(***)

Al regresar a casa, como era habitual, fui quien se encargó de salir afuera con la bolsa de basura en mis manos.

A pesar de que el verano había llegado, sentía que todos los días eran tristes y nostálgicos, como si sobre mí llevara a la lluvia siempre conmigo.

Una nube invisible me perseguía a donde fuera.

—Te extraño—susurré observando a la distancia la casa de sus abuelos, mientras el cielo se tornaba de un color naranja—.Realmente te echo de menos. Por favor, vuelve.

Como si estuviera esperando que al pronunciar esas palabras, él apareciera como todas aquellas primeras veces.

Era tan gracioso recordar la forma en que nos habíamos conocido.

Demasiado especial.

Suspiré y me convencí de volver a mi casa. No tenía caso ir de nuevo a preguntar por él, aunque antes de cerrar la puerta observé por última vez aquella casa, con esperanza.

¿Ya soy bonito? (BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora