¿Ya soy bonito? (BL)

Twenty - Hero

Canción en multimedia: Family Of The Year - Hero.

Podía oír a mi lado su respiración entrecortada cada tantos segundos a causa de estar absolutamente toda la tarde en bicicleta. Una inevitable sonrisa había tomado lugar en mis labios, y consideraba difícil que se esfumara. O eso pensaba mientras observaba de reojo como su pecho subía y bajaba, y contemplaba los escasos centímetros que distanciaban nuestros cuerpos. ¿Era raro desear que estuviera más cerca de mí?

—Estoy exhausto—murmuré, cerrando los ojos, y borrando aquel pensamiento.

Sentí como se removía a mi lado, y cuando abrí mis ojos, lo noté observando el cielo. Sus ojos verdes se encontraban cerrados, y una suave expresión ocupaba la zona de sus ojos.

Probablemente todo su rostro.

—No quiero que éste día acabe, Todd.

Me senté en el pasto verde, y flexioné mis rodillas, hasta que mis brazos fueron capaces de abrazarlas.

—Me siento igual. Ojalá las vacaciones no acabaran nunca. Solo quedan un par de semanas, y tendré que volver a la escuela.

"Y será entonces que extrañaré salir contigo todos los días."

En ese momento Simon se volteó, e inclinó su cabeza. Tal vez, estaba preguntándose por mis palabras, y el lastimero tono de voz que había empleado. Pero aun así, había decidido no pronunciar mis últimas palabras en voz alta, permitiendo que solo permanecieran como simples pensamientos. ¿Por qué? Ni siquiera yo lo sabía con certeza.

—Pero seguiremos viéndonos. ¿Cierto?

— ¿Por quién me tomas, Simon? ¿Crees que olvidaré a mi mejor amigo tan rápido? No te dejaré ir solo así.

Sus ojos se arrugaron, y como era usual, pensé en su sonrisa.

Unos segundos después, una suave risa brotó de su garganta, y se puso de pie, sacudiendo su ropa. Las estrellas sobre nosotros resplandecían y decoraban el oscuro, y profundo cielo nocturno, mientras me colocaba a un lado de Simon.

 Ambos de pie, observamos el hermoso paisaje sobre nosotros, y fue entonces que lo oí susurrar.

—Los extraño.

No fui capaz de decir nada cuando me percaté de cómo ciertas gotas humedecían poco a poco la bolsa de papel sobre su cabeza, y solo me dediqué a cerrar los ojos.

Simon soltó un gimoteo, y fue entonces, que me di vuelta, y comencé a ir hacia mi casa sin pronunciar una sola palabra.

No tardé mucho tiempo en volver a su lado, y una vez hubiera destapado aquel objeto, me puse frente al chico de rosa.

Atónito observó en silencio como dibujaba una pequeña figura curva sobre una zona específica de la bolsa de papel. Con una sonrisa retrocedí un paso, y extendí mi dedo pulgar con completa satisfacción.

—Ahora siempre sonreirás, Simon. Aún cuando no estemos juntos.

—¿Por qué?

—Porque tendrás una razón para hacerlo.

No tardó mucho tiempo en comenzar a reír a causa de mi respuesta, y limpiar sus ojos con las mangas de su chaqueta rosa con alivio.

—Gracias, Todd.

Una sonrisa dibujada a base de un marcador rosa, adornaba la zona de los labios de Simon.

Y solo tal vez, esa noche, el mismo chico de rosa había apodado en su cabeza a Todd como su Héroe.

Su único héroe.