La Psicología Del Amor

Capitulo 13

Grecía.
Ya son 3 días sin saber nada de Antonio y no es que me importe pero... Ya ni se que decir. Esto de vivir en incertidumbre no me gusta, sigo atemorizada y no logro concentrarme.

Todo con Lexy va bien, logre hacer que dejará de preguntar por Antonio y me preocupa que ella se encariñe con él.

Otra vez comienza un nuevo día, suena el despertador y hago lo mismo de todos días.

Al llevar a Lexy al colegio, se despidió de mi con un beso en la mejilla.... Al llegar a mi trabajo aún Laurel no había llegado pues aun era muy temprano.

Cuando me bajaba de la moto escucho una voz masculina que me llamaba, era la voz de Antonio.
Antonio: ¡¡¡Grecía!!!.
Grecía: ¿Qué quieres? Tengo gas pimienta y no dudaré en usarlo.

El me quita mi bolso y me dice.
Antonio: Grecía te devolveré tu bolso pero debes subirte a mi carro e ir conmigo debo mostrarte algo.
Grecía: ¿Estas loco? ¡Ni loca!

Me alejé intentando buscar a alguien para socorrerme pero, a esa hora los locales estaban cerrados y la calle se veía completamente sola.

Antonio: por favor, confía en mí por una vez.

Grecía: la última vez que lo hice terminé siendo violada. No quiero ser el juguete sexual de tu nuevo grupo de amigos. Soy psicóloga, no tu prostituta. No tengo que subir y si insistes gritaré por ayuda.

Antonio: ¿no quieres saber lo que te pasó ese día? Yo necesito tu perdón para estar tranquilo. Por favor dejame aclarar la situación.

Grecía: no necesito saber nada.

Antonio: prometo no volver a molestarte. Solo entra, por favor.

Decidí subirme, me quedé en silencio, no me sentía incómoda, me sentía nerviosa, mi corazón latía rápidamente, no sé donde iría y no se que queria mostrarte.

Me llevó a un parque de diversiones.
Grecía: devuélveme a mi trabajo, no quiero estar acá.

El me ignoró no me contesto, solo tomó mi mano y me llevo hacia dentro.

Me hizo entrar a varios juegos tales como la montaña rusa, el carrusel, me sentía muy estúpida pues debía estar ahí, necesitaba ganar dinero, no me sentía cómoda con mi abusador tan cerca de mí. Aún así, al poco tiempompo no podía parar de reír, comimos algodón de azúcar, manzana cubierta con caramelo, etc.

Sentía que me había traicionado a mi misma. Había vuelto a ser ingenua y a dejarme llevar por él. Me sentí asqueada y vomité lo que había comido en los baños.

Antonio: ¿El te hace feliz?
Grecía: la verdad siempre con mi futuro esposo voy a restaurantes y lugares para gente madura. - digo mientras miro el algodón.
Antonio: Jajaja, apuesto que la estas pasando mejor acá que con el.
Grecía: Jajajajajaja, sinceramente nunca e ido a este lugar, es la primera vez.
Antonio: Jajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja, tu si eres rara.

M

e sentí incómoda al reírme con él ¿Qué estaba haciendo?

No hablamos más hasta que entramos a la atracción de la Rueda Eiffel, en la cual cuando estuvimos en lo más alto el me dijo.

Antonio: eres más hermosa que todo ese hermoso paisaje. - me dice mientras me mira a los ojos, y continua diciendo- ¿Sabes? Soy culpable de que esos tipos te violaran,- hace una pausa y saca una bolsa la cual apenas me fije que tenía en su mano y me la entrega-

Antonio: aquí hay mucha evidencia que demuestra que yo nunca te toque.

Nos bajamos de allí y no fuimos, me dejo en mi consultorio y se fue sin decir más nada. Ahora estaba en mi poder elegir saber o no más de eso. Podía mantener las cosas así, casarme y mantener la herida cerrada o podia abrirla y crear nuevas llagas.