Fourty four - Medicine

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En multimedia: Daughter - Medicine


Cuando llegamos al hospital, mi nerviosismo aumentó a medida que avanzábamos por los largos pasillos, rodeados por un reconocido olor para mis fosas nasales, y el sonido peculiar que caracterizaba a un lugar así.

Todo traía recuerdos.

Solo que ésta vez alguien avanzaba junto a mí, mientras susurraba palabras de aliento, y de compañía.

Algo que apreciaba de sobre manera.

En cuanto visualicé a mi papá y hermano, disminuí considerablemente el paso, y mi respiración se volvió más pesada hasta que me senté en silencio junto a ellos, y Simon abrazó a Nicholas. Luego a mi papá que le agradeció la visita y compañía.

—Steve no ha contestado ninguna de mis llamadas—anunció quitándose los anteojos y aplicando masajes sobre su nariz, en señal de cansancio, y estrés—.No sé qué hacer, no quiero decirle a Eleanor eso en una situación delicada. Espera noticias suyas. Ni siquiera está preocupada por su condición actual.

No me era difícil creer en eso.

Extendí mi mano en dirección hacia mi papá, y le pedí su teléfono.

—Entonces le dejaré un mensaje. Si él no se presenta, debemos decirle a ella. No podemos engañarla papá, será peor.

Asintió, y cuando obtuve el artefacto, comencé a redactar un largo y claro mensaje pensando en lo que sería justo decir, meditando cada palabra. Una vez acabé, dirigí mis ojos a la puerta de la habitación de Eleanor, y envié el mensaje.

Apoyé mi cabeza en la pared detrás de mí, y le devolví su teléfono. Papá releyó el mensaje, y me observó de reojo, sin decir una palabra. Más allá de él, se encontraban Nicho y Simon conversando entre ellos, y cuando mi hermano sonrió supe que todo estaba bien, incluso me mantuve con ese pensamiento hasta el momento donde el doctor se acercó a nosotros, y nos dio el informe actual de nuestra prima una hora más tarde.

"Eleanor se encuentra actualmente estable, pero aún débil. Si desean pueden pasar a verla mientras no la agobien. Necesita descansar y necesitará seguir en ingresada en el hospital."

Después de esas palabras, pude sentir por fin una calma inmensa.

Y creo que no fui el único porque papá tenía ganas de llorar, y Nicho continuó sonriendo de una manera bella. De Simon no podía comprobarlo, pero sus ojos reflejaban lo mismo.

Llevaba meses conociéndolo, y de eso estaba seguro.

El primero en verla fue papá que conversó con ella durante extensos minutos, y luego permitió que los demás ingresáramos. Lo primero que noté al verla fue que su color de piel natural y sano, propio de ella, estaba comenzando a volver, y que ya no era el mismo que el de la mañana.

En los minutos que estuvimos con ella, bromeó en distintos momentos sobre que podría haber muerto por cometer esa estupidez, olvidar tomar su medicina, e inyectarse.

Algo que no provocaba gracia en ninguno, pero estaba seguro que lo hacía en lugar de preguntar sobre Steve. Que estaba aguantando, soportando en silencio.

Cuando fue hora de irnos, a propósito me quedé último, y cuando estaba a punto de irme, me voltee para decirle.

—Le envié un mensaje—sus ojos me observaron expectantes—.Pero aún no sabemos nada de él.

Sonrió con una tristeza inmensa.

— ¿Podrías abrazarme, Todd?

Me acerqué y permití que sus brazos débiles y fríos rodearan mi cuerpo, mientras yo enlazaba los míos en ella.

—Lamento haberlos preocupado—susurró en mi oído, para luego depositar un beso sobre mi mejilla—.Esto es lo que nunca deberías hacer por alguien que crees amar.

Me separé de ella, y tomé su mano.

—Entonces ¿Por qué lo haces? ¿Por qué te mantienes a su lado?

Continuó sonriendo.

—Porque siento que lo amo, y él siente lo mismo, y a veces con eso, es simplemente suficiente. Bueno... o eso es lo que me repito cada día en que discutimos, tenemos nuestros problemas, y él decide afrontar el problema huyendo. Creo que en el momento en que acepté casarme con él, necesitaba aferrarme a la idea de que alguien me amara por fin, y tal vez por eso continuo aquí, esperándolo a pesar de que a él probablemente le doy igual.

—Aun estás a tiempo de terminar todo eso con Steve, Eleanor. Lo único que he visto desde que estás con él, es sufrimiento de tu parte.

—Me parece increíble que tú me estés diciendo esto siendo nueve años menor. El desastre de prima que tienes que soportar eh—limpió sus ojos, esos que se encontraban lagrimosos, y volvió a recostarse en la camilla—.Tranquilo, voy a estar bien.

—Prométeme que vas a hacer lo mejor para ti—insistí.

Asintió, y cerró sus ojos.

—Lo haré, te lo prometo Todd.

Y por alguna razón no pude confiar en sus palabras.

Lo único que podía notar de ella era que continuaría perdonándolo porque lo amaba.

No me equivocaba.

Horas más tarde apareció Steve en el hospital, y se reconciliaron.

Según mi papá, él se encontraba completamente arrepentido, y dolido.

Y por otra razón, tampoco pude confiar en eso.

Pero no me sentía quien para reclamarle algo así.

Ella había tomado su decisión.

¿Ya soy bonito? (BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora