Miriam
-Mmm... los dos solos en casa, la de cosas que podríamos hacer.
-¡Fabio! ¡No me seas!
-Es la verdad, esa camisa me pone mucho.
Rodeo los ojos y me pongo el pijama. Solamente falta la parte de abajo cuando noto su aliento en mi cuello.
-No me dejarás con el calentón, ¿no?
-Puede- río a carcajadas.
Me empieza a besar en el cuello baja la tirante de la camiseta y ataca mi hombro y mi espalda.
-Fabio... no... me hagas chupetones...
-Vaale, ojala vivamos solos, no poder hacer las cosas que yo quiero por mis suegros...
Me tira a la cama, se quita la ropa y suspiro, no puedo resistirme a Fabio, no sé que tiene, pero me mata y me atrae hacia él.
Me quito la ropa y bueno... fue muy silencioso, ahogabamos gemidos besandonos en la boca, y a la vez fue salvaje.
Cuando terminamos, nos volvemos a poner el pijama.
-¿Que? ¿Ya te he bajado todo?
-Si, eres una chica muy obediente. La próxima vez con esa camisa, esos pantalones que te hacían buen culo y una coleta alta y ya...
Nos tumbamos en la cama, él me abraza y deposita un beso en mi frente.
-Buenas noches mi amor, te amo.
-Buenas noches rubio, te quiero mucho.
Al día siguiente
-Miriam, despierta.
Suspiro y me doy cuenta de que Fabio no está.
Me incorporo y abro los ojos poco a poco.
-¿Dónde está Fabio?
-Se ha ido a correr con Silver a las 8 de la mañana.- responde mi madre.
Ella se va, voy al baño y bajo a desayunar. Mi hermano pequeño está viendo la televisión, lo cojo en brazospor detrás y lo abrazo.
-¡Darío! ¿Qué tal estas?
-¡Miriam!
Me abraza él muy fuerte y yo sonrío, le quiero tanto.
-¡Estoy viendo Caillou!- exclama el contento y empieza a cantar- Casi cuatro añitos, crezco muy despacito y voy explorando...
Me río a carcajadas, lo bajo y me preparo el desayuno.
Cuando lo como, subo a mi cuarto y me pongo una camiseta rosa, pantalones cortos vaqueros y zapatillas rosas.
Lo preparo todo para gimnasia rítmica, y mi madre me dice de que ya baje.
Llegamos después de 15 minutos en coche. En la puerta están Fabio y Silver.
Fabio
Es muy buena en gimnasia y es muy elásticae tomo fotos.
Darío, mi cuñado, es muy mono, le he cogido cariño y está sentado en mis piernas.
-Darío- lo llama su madre- ¿sabes quien es el?
-No.
-Es el novio de Miriam, ¿te acuerdas del chico rubio que tanto le gustaba?
El niño se queda sin habla.
-Sí, que tiene una foto de él en su habitación.
-Ah, sí. Yo quiero mucho a Miriam.
-¿Y a mi?- pregunta "enfadado" Sil.
-A ti también y a...- me mira extrañado.
-Fabio- le sonrío al enano.
Me sonríe y ve a su hermana actuar.
La señala y grita:
-Esa es Miriam.
Ella nos mira y se ríe a carcajadas cuando nos ve. Sigue entrenando y yo cojo el movil y me hago fotos con él.
Tiene 3 añitos, pero es muy gracioso. Es rubio con los ojos verdes, al igual que mi novia.
Miriam
-Oye mamá- llamo a mi madre- mañana es mi aniversario con Fabio y bueno... quería decirte que... que si nos podríamos él y yo al campo.
-¿A Proserpina?
-Si. Me gustaría darle una sorpresa...
-Dime cual.
-Una cena o algo.
-Por la mañana iremos para alla, comida familiar, os quedais allí y por la mañana os recojo, ¿vale?
-Venga vale.
Son las 4, Fabio y Darío se han dormido, Sil está en su habitación y mi madre y yo en el salón.
-Tenías que oír al peque esta mañana, Fabio le ha sentado encima suya y cuando le hemos dicho que es tu novio, ha dicho "Yo quiero mucho a Miriam"
Me río a carcajadas, que monos son los dos.
-Y oye- paro de reír- ¿que te parece lo mío con Fabio?
-Está bien, se nota que os queréis.
Sonrío, llamo a mi mejor amiga para que venga, vive al lado de mí.
Cuando está en la puerta, me abalanzo sobre ella y ambas estamos muy emocionadas.
Nos sentamos en el sofá, mi madre se ha ido a tender la ropa.
Le cuento todo lo que ha pasado en agosto, incluido lo de Fabio y yo.
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Mi chico perfecto
RomanceMiriam Fernández es una joven emeritense que en un viaje conoce a uno de sus idolos, Fabio Quartararo, ¿habrá química entre ellos o él la tratara como a una fan?