Twenty nine - Just friends

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Canción en multimedia: Parks, Squares and Alleys - We're Not Just Friends


Cuando escuché las palabras de Joseph, solo pude permanecer en silencio, observando fijamente sus ojos, aún algo perplejo. El pelirrojo frente a mí, resopló en mi nariz, y apretó mis hombros con cierta fuerza.

—Todd. ¿A ti te gusta Simon?

Fue entonces que volví a oírlo, que reaccioné pestañeando varias veces, y de inmediato empujé a Joseph lo suficiente para que se alejara de mí, y no continuara comportándose extraño.

— ¿De qué estás hablando ahora? ¿De dónde sacas esas cosas raras?

Negué con mi cabeza, y pasé por su lado intentando salir de mi cuarto. Aunque segundos más tarde, Joseph se interpusiera en mi camino nuevamente, y me detuviera con una sonrisa.

—No intentes evadirme. No podrás escapar—se inclinó sobre mí, y susurró en mi oído, causándome cierto calor sobre mis mejillas.

Aunque no tuviera idea sobre la razón.

—No digas tonterías, Joseph. Fue suficiente que invadieras mi casa, y conocieras a Simon, mi-

—¿Tu novio?

Arrugué mi entrecejo, y solo esquivé a Joseph para poder salir finalmente de mi cuarto. Una vez estuve fuera, cerré la puerta detrás de mí con pestillo, evitando a cierto pelirrojo, y cerré los ojos un momento.

¿Por qué Joseph preguntaría algo así?

Cuando volví a abrirlos, observé como Nicholas a una distancia moderada, inclinaba su cabeza en mi dirección, mientras comía tranquilamente un par de galletas de mi frasco.

—Esas son mis galletas.

Él se encogió de hombros, y se acercó a mí para entregarme una.

—Eleanor me las dio—se excusó. Tomé aquella galleta, y la comí lentamente, mientras mi hermano continuaba con su mirada curiosa sobre mí.

—Simon aún está esperándote fuera.

— ¿Y tú como sabes su nombre? —interrogué, cruzándome de brazos, y recostando mi cuerpo sobre la puerta, intentando ignorar las quejas de Joseph detrás de ésta.

Nicholas se inclinó aún más en una muestra de plena curiosidad observando ahora la puerta de mi cuarto.

—Él me dijo su nombre—respondió, antes de comer otra galleta. En respuesta, negué con mi cabeza, y comencé a alejarme con dos objetivos en mente; sacar la correspondiente bolsa de la cocina, y hablar con Simon. Pero minutos más tarde, cuando estaba abriendo la puerta dispuesto a salir de casa, Nicholas se acercó trotando, y la sostuvo.

Con la mirada sobre mí, y acompañada de una pequeña sonrisa, él dijo:

—Cada día tienes más amigos, Todd. Y todos son muy agradables.

Un momento después, cerró la puerta en mi cara, y de reojo observé como mi hermano se posaba sobre la ventana de la cocina, y hacía el inútil intento de esconderse detrás de las cortinas.

Ante tal gesto, resoplé antes de voltearme, dispuesto a buscar a Simon.

No tardé mucho en hallarlo. Sentado, con las rodillas flexionadas, y con su cabeza recostada y escondida entre ellas, yacía aquel chico de la bolsa de papel en la cabeza. Sobre el césped, brindando una sensación de pura tranquilidad a todo aquel que se detuviera un segundo a observarlo.

A paso lento me acerqué, y detuve a su lado. Solo hizo falta estirar mi brazo para alcanzar su hombro, y apretarlo suavemente en un intento de llamar su atención.

—Hola de nuevo, Simon.

El chico de la bolsa de papel, elevó su rostro, y dirigió su pequeña mano a la mía. Esa que aun reposaba sobre su hombro.

— ¿Sucede algo? —ante su nula respuesta, volví a preguntar recordando las preguntas extrañas de Joseph, temiendo que metiera una idea equivocada en Simon-. ¿Acaso ese tonto de Joseph te ha dicho algo...malo?

