Capitulo 9

3.7K 107 12
                                    

Grecía.
Hoy llegue como siempre a las 8:30, hoy Lexy no tuvo clases así que cuando despertará ella y todo eso, le deje una nota diciendo que llegará a mi consultorio.

Atendí muy pocos pacientes... cada vez son menos.

Como a las 9:00, estuve atendiendo a la señora Samer hasta que... se descontroló y pude calmarla... Pero no podía permitir que se fuera sola... Así que salí a la sala para decirle a Laurel que llamara a algún familiar, además quería estirarme un poco, pues estaba cansada de estar sentada.

Cuando salgo, encuentro a Lex hablando con un hombre alto, musculoso, con unos lindos ojos color negro, con un color de piel trigueña, con el cabello negro y despeinado, con un olor delicioso de un muy caro perfume masculino y una buena pinta. -suspiro-

E inmediatamente dejo de detallar cada parte de su cuerpo... cuando me doy cuenta que mi sobrina esta hablando con mi violador... O sea Antonio.

La regañé, pero es entendible, porque acá no hay nada divertido para una niña.

Pero luego Antonio se echo la culpa y Laurel la defendió.

Trate de no enojarme y hacer lo que iba a hacer.

Grecía: Por favor, Laurel llama a los familiares de la señora Samer para que la vengan a buscar.
Laurel: sí, claro.

Luego de que llegaron, se la llevaron.

Grecía: señor Antonio es su turno.

El se levanta algo emocionado y me sigue.

Ya dentro y sentados, el me dice:
Antonio: perdoname, hace tiempo quería hablar contigo, perdoname por todo lo que te hice.
Grecía: señor, me temo que nuestras historia previa impide que pueda darle la atención que se merece. Con gusto le devolveremos su dinero, pero no vuelva. Incluso, podemos remitirlo a otro terapeuta especialista en episodios traumático ya que mi área va más hacía patologías.

Antonio: ¿es verdad? Me dijeron que te estás casando...
Grecía: eso es algo que me reservo. Por favor, retirese.
Antonio: quería decirte que aunque tu padre no acepto esta relación del pasado... Te pido perdón. -me dice al tiempo su cara se entristece-
Grecía: Superelo, tengo que perdonarlo. Usted ya hizo lo que hizo, no importa ya. Déjenos en paz o llamaré a la policía.
Antonio: nunca te toque.
Grecía: olvidame.
Antonio: tu no sabes lo que estoy sufriendo, tu despedida para mi fue dura.
Grecía: ya no aguanto, esto no es coherente, vete.

Se levanta y acerca su rostro hacia el mio.
Antonio: si quieres que me vaya dímelo, pero no dejes de mirarme a los ojos, puedes estar a punto de casarte pero, tiemblas cuando me acerco a ti, te demostraré que nunca te toque.

Se aleja y se va.

Hace mucho no había sentido tanto miedo de alguien.

La Psicología Del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora