Capítulo 32
Golpeó el saco de boxeo imaginando la cara del imbécil de mi primo. Ya ha pasado una semana desde aquella noche en mi casa. Pero aún no podía sacar todo el odio que me estaba consumiendo.
-¿Peleaste con Madison?.-Pregunta Luke mirándome, le da una calada a su cigarro.
-Un poco... Estoy enojado todo el tiempo y ella hormonal, hemos chocado.
-¿Con quien tan enojado? Arruinas mi saco.-Dice y yo suspiro.
-Con el imbécil de mi primo. Necesito sacarme toda esta frustración, no quiero pelear con ella.
-Se aman, si se pelean, se arreglan
-No se trata de eso. No quiero estar peleando en mi relación. Tenemos una buena relación y no quiero que se arruine. Nos hace mal.
El asiente. Me saco los guantes y los dejo caer al suelo. Miro a mi amigo fumar.
-¿Me das uno?.-Pregunto y el niega.
-Lo has dejado amigo.-Me dice él y yo suspiro.
-No volveré por solo fumar uno. Lo necesito.-Le pido y el algo dudoso me tiende su caja y yo tomo uno. Lo enciendo y le doy una calada.
-No es por sonar como una mierda sentimental pero Ashton, estoy orgulloso de ti. De lo que haces, de quien eres. Siempre vi algo en ti que supe que era de valorar. Me alegra tener un amigo como tú.
-Intento dar lo mejor de mí.
Mi celular vibra en mi bolsillo y lo saco. Es un mensaje de Madison respondiendo el que le mandé hace un par de horas. Lo abro.
Estoy en la cafetería del mall. ¿te espero o nos vemos en mi casa?
Ya salgo para ahí. Espérame
Suspiro y termino el cigarro. Lo apago y dejo caer la colilla al cenicero.
-Debo irme, logré que Madison quiera verme.-Le digo tomando mi chaqueta y las llaves del auto.
-Hablemos luego.-Me dice y yo asiento.
Conduzco hacia donde me dijo que estaba. La cafetería solo queda a veinte minutos de la casa de Luke. Cuando llegó. Estaciono el auto, bajo y entro. Miro en busca de ella y frunzo el ceño cuando la encuentro sonrojada hablando con un tipo. Ambos están sentados en una mesa.
Siento algo en mi estómago. No me gustaba sentirme así.
Caminé hacia donde ellos estaban y me pare al lado de su mesa. Madison riendo de lo que el tipo dijo me miro.
-Hola.-Dice ella mirándome. Yo asiento. Ella se hace a un lado y me deja un lugar para sentarme. Yo algo dudoso lo hago. -Freddie el es Ashton, mi novio.-Me presenta -El es Freddie un viejo amigo. Muy viejo, del otro instituto.-Dice con una enorme sonrisa.
-Me encantó volver a verte Madi, estás hermosa y me alegro que estés bien.-Dice el poniéndose de pie.- Sera mejor que me vaya antes que se me haga tarde. Debemos juntarnos otra vez.-Dice el y besa la frente de mi novia.
Luego de unos minutos, el se va. Ninguno de los dos dice nada por un tiempo corto. Se siente el silencio incomodo entre nosotros. Ese silencio que nunca existió antes.
-Te ves hermosa.-Le digo y ella suspira.
-Gracias.-Me dice, se ve incomoda. Tomo su mano sobre la mesa y la acarició.
-¿Como te sientes?.-Pregunto y ella me da una media sonrisa.
-Estoy bien. ¿Tu como estás?-Pregunta.
-Me está matando esta charla vacía que estamos teniendo. Odio discutir contigo.
-Tambien lo odio.-Dice ella suspirando. Se apoya en mi brazo.
-¿Que clase de amigo era el?.-Pregunto algo cauteloso.
-Era un buen amigo. Se mudo antes de que yo salga con George. Lo conocí cuando tenia once.
-¿Debo preocuparme?.-Pregunto y ella me mira.
-Yo debería preocuparme. El juega para el lado contrario.
-¿Que?.-Pregunto sin entender.
-Que el es gay. -Me dice tomando mi rostro entre sus manos. Yo junto nuestras frentes y acarició su mano.
-Mejor.-Susurro.-¿Me perdonas amor?.-Pregunto y ella asiente.
Depósito un beso en sus labios y me quedo así junto a ella unos cuantos minutos hasta que somos interrumpidos por la camarera.
-¿Van a pedir algo más?.-Pregunta ella.
-Quiero un chocolate caliente, ¿Quieres algo amor?.-Le pregunto mirándola.
-Si, lo mismo.-Dice y la camarera asiente.
-Son veinticuatro dólares.-Dice y yo saco la plata de mi billetera y se la tiendo. Ella se retira.
Miro a mi novia y vuelvo a besarla. Pero esta vez no me separo hasta que nos quedamos sin aire.
-Hueles a cigarro.-Dice haciendo una mueca.
-He fumado uno. Pero Luke fumo como cuatro o cinco mientras estábamos juntos. Capaz se me pegó el olor.-Le cuento y ella asiente con una mueca.
-Crei que lo habías dejado.
-Lo deje. Solo fue un cigarro amor. No comenzaré a fumar tantos como antes.
-No te lo prohíbo, no quiero que se malentienda. Te conocí cuando fumabas y lo entiendo. Pero no quiero que te haga mal.
-Lo se nena. -Le digo y picoteo sus labios otra vez. Siento algo frío en la parte baja de mi espalda lo que causa que me asusté.
-Soy yo .-Me dice ella y asiento.
-Estas helada.-Digo y me sonríe
-Por eso acepté el chocolate caliente. Tengo frío.-Me dice y yo asiento. Me quito mi chaqueta y la ayudo a ponersela.-Ahora tú estás desabrigado.
-Mejor yo que tu. Tú tienes a un bebé dentro. Además estoy bien ,puedo lucir mis músculos.-Digo bromeando.
Mientras estamos en la confitería por fin podemos volver a ser nosotros. Odio pelear con ella, porque en tan poco tiempo se volvió alguien vital para mi.
Estar sin ella duele.
Estar sin ella es como vivir con solo la mitad del corazón y caminar por clavos estando descalzo.
Estar sin ella, para mi, ya no es vida.
Estar sin ella se siente aterrador.
-Ash.-Me llama y yo la miro. Ella me da una pequeña sonrisa.-Quiero que me acompañes a comprar algo que vi. Para el bebé.-Me dice y yo asiento.
-¿Ahora?.-Pregunto terminando mi chocolate caliente.
-Si, no quiero que se acabe .
Cuando salimos del negocio donde compramos lo que Madison quería, se sienten gritos y luego dos fuertes estruendos.
Luego ya no recuerdo nada.
Todo se hizo negro.
