Capítulo 8: Miriam

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Danna se levantó de la cama apenas diez minutos después de haber cortado la llamada. Miró por la ventana para decidir que se pondría. Fuera, la lluvia caía pesada sobre las hojas que empezaban a tomar el color naranja típico del mes en el que Danna era nacida. Octubre se acercaba a velocidad de vértigo, y con el, el invierno. La rubia se alejó de la ventana y removió su maleta hasta dar con una sudadera y unos vaqueros. Luego se calzó las adidas altas, se recojió los rizos en una desordenada cola y tras coger las llaves y el móvil, salió por la puerta poniéndose la capucha.

Llegó a la heladería justo a la hora. Viviana ya la estaba esperando. La morena daba vueltas a un café con expresión perdida. Danna se acercó y se sentó en la silla de enfrente. La morena entonces levantó la cabeza, sonrió y la abrazó con dulzura.

- ¿ cómo esta nena? – dijo Vivi, volviéndose a sentar.

- Bien. ¿ Y tú? No tienes buen aspecto

Viviana suspiró y siguió dándole vueltas al cortado.

- He dejado a Eric.

Danna abrió los ojos por la asorpresa. No los conocía demasiado pero sbía que se querían por encima de casi todo. Corrió a abrazar a Vivi y esta se echó a llorar.

- Quieres hablar? Puedo ayudarte?

Viviana negó con la cabeza y se soltó de la rubia. Esta se sentó de nuevo.

- No estamos aquí para hablar de eso Danna. Tengo que contarte mucho y no tenemos apenas tiempo.

Entonces la morena se levantó, pagó la cuenta y arrastró a Danna por la fría mañana. Entró en una tienda y poco después salió de ella con un ramo de flores azules. La rubia no entendía nada, pero Vivi siguió andando hasta llegar a una colina. Pasaron una puerta y anduvieron entre piedras llenas de reucerdos. Habían llegado a un cementerio. Dan quiso soltarse pero Viviana no se lo permitió y la continuó arrastrando entre las lapidas de mármol y piedra hasta llegar a un mausoleo con un angel blanco esculpido. Vivian abrió la vieja verja de hierro y andó hasta uno de los grabados en el suelo. Dejó el ramo de flores y le hizo señas a Danna para que se acercara. Esta observo la tumba atetamente. Grabado en dorado había un nombre de mujer. Miriam Ross. La rubia se giró para mirar a Vivi con mirada interrogante. Esta sonrió.

- No te suena de nada el apellido? – Danna negó con la cabeza. Viviana se agachó para sacarle el polvo a los años de la difunta y a una inscrpción en relieve que, al ser del mismo color que la tumba, le había pasado inadvertida a Dan.

"Miriam Ross 1994 – 2010

Nunca dejes de pelear por lo que es justo"

- Quien era Miriam?

- Era mi mejor amiga

Danna empezó a perder la paciencia. Respetaba el luto de su amiga pero ella necesitaba desesperadamente respuestas.

- ¿ Y en que me influye eso?

Viviana se levantó, la miró de frente y le soltó lo último que Dan hubiera querido escuchar.

- Porque era la hermana de Lucas. 

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