Miriam
Llegar y encontrarse a tu novio así... ¡No tiene precio!
-Hola, ¿te vas a duchar?- me pregunta.
-No, ya me duche esta mañana. Mañana por la mañana si eso me ducharé, ahora estoy cansada y quiero descansar un rato.
Me desabrocho la chaqueta y observo que mi camiseta blanca está empapadísima, todo se me nota.
Me la quito y me giro para ver un Fabio... embobado.
-¿Qué pasa?
-No, nada- dice volviendo en sí- ¿quieres que te la seque ahora con el secador?
-¿Vas a utilizar el secador?- pregunto extrañado.
-¿Como crees si no que me hago mi peinado?
-A mí me gusta mucho tu pelo, ni se te ocurra cortartelo, rubio.
-A mí también me gusta el tuyo, la verdad. No eres rubia, aunque eso me da igual, pero me gusta acariciartelo. Lo tienes suave y brillante.
Río y entro en el baño, en el lavabo, escurro la camiseta. Mi chico entra y se seca el pelo y la camiseta.
Mientras tanto, yo me pongo una camiseta de él, como echaba de menos hacer eso, y unos pantalones cortos de pijama. Me siento en la cama, con la espalda apoyada en la pared y miro el móvil.
Él sale y se pone el pijama también. Se mete en la cama y me mira.
-¿Qué tal mi pelo?
-Muy bien, rubio.
-Gracias, oye, ¿ya has ido a Londres otra vez?
-Si, he ido hoy con Sil. Queríamos ir al estadio del Chelsea, el Stamford, y allí nos hemos encontrado a dos futbolistas que me gustan mucho.
-Que suerte.
-Sí, y bueno... también hemos ido a Candle Town, ¿sabes lo que es?
-Ummm, me suena.
-El típico barrio donde ponen mercadillo, donde hay gentuza, por asi llamarlo...
-A sí ya, que hay tiendas baratas.
-Sii. Pues... te he comprado... bueno, más bien para los dos.
Él me mira extrañado y curioso. Me levanto y saco una bolsita pequeña. Me vuelvo a meter en la cama y saco dos pulseras.
-Tú te pones mi nombre y yo él tuyo, no es gran cosa comparado con los lujos que tú tienes pero...
-¿Y? Lo que importa es que hayas pensado en mí aún estando enfadada.
Él me pone mi pulsera, es lila oscuro y el nombre está en blanco. Ahora, le ayudo yo. La suya es celeste y mi nombre en blanco.
-Buscaba tu nombre en celeste, que es mi color favorito, pero como no lo había, pues me conformo con este, aunque me gusta mucho este color- explico.
Fabio sonríe y me besa.
-Me gusta mucho, ¿eso es lo que habeís hecho en todo el día?
-Sí.
-Yo he estado subido en la moto, pensando... ¿Volvemos a Londres otro día?
-Depende, ¿qué día nos vamos?
-Nos iremos el martes por la mañana. No hay otro vuelo que vaya a Madrid hasta el martes. El lunes no hay.
-Pues el lunes iremos los 3 todo el día a Londres.
-Vale.
Él junta sus labios con los míos y después de estar un buen rato besandonos, decidimos ir a dormir.
Al día siguiente
La alarma suena, las 8 de la mañana. Hemos dormido un montón, ayer nos fuimos a dormir a las 22:30. Nunca me he dormido a esa hora desde que tenía 10 años, que me dormía más tarde porque me quedaba viendo la tele.
Me voy al baño y me ducho, me seco el pelo y me pongo un pantalón pitillo vaquero remangado, air max blancas y un crop top de tirantes blanco.
-Ponte una chaqueta, vas a pasar frío- me recomienda mi novio al verme.
Asiento, me voy con mi novio a la motorhome. Allí se prepara y después nos vamos al box.
Fabio hace un gran tiempo, situandose entre los primeros, pero me preocupa mucho que se caiga y le pase algo.
Él vuelve al box y le abrazo en cuanto llega.
-No me pegues mucho sustos mañana, por favor- susurro mientras estoy abrazada a él.
-Tranquila, que sepas que te quiero con locura.
Sonrío, Fabio se va a hablar con la prensa, Silver se va a ver Moto 2 y yo me voy con las chicas.
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Mi chico perfecto
RomanceMiriam Fernández es una joven emeritense que en un viaje conoce a uno de sus idolos, Fabio Quartararo, ¿habrá química entre ellos o él la tratara como a una fan?