Su pelo moreno, recogido y domado bajo un velo fino, y sus ojos escondidos tras unas gafas de sol, sufrían él golpe del viento furioso, que golpeaba su piel a causa de la velocidad que llevaba. Se dirigía a Oregón. E iba a 180 quilómetros por hora. Apretó un poco más él accelerador de su porshe, deseando llegar cuanto antes a su casa, e intentar huir de los rayos del sol que le abrasaban la piel, a pesar de que la llevaba cubierta. Vio pasar él cartel que le daba la bienvenida a su ciudad, y aminoró la marcha hasta ponerse a 100.
Giró sus grandes ojos marrones, junto a su cabeza, hacia la derecha para admirar un edificio bello, pero el sonido de una sirena detrás suyo la alertó. Tenia un coche de policía persiguiéndola. E iba a 110 por una zona de 50.
- Mierda - musitó, acelerando y girando por callejuelas que poca gente conocía.
Pero el tiempo sin vivir allí le pasó factura y acabó teniendo que frenar en seco para evitar una pared de ladrillos en un callejón sin salida. Golpeó él volante, frustrada, y esperó resignada a que el policía bajara y la multara. Bajó la ventana cuando él chico, joven y fornido, se le acercó.
Giró la cabeza, lo miro a través de las gafas de sol y jadeó. No podía ser. Estaba allí.
- Javier - susurró, no pudiéndose creer lo que iba a explotar dentro suyo, la alegría de volverlo a ver y el amor multiplicado por mil.
Se sacó las gafas de sol, y él hizo lo mismo. Solo entonces la reconoció.
- ¿Char?
La chica salió del coche y, sin planearlo siquiera, se lanzó a sus brazos, que la auparon y la rodearon, manteniéndola contra él. Cuando la bajó, su sentido de la seguridad se impuso.
- Niña irresponsable - la riñó, aun con las manos en su cintura y su cuerpo pegado al de ella - ¿dónde ibas a esa velocidad? ¿ Cuándo te vas a quitar el vicio de conducir casi al doble de la velocidad permitida?
- Lo siento - murmuró ella, con la cabeza baja, y resistiendo a duras penas en impulso de apoyar la cabeza en su pecho. Se sentía pequeña - ¿estás enfadado conmigo? - le preguntó, a la vez que lo miraba a los ojos y pasaba las manos por su cuello.
- Soy incapaz de enfadarme contigo, niña bonita - le susurró, casi rozando sus labios, para luego besarla profundamente.
- Te amo - Charlotte fue incapaz de callar la verdad que le llevaba estrangulando el pecho des de él día que abandonó su cama.
- Se mía - le dijo Javi, juntando la frente con la de la morena - vente a vivir conmigo.
Char pareció sorprendida por la propuesta sin planear, pero sintió que él pecho le explotaría con la necesidad de decirle que si.
- Joder Charlotte, esque no he podido estar con ninguna otra des de que te conocí - le dijo Javi, al ver que no respondía - eres todo lo que quiero.
La morena lo besó, intentando hacerle entender con él contacto de sus labios con la boca de él.
- Entonces ¿vendrás? - susurró él, esperanzado.
- Si, mi amor. - respondió Char.
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Wild Black
Teen Fiction'' ¿Cuanto estás dispuesta a sufrir por aquello que quieres? '' Esta es una historia sobre los amores de juventud, la calle y aquellas opciones que no nos dejan escoger. " La W en su muñeca" " Te amo, pequeña" " Lo siento muchísimo hermano" " La vi...