COMO QUIERES QUE TE QUIERA (Continuación de Desde que te vi te ame)

CAPITULO XXIX: MI AMOR, MI DIOS GRIEGO Y MI SUMISO (PRIMERA PARTE)

POV. CHRISTIAN.

Estoy paralizado en medio del gran salón a escasos metros de Ana. La oigo llorar. Que idiota fui al decirle que no le di importancia. Pero eso fue para mi. Nada relevante. Fue una sola vez. Nunca me gusto ser sumiso. Siempre dominante. Así empece. 

- Ana.- La tomo de los hombros y hundo mi nariz en su cabello. Aspiro fuertemente buscando inspiración de Dios sabe donde. 

- Ahora no Christian.- Mueve los hombros para soltarse y se va en dirección al cuarto de nuestro hijo.

¡Mierda!

No dejara que le explique, esta molesta. Le daré su espacio, la ultima vez me sirvió. Ojala que esta vez también surta efecto.

(....)

8:30 p.m

En pleno vuelo rumbo a Canadá observo por la ventanilla pensativo. No me gusta esperar tanto tiempo para reconciliarme. Aunque en realidad no estamos peleados como parece. Solo esta molesta, pero ya no aguanto mas tiempo estar alejado de mi familia para darle su espacio. Veo a Gulfstran la azafata del avión de Grey Enterprises Holding Inc. regresar de la habitacion donde Ana y nuestro hijo se han ido a refugiar de mi presencia.

- Esta dormidos.- Le digo nervioso. No puedo creer que la única forma de acercarme a ella es esperar a que este dormida.- Niega.

- Están jugando. Que encantador es su hijo señor y se ve que le hace falta que usted se integre. Frunzo el ceño.- Lo llama a cada momento. Es todo risas. Lo quiere mucho.- Suspiro fuertemente. Me extraña y la mama también. Por lo menos se divierten sin mi. 

- Gracias por atenderlos.

- De nada. Usted desea algo.- Niego.-

Miro a Taylor, Sawyer y Liam en una amena conversación y recuerdo cuando Ana me dijo que debo ser generoso con la gente que trabaja para mi. En especial la gente que me cuida. Gratitud Christian. Lo recuerdo muy bien. 

- Gulfstran

- Si señor.- Me mira atenta.

- Llévales un botella de vino.- Le señalo con la mirada y asiente. 

- Enseguida señor. - Que tengan algo con que amenizar su conversación durante las dos horas y media de vuelo.

Decido que ya no aguanto mas la espera. Necesito estar con mi familia. Cojo mi chaqueta, media botella sauvignon blanc y dos copas. Tengo un obsequio para mi hijo que cargo desde la tarde. Tal vez eso ayude a romper el hielo y podamos celebrar.

- Papi.- Mi pequeño corre hacia mis brazos ante la atenta mirada de su madre. Nuestras miradas se conectan. Ha estado llorando ¿Por que Gulfstran no me dijo eso?. Tal vez disimulo delante de ella.¡Mierda!. Odio que llore y mas por mi causa. Quiero que ria y sea muy feliz a mi lado. Pero siempre la oscuridad esta atenta para jodernos la vida cuando mas felices estamos y aun falta mucho que sortear. 

- Puedo quedarme.- Le digo y ella asiente limpiándose las lagrimas. Dejo las botella y las copas en una mesita próxima y tomo a mi hijo en brazos para acércanos a su madre. Sonríe cuando me tiene cerca. Eso significa una cosa. Me ha perdonado. - Tengo un obsequio para nuestro hijo. Me lo entregaron hoy cuando estuve en Diamonds.

- Otro.- Al fin me dice algo. Mi corazón palpita. Escuchar su voz me devuelve el aire que necesito para respirar. 

Le entrego una estuche azul aterciopelado que contiene la medalla de la virgen Marìa y el niño Jesús que mande preparar para nuestro hijo, con nuestro anillos de Belice. 

- Ábrelo.- Una gran sonrisa ilumina su rostro y el mio. La amo. La amo mas que a mi vida. Ella y mi hijo son lo mas valioso que tengo y si los perdiera moriría. Ya no tendría sentido vivir.