Miriam
Un rato después, aparece Fabio bajando por las escaleras... sin camiseta.
-Espera un momento- le digo a mi amiga y voy corriendo con él.
-Pequeñaja, sé que no nos vemos desde hace unas horas pero...- dice él riéndose orgulloso.
-¿Qué dices? He venido para decirte que te pongas una camiseta.
-Ah.
-Hay visita, o sea que venga. Más salero a la vida- río mientras le empujo escaleras arriba.
Me hago una coleta, le veo desaparecer por las escaleras. Vuelvo con mi amiga y le digo:
-Fabio, que bajaba sin camiseta. ¿Le pegamos un susto a mi hermano?
Ella asiente, nos encanta meternos con mi hermano, es graciosa la cara que pone.
Subimos y encontramos la puerta entreabierta y un Silver dormido.
-Tengo un plan- susurro.
Bajamos a la cocina, cojo un bote de nata y volvemos otra vez a la habitación, mi amiga graba.
Le echo nata en la mano a mi hermano, le hago cosquillas en la frente y él se da un manotazo, con la mano llena de nata, en toda la frente.
Carmen guarda el video y las dos nos reimos a carcajadas, le hago una foto a Silver y él se despierta.
-¿Qué pasa?- pregunta adormilado.
Voy corriendo a por Fabio y mi madre. Cuando entran los dos, se parten de risa.
Mi hermano coje su móvil, se mira y chilla.
-DE ESTA NO TE LIBRAS MIRIAAM.
Corre por toda la casa persiguiendome, al final me atrapa porque no tenía salida. Pero cojo la alcachofa del lavabo de la cocina y le echo agua.
Resultado: Un hermano empapado.
Enfadado, me coge de la coleta y me lleva a rastras hacia arriba.
-SILVER SUELTAMEEE- grito.
Me mete en el baño, y debajo de la ducha.
Me empapo entera.
-Ya estás duchada.
Salimos del baño y mi madre nos mira dura.
-¡Los dos al baño, me vais a poner la casa perdida de agua!
-¡Señora sí señora!- hacemos el gesto militar y volvemos al baño.
*~*
Ya ha caído la noche, noche de feria.
Me hago unos tirabuzones y me pongo un pantalón corto blanco de tiro alto con una camisa negra, de zapatos me pongo unos tacones negros, en la feria hay que ir elegante.
Mi novio se pone una camisa gris de manga corta, pitillos vaqueros rotos y unas zapatillas.
-Muy guapo, venga, vamonos que he quedado con mis amigas.
-Vaale- suspira- me metes a mi prisa y después tú tardas una hora en ducharte y arreglarte el pelo.
Le lanzo un beso y él rodea los ojos.
Salimos de casa, le digo que me guarde las llaves y mi móvil.
Llegamos, mis amigas están en la entrada esperandonos, se las presento y después nos vamos a dar una vuelta.
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Mi chico perfecto
RomanceMiriam Fernández es una joven emeritense que en un viaje conoce a uno de sus idolos, Fabio Quartararo, ¿habrá química entre ellos o él la tratara como a una fan?