Los Ángeles : 25 años después de la muerte de Charlotte.
Se estaba haciendo viejo. Acarició el la cara de la que había sido su mujer, y sonrió melancólicamente. No, el dolor ya no era tan fuerte. Era lo que tenía el tiempo. Las pesadillas habían remitido, y ahora sólo quedaba algo de tristeza, y la certeza de que, el día que terminara su vida en aquél mundo, la vería otra vez.
No había olvidado su cara. El destino había procurado que no fuera así. Alice era igual que su madre. La había visto crecer, viendo como su pelo oscuro se rizaba, y sus ojos oscuros y grandes se delineaban con maquillaje, y se volvían todavía mas parecidos a los de Charlotte. Adoraba a su hija.
El timbre sonó, y ante sus ojos aparecieron los que formaban la única familia de sangre que tenía. Su hija se le tiró al cuello, abrazándolo con entusiasmo, y él, después de abrazarla, se dirigió directo a hacerle cariñitos al bebé que llevaba colgado en un pañuelo, cerca del pecho. Cuando el niño, de apenas dos meses, abrió los ojos, Javier lo cogió en brazos.
El novio de Alice casi nunca estaba. Trabajaba demasiado y viajaba lo mismo. Por eso, su hija y su nieto pasaban largas temporadas con él. Y no le importaba en absoluto decir que se alegraba de tenerlos cerca. Alex y Alice le daban un soplo de aire fresco a su vida gris.
Llevó a su nieto, que se había vuelto a dormir, a la habitación que habían preparado él y su niña cuando esta supo que iba a tener un bebé.
Depositó a Alex en la cuna blanca, y empezó a mecerla suavemente cuando el niño movió sus bracitos, haciendo amago de irse a echar a llorar.
Javier empezó a tararear una vieja canción, que su mujer tenía tendencia a cantarle a Alice cuando esta era solo un bebé, antes de morir.
Suspiró, y al girarse se encontró con la mirada tierna de Charlotte, capturada en una fotografía de su boda muchos años atrás. La miró, y, hablando sólo, le susurró:
- Mira, mi amor. Mira lo que hemos construido.
Y salió de la habitación sin saber que, si alguien hubiera mirado, hubiera visto como la preciosa mujer del cuadro sonreía.
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Wild Black
Teen Fiction'' ¿Cuanto estás dispuesta a sufrir por aquello que quieres? '' Esta es una historia sobre los amores de juventud, la calle y aquellas opciones que no nos dejan escoger. " La W en su muñeca" " Te amo, pequeña" " Lo siento muchísimo hermano" " La vi...