Como una respuesta automática, negó con su cabeza provocando que nuestras manos se separaran, y ésta vez abrió sus ojos, y me enseñó su color verde.

—Nada, no ha sucedido nada. Solo...estaba esperando que volvieras. Por eso me alegra que estés aquí, Todd.

¿Era normal sentirse culpable ante sus palabras?

—Lo lamento. No fue mi intención dejarte solo—sonreí, y dejé mi cuerpo caer a su lado—.Por cierto, ¿Y Todd Junior?

De reojo noté como Simon acariciaba sus manos, y cerraba sus ojos nuevamente.

—Estaba dormido—murmuró, sin levantar la mirada.

—Entiendo... ¿Sabes? Ahora que recuerdo, prometiste enseñarme a tocar el piano—respondí, dirigiendo mis ojos al cielo solo un momento. Allí observé como una bandada de aves cruzaba el cielo, teñido de azul, y el blanco de las nubes.

—Lo recordaste.

—Jamás olvidaría aquello.

Una pequeña y suave risa invadió el aire solo un momento. Cuando giré mi rostro para observarlo, sus manos cubrían la sonrisa color rosa que alguna vez en el pasado había dibujado sobre su bolsa, y sus ojos permanecían entrecerrados.

—Creo que debería ir a por Joseph—murmuré, con una pequeña sonrisa, y cerrando los ojos—. ¿Qué opinas sobre él?

—Él...me agrada, pero a veces me hace sentir algo incómodo—su voz reflejando inseguridad, y pena, causó que una risa se escapara de mi pecho. Algo que a Simon sorprendió, demostrándolo en el mirar de sus ojos.

—Lo siento. No pude evitarlo. Solo que, últimamente se comporta así. Aunque aun no entiendo exactamente el por qué—agregué, antes de oír detrás de mí como la puerta se cerraba, y cierto pelirrojo me llamaba en voz alta con insistencia.

Llegué a pensar que tal vez con la mención de su nombre, habíamos invocado su presencia.

— ¡Todd!

— ¡No molestes, Joseph! —refunfuñé mientras él se acercaba, y sentaba a mi otro lado. Permitiendo que mi cuerpo permaneciera entre ambos.

—Me debes una galleta como disculpa, Todd.

Rodé los ojos, y me crucé de brazos, cuando sentí como su cuerpo se pegaba al mío innecesariamente.

— ¿Qué estás haciendo? Aléjate.

—No quiero—ésta vez su cabeza se reposó sobre mi hombro, y como un acto reflejo y exaltado por el momento, terminé empujando su cuerpo provocando que cayera sobre el césped frente a nosotros, mientras Joseph solo reía con gracia.

Algo que me hizo sospechar que se burlaba de mí.

En un intento de ignorarlo, de reojo dirigí mis ojos al chico de rosa, quien ignoraba todo a su alrededor, y dedicaba toda su atención al cielo que comenzaba a reflejar la cercanía de la noche.

Puede que pensar que algo sucedía con Simon era preocuparme demasiado. Pero realmente, cada vez que mis ojos se dirigían a él, sentía que algo nuevo, diferente, rodeaba al chico de la bolsa de papel en la cabeza.

Algo que no reconocía realmente que era.



¡Hola! ¿Cómo están hermosas personitas? Tengo unas lindas, y buenas noticias sobre "¿Ya soy bonito?". Y eso es... ¡Que ganó el segundo lugar de la categoría Historia Corta de los lgbtawards2016! Todavía sigo emocionada por la noticia, porque me hace mucha ilusión que cada vez hayan más personas a las que les guste esta historia. <3 Probablemente en unas horas, o la próxima vez que actualice puedan ver el lindo sello en la portada.

Como siempre, muchas gracias por leer <3 y dentro de poco, voy a revelarles cierta sorpresa que vengo preparando para ustedes. (Je, ¿Qué será?) (?)





¿Ya soy bonito? (BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora