Después de cuatro años de estar separados Christian ha adoptado un estilo de vida muy peculiar, pero su deseo de venganza no ha desaparecido en todos estos años. Pero quien sabe una sorpresa muy importante en su vida tal vez lo haga cambiar de parec...
- Aquí vamos Ana, esto debiste hacerlo desde hace mucho tiempo y nos hubiéramos evitado de tantos problemas. - Pero solo pensar en mi bebe me reconforta es lo mas hermoso que me ha ocurrido en la vida. Tenerlo tan pequeñito entre mis brazos después de todo lo que tuvimos que pasar valió todo mi sufrimiento.
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Hace mas de 3 años atrás.
Me retuerzo de dolor. Las contracciones cada vez son mas fuertes. Trato de levantarme pero el dolor no me lo permite.
- Ayuda...... ayuda por favor.- Trato de gritar con todas mis fuerzas. Pero no veo a nadie que pueda auxiliarme.
- Mi bebe.....mi hijo. No quiero perder a mi hijo.- Balbuceo mientras sostengo mi vientre y trato de levantarme.- Dios ayúdame, ayúdame por favor.
Trato de sacar fuerzas e impulso mi cuerpo apoyándome contra unas rejas próximas a mi.
- ¡Oh Dios mio!.- Siento un chorro de liquido decender entre mis piernas. - He roto fuente.
- Mi señor no permitas que le pase nada a mi bebe. No por favor.- Saco fuerza sobrehumana y camino unos pasos tratando de divisar a alguien que me auxilie. Pero una contracción mas intensa y dolorosa que la anterior me tumba al suelo nuevamente sin remedio.
Las lagrimas inundan mi rostro y la imagen de Christian que llega a salvarme hace su aparición. Pero es solo un espejismo. - Christian voy a perder a nuestro hijo. A Teddy. Tomo mi vientre, lo acaricio, lo protejo y presiento que mis fuerzas para resistir tanto dolor me abandonan.
- Criatura. Dios mio.- Siento unas manos levantar mi cabeza. Al fin Dios escucho mis ruegos.Una mujer con hábitos me mira a los ojos con tristeza. Ojos grises. Dios y Christian están presentes.
- Ayúdeme por favor. Ayúdeme.
- Claro que si mi niña.- Me arrulla entre sus brazos.- Aguanta.....aguanta.
- Que ocurre madre.- Otra monjita hace su aparición.- Esta niña va a dar a luz. Tenemos que llevarla a un hospital inmediatamente.
En minutos siento que me cargan y me suben a un auto. Ambas monjitas me acarician, me protegen y rezan por mi.
- Todo saldrá bien tienes que ser valiente por tu bebe.- Me dice mientras me limpia el sudor de la frente.
Ahhhhhhhhhhh.- Grito del dolor. Tengo que aguantar por mi bebe. Mis respiraciones son aceleradas. No puedo permitirme pujar. Ya me advirtieron que mi bebe viene volteado. Si lo hago antes de llegar al hospital puedo asfixiarlo.
- Tu familia criatura como avisamos a tu familia. - Le entrego mi cartera y le digo que llame a Laura.
- Llamela dígale donde me llevan. - Eso el lo ultimo que recuerdo cuando me desvanezco.
