Capítulo Diez.
Miro a Madison, estamos en mi casa, más específicamente en un rincón de mi habitación sentados en el suelo. Hace sólo unos pocos minutos ha parado de llorar y aún su respiración está en eso de calmarse. Ella sorbe su nariz y limpia su rostro con su mano, luego me mira. Sus ojos se ven hinchados, sus mejillas rojizas y sus labios demasiado oscuros. Aparto un mechón de su cabello de su rostro y lo dejó detrás de su oreja. Ella me mira y luego parpadea.
-¿Debo decírtelo, verdad?.-Pregunta con voz ronca. Yo le doy una pequeña sonrisa.
-No hace falta cariño, no si tu no quieres o no estás lista. Estoy aquí para ti, no me iré a ningún lado. Sólo dilo cuando estés bien con eso.
-No tiene caso seguir ocultandotelo, todos allá ya lo saben. Quiero que lo sepas por mí.
-Entonces dímelo, linda.
-Estoy embarazada. Hay un pequeño bebé creciendo dentro mió.-Me dice y yo asiento. Una parte de mi lo sabía, pero la otra, está totalmente sorprendida.
-¿Esa es tu gran mochila?.-Pregunto y ella asiente.
-Que estés esperando un hijo no quiere decir que no puedas tener un novio o que tengas prohibido hacer amigos o algo así. Si una persona te quiere, ninguna mochila será suficientemente pesada como para dejarte.
-En mi antiguo Instituto... Me fui porque todos se han enterado.
-¿El padre?.-Pregunto y ella ríe un poco.
-En verdad, para el solo he sido un juego. Yo pensé que eso únicamente sucedía en películas o en libros, pero fui una apuesta para el.
-Lo lamento.-Susurro y ella niega con la cabeza.
-Jugó conmigo, fingió absolutamente todo. Me entregué, le conté que ya habían jugado conmigo...pero no le importó. Aún así, lo hizo el también.
-¿Fue tu primera vez?.-Pregunto algo temeroso. Ella asiente.
-La primera, si. Dijo que en su primera vez ninguna mujer puede quedar embarazada, que podíamos aprovechar eso y no usar condón.
-Gillipollas. Todos sabemos que eso puede pasar. Cabron de mierda.-Digo molesto. Ella asiente. Tomo su mano.
- Cuando se lo dije... El ya lo sabía. Lo filmó todo, fui el hazmerreír de allí. No lo soporte, no soy fuerte. Sólo hui.
-Si que eres fuerte, Madison. Eso no está en duda.La abrazo contra mi cuerpo y acaricio su cabello. Apoyo mi cabeza sobre la suya y cierro mis ojos. Siento impotencia y ganas de asesinar al imbécil que jugó con ella, que la lastimó, la despojo de su virginidad y la humilló.
-¿Tu hermano será padre?.-Pregunto entrelazados mi mano con la suya.
-No. Fue lo primero que se me ha ocurrido. No me gusta mentir...pero no podía decirte la verdad.
-No te estoy recriminado nada.-Digo sonriendo.Pensé que sería un tío si llegaba a ser novio de Madison. Pero ahora la situación ha cambiado, no existe ese sobrino suyo. Si no, un hijo. ¿Estoy dispuesto a ser padre de un hijo de otro hombre? No lo sé. Sólo se que Madison me gusta como jamás me gustó alguien.
-¿Por eso siempre llegas tarde a clases?.-Pregunto y ella respira hondo.
-Si, mis náuseas son muy tremendas. Ahora van calmando un poco, la doctora ha dicho que pueden desaparecer por un tiempo.
-¿De cuanto tiempo estás?.-Pregunto curioso.
-Mañana entró al cuarto mes.
-¿Y sabes que será?.-Pregunto y ella ríe un poco.
-Yo pienso que será un niño, en una semana más quizás me lo confirme la doctora.La puerta de mi habitación es abierta, ambos dirigimos la mirada hacia ella. Mi hermana pequeña entra vistiendo un tutu rosado. Sonrió en cuanto la veo aunque ella no me vea a mi.
