¿Ya soy bonito? (BL)

Thirty seven - Afire love

En multimedia: Ed sheeran - Afire love 

Silencio.

El lugar estaba rodeado de un eterno silencio.

La paz reinaba en aquel lugar, y por alguna extraña razón, también me transmitía una sensación de seguridad.

Era el lugar donde mamá descansaba, y al que también solía recurrir como un refugio en el pasado. Un refugio al que asistía en los días lluviosos, en busca del consuelo de una persona importante para mí.

Un apretón en mi mano, me hizo volver en mis sentidos, y mis ojos captaron la mirada temerosa de Nicholas.

Era un pésimo hermano.

Jamás me había dado cuenta de lo mucho que él necesitaba verla.

Por eso, odiaba esa parte de mí; la egoísta.

Era un momento diferente el que estaba presenciando.

Papá se encontraba a mi lado izquierdo, y mi hermano a mi lado derecho. En el momento en el cual habíamos llegado hasta la tumba, papá instintivamente también había tomado mi mano. Poco tiempo después, las lágrimas comenzaron a caer de sus ojos, ensuciando sus anteojos, y entorpeciendo las palabras dirigidas a la mujer que alguna vez amó.

Una vez acabó de hablar con ella, escuché como sorbía su nariz, mientras Nicholas se acercaba, y susurraba. No tenía idea de lo que decía, pero fuera lo que fuera, había logrado tranquilizarse a sí mismo. Y con eso era suficiente.

Por último, me acerqué, y tomé asiento a un lado, sintiendo por primera vez en mucho tiempo la tierra de aquel lugar. Mis dedos se deslizaron sobre la placa donde yacía escrito su nombre, y entonces, las palabras comenzaron a fluir.

—Mamá, lo lamento mucho. Sé que deberíamos haberlo hecho antes, que deberíamos haberte visitado juntos, y no permitir que el tiempo pasara. Me apena mucho, porque todo este tiempo he estado actuando egoístamente, y no he cumplido tu promesa... Me olvidé de Nicholas, de papá, y me encerré a mí mismo.

Elevé mi cabeza, y sonreí al ver la foto enmarcada de su rostro, similar al de mi hermano pequeño.

—Pero ahora es diferente. Estoy comenzando a entender todo. Eso a lo que te referías todo el tiempo—me detuve un momento, y tomé aire antes de revelar finalmente mis verdaderos sentimientos—. Te amo, y siempre lo haré, mamá. Descansa.

Ésta vez recibí un leve apretón en mi hombro, y mi papá me ayudó a ponerme de pie. Inesperadamente, sus brazos rodearon mi cuerpo, y susurros de disculpa comenzaron a salir de su boca, mientras Nicholas se unía al cálido abrazo.

Era uno tan cálido, y reconfortante que temí fundirme en los brazos de ambos, y comenzar a llorar.

—Lo siento tanto, hijos. Por favor, perdónenme.

—También lo siento—murmuré, admitiendo la culpa.

Nicholas asintió a cada una de nuestras palabras, y sonrió cuando el abrazo terminó.

Cuando comenzamos a alejarnos lentamente, Nicholas musitó unas palabras de memoria, aun con una sonrisa sobre su rostro.

— "No deben llorar por mí, o me pondré muy triste. Quiero que me recuerden feliz, en nuestros mejores momentos, porque todo estará bien aun si yo no estoy allí. Conozco tan bien a cada uno de ustedes, que estoy segura que se encerraran en su propia burbuja, olvidándose entre ustedes, y escondiendo sus penas por vergüenza. Y temo tanto eso. Quiero equivocarme."

Mi boca se abrió con sorpresa, y lentamente me voltee para observar a mi hermano, quien se encogió de hombros, y continuó caminando hacia nosotros con tranquilidad.

—Una semana antes de que sucediera, mamá me dijo eso. Creo que... ella lo sabía de cierta manera.

Fue entonces que papá soltó una pequeña risa, y nos sonrió a ambos.

—Su madre siempre fue una mujer inteligente.

La vuelta a casa fue tan tranquila, que por un momento mis ojos se cerraron, escuchando las risas de genuina alegría entre papá y Nicholas.

Ahora cada día parecía ser tan colorido, y armonioso.

Era simplemente una sensación que deseaba experimentar siempre.

Y de alguna manera, sentía que la persona que había comenzado a cambiar todo, era el chico de rosa.

—Quiero verlo—murmuré, con una sonrisa.