Capítulo 26.
Mi novia me mira algo incomoda desde su lugar en la mesa. Por alguna razón, mamá no la dejo sentarse a mi lado, si no, frente a mi.
—¿Tú hermano ya está por volver? Me gustaría conocer a tu familia.—Dice mi madre.
—Se supone que ya debía volver pero siempre ponen otra cosa para hacer y cancelan la vuelta. Espero que vuelva pronto. Lo extraño.
—¿Y tú madre?.—Pregunta ella algo insegura.
—Mamá se quedó en nuestra antigua ciudad. Ella no podia marcharse... y yo solo deseaba irme.
—¿Porqué querías irte?.—Pregunta ella curiosa.
—Mamá, no eres un detective.—Le recuerdo.
—Mi primer relación no fue muy buena y yo termine siendo un chiste para todos... Sólo quería volar de ese lugar.
—¿Y tú mamá porque se quedó?.—Pregunta y yo bufo.
—Mamá piensa que irse de esa casa es dejar a papá atrás. Ella vivió todo su matrimonio con mi padre ahí y no quiere soltarlo.
—¿Qué le paso?.—Pregunta Lizzie mirando a mi novia. Ella le sonríe y antes de que responda, yo le indicó a mi hermana que siga comiendo.
—¿Qué le paso?.—Pregunta mamá y yo niego con la cabeza.
—Lo asesinaron...
—Lo siento.—Dice mi madre y mi novia se encoge de hombros.
Cuando estamos por terminar de comer , mi madre vuelve abrir su boca para seguir molestando.
—¿Ashton te presento a sus abuelos?.—Pregunta ella.
—Si, ellos han sido amables.
—Un primo de Ashton está enfermo y Ashton no quiere ir, supongo que es por ti...
—Mamá detente. Hazlo o me enojare demasiado.
—¿No quieres ir? Esta mal que Ashton no quiera apoyar a su família, ¿Verdad?
—No me corresponde meterme en ese tema...
—Ya es hora de que nos vayamos.—Digo poniéndome de pie molesto. Madison hace lo mismo, tomo lo que hemos usado para comer y lo llevo a la pileta.
Diez minutos más tarde, estamos acostados en su cama, abrazados.
—Odio que lo tenga como una buena persona después de todo el daño que te hizo.
—Está muriendo, Ashton. Necesita apoyo... y si alguien se lo quiere dar, que se lo de. Él me hizo daño y ya lo supere. Tu me ayudaste a curarme.
—Encima ella pretende que yo vaya a verlo.
—Ella no lo sabe.
—El me pidió que yo nunca lo contará. El tuvo los huevos para pedirme eso.
—¿Tú que le dijiste?
—Que él es mi hijo. Y todo el mundo eso sabrá.
Ella no responde, se acomoda mejor y me mira. Acaricia mi mejilla y luego deposita un beso corto sobre mis labios.
—Nos conocemos desde... Casi nada, Ashton.
—¿Eso que tiene?.—Pregunto entrelazando nuestras manos.
—Que me preocupa de que esto no termine bien
—Ya lo hemos hablado, Madison.
—Escuchame, te amo, de verdad te amo. Y se que tu me amas a mi. ¿Pero si el amor se termina?
—¿Porqué se terminaría, Madison? Te amo demasiado y también amo a ese bebé. No te sientas con miedo. Ustedes siempre serán parte de mi corazón.
—Lo siento.—Dice ella y yo niego con la cabeza.
—Está bien, cielo. Estamos bien, estaremos bien. Seremos nosotros tres contra todo lo que se interponga en nuestro camino. Siempre será así. Sé que llevamos meses juntos, se que eres mi primer novia y que la gente puede no verlo bien.Pero me importa una mierda la gente, yo quiero esto para mi. Nunca nada se ha sentido tan bien, tan correcto.
Ella únicamente me brinda una sonrisa y deposita un beso en mi pecho. Siento un pequeño movimiento en su estómago y la miro sorprendido. Ella también me mira y sonríe.
—Tal parece que le gustó escuchar eso.—Digo sonriendo.— A ver si escucha que queremos conocer que será en la próxima ecografía.
—No lo presiones.—Me dice ella y yo la obligó a mirarme entonces, la beso.
—Te amo.
Por la mañana siguiente, cuando me despierto, siento ruidos en el salón. Miro a mi chica aún plácidamente dormida y sonrió. Con mucho cuidado, me pongo de pie y salgo de la cama para ir hacia el baño.
—¿Tú quien eres?.—Dice una voz femenina llamando mi atención pero a la vez asustandome. Me volteó para ver a la dueña de la voz y me encuentro con una linda chica mirándome algo asustada.
—¿Quien eres tú?.—Pregunto confundido.
—La novia del dueño del departamento.
—Yo soy el novio de la hermana. Me he quedado a dormir. Soy Ashton, un gusto...
—Keilah.—Dice ella y yo asiento.—Te dejo seguir con lo tuyo.—Me dice sonriendo y se aleja por el pasillo.
Luego de ir al baño, vuelvo donde Madison esta, ahora, sentada en la cama fregando sus ojos. Al verme, me sonríe.
—Te ves sexy.—Me dice ella y yo río.
—¿Si? Eso es genial, porque justo ahora, tu estas muy sexy.—Le digo y ella sonríe. Se pone de pie y camina hacia mi y me abraza.—Buen día, linda.
—Buenos días lindo mío.—Dice y yo río. Presionó nuestros labios y luego me separo.
—Y estás más tierna.—Digo aún abrazandola.
—Tengo muchas ganar de abrazarte y besarte todo el día.
—Y no sabes cuanto me encantaría eso amor, pero creo que tu hermano volvió... y dudo que quiera que este así con vos.
—¿O me vas a embarazar?.—Dice ella y yo río.
—Ese no sería un problema ahora, por un poco de respeto supongo.
—Iré al baño, me cepillare los dientes y quiero un beso bueno.
—Siempre que quieras lo tendrás.
Ella riendo, sale de la habitación. Me siento el la cama y me pongo mis zapatillas y remera. Cuando acabo, mi novia entra y camina directamente hacia mi, me empuja haciéndome caer sobre la cama y luego se coloca a horcajadas sobre mi cuerpo. Inmediatamente, la rodeó por la cintura.
—Salvaje.
—Quería un poco de acción. Ahora quiero mi beso.
Me siento con ella aún encima mío y le doy lo que me pide. Uno nuestros labios.