-Ashy.-Me llama y yo río por ese apodo nuevo.
-Aquí preciosa.-Le digo y ella mira hacia donde estamos. Frunce su ceño al ver a Madison.
-¿Quién es ella? Yo puedo ser la única chica que te abrace y entre a tu habitación.-Dice haciendo un puchero tierno.
-Tienes razón cariño, eres la única, lo juro. Ella no es una chica, es una mujer.
-¿Es distinto?.-Pregunta confundida.
-Lizz, mira te presento a mi amiga Madison, Mad ella es Lizbeth mi hermana.
-Lizz, soy Lizz o Lizzy.-Dice sacandome la lengua.-¿Vamos al parque?Mad y yo caminamos detrás de mi hermana que corre y salta. Río cuando ella comienza a intentar atrapar una mariposa. Miro a mi amiga y rodeó sus hombros con uno de mis brazos y la atraigo a mi cuerpo.
-Descuida, preciosa. Todo va a estar bien.
Nos sentamos debajo de un árbol que nos cubre del sol. Mi hermana ahora intenta atrapar a una paloma que está vuela. Suelto un suspiro mientras la veo. Ella es diferente a los demás niños pero eso la hace única.
-Tu hermana es una niña muy energética.
-Si, le encanta estar al aire libre, correr mariposas, pájaros.
-¿No le gusta estar con otros niños?
-No. Mi madre pensó que era autista. La llevo a realizarse estudios para eso. Dieron negativo. Pero aún así, ella no se relaciona con los niños de su edad. Sólo cuando baila.
-¿Saben porque?.-Pregunta y yo juego con la cabeza.
-No, no lo sabemos. Pero eso no deja de preocuparme algunas veces. ¿Quieres un helado? Me dieron ganas de comer uno.
-Si, suena bien.-Me dice y yo sonrió. Me pongo de pie y la ayudó. Camino hacía mi hermana y la miro.
-¿Un helado?.-Pregunto y ella asiente energéticamente. Tomo su manito y vamos hacia la heladería que está del otro lado del parque.Cuando estamos allí, ya cada uno con nuestros helados, caminamos hacia una de las mesas y nos sentamos. Mi hermana observa los juegos con ambición.
-¿Puedo ir?.-Pregunta entusiasmada.
-Si, pero luego de terminar el helado. ¿Entendido jefa?
-Si capitán.-Dice riéndose y come de su helado.- ¿Te gusta mi hermano?.-Pregunta Lizz a Mad ella ríe.
-Eso no es algo en lo que debas interesarte pequeña.
-Vale.Comemos un poco más de nuestro helado en silencio pero mi hermana no parece gustarle eso.
-¿Me irás a ver a mi concurso de baile?.-Pregunta mi hermana a Mad.
-¿Me estás invitando?.-Pregunta Madison sonriendo .
-¡Si! Si eres amiga de Ashy eres mi amiga.
-Entonces con gusto iré. No me lo perderé.Mi hermana sonriendo se acaba su helado y corre a los juegos. Miro sonriendo a Madison.
-Ella odia a todas las chicas que me hablan. No se de donde salió eso de que mis amigas son sus amigas.-Digo divertido. Ella ríe y mancha mi nariz con su helado.
-Seguro que le caí bien. Siempre los niños me buscan para jugar.
-Eso no lo dudo, mi hermana es un diablillo con las chicas.-Digo riendo, empujó un poco su helado hacia su nariz y la ensucio ella ríe y yo limpio mi nariz.Hola, aquí les dejo un nuevo capítulo. Espero que les guste.
Capítulo dedicado a María Eugenia del grupo MSSS por haber sido la única que adivinar que significaba Dimber.
Gracias por leer.Les pido si pueden pasarse por mi otra historia en curso, Strong. Espero que les guste.
Besos y abrazos.