La Psicología Del Amor

Capitulo 32

Antonio.
No se como comenzar a explicarme lo que está diciéndome Lexy... Hace tanto tiempo que no hablo con ella, que no se nada de Grecía, que no se nada de Gabriel... No se nada de nadie.

Pero Lexy me llamó y pidió con urgencia que buscará a Grecía... Que como ésta su autoestima de seguro es capaz de hacer cualquier cosa.

E inmediatamente llame a Grecía después de que Lexy me informará de todo lo sucedido.

No me dijo exactamente donde ésta pero yo se perfectamente que se refería a... Él puente.

No se porque quiere acabar con su vida... Igual no hay ningún motivo para hacerlo... Los caminos fáciles siempre terminan mal...

Al llegar a mi aquel puente... La veo de pie... Esta lloviendo... Como decirlo... Ella está en la punta, un paso más y se cae del puente y... Muere.

...La llamo...

Me mira y luego mueve su rostro y mira hacia su muerte.

Cuando ya estoy cerca de ella... Me dice:

Grecía: ¿Qué haces acá?
Antonio: vine a devolverte algo...

Me mira con cara de sorpresa y me acerco lentamente a ella.

La beso y mientras la beso, la abrazo y bajo de la orilla.

Antonio: pensé que eras más valiente, me decepciona que quieras matarte.
Grecía: ¿Y qué quieres que haga si todo está acabado? Estoy sola.
Antonio: no estas sola, estas con Lexy, con Gabriel y tienes un futuro por delante... No necesitas a nadie para ser feliz pero aún así tienes 2 personas en este mundo que te aman como a nadie.

Me mira fijamente a los ojos, esta temblando como aquel día que la conocí.

Grecía: Lexy me contó la conversación que tuviste con mi padre.
Antonio: ¿Y eso es motivo para suicidarse?
Grecía: no...
Antonio: deberías estar avergonzada, Lexy es más madura que tu.

Sonríe, pero su sonrisa no es de felicidad, es una sonrisa triste, una que nunca había visto en su rostro... En su mirada se notaba que iba a llorar más de lo que está lloviendo ahora.

Grecía: se que es muy madura para su edad... ¿Tengo otra oportunidad?
Antonio: ¿oportunidad de qué?
Grecía: de ser quien yo quiera sin que nadie opine, sin que nadie me corte las alas, sin que nadie me diga que está mal.
Antonio: siempre habrá gente que te cortará las alas, solo no permitas que lo hagan.