Capítulo 14
La miro, ella sólo se dedica a mirar al mar. He conducido unas horas para llegar a la playa pero este lugar nos brinda una tranquilidad única.
- No quiero dejar el instituto. No quiero darle ese ejemplo a mi hijo.
-No te vayas, Mad. No creo que la gente se burle de ti siempre.
-¡Maldición! No quiero vivir escapando. No hice nada malo.
-Ven aquí cariño.-Le digo y ella se apoya en mi. La rodeó con mis brazos y beso su cabello.-No permitas que esa estúpida te lastime. Tu eres la que tiene el poder de lastimarla. Te ve como una amenaza. Eres mucho más bonita que ella. Teme que robes su lugar entre los chicos. Por eso hace esto. Por eso intenta lastimarte.
-Puñes lo logra. Ya no quiero ni pisar ese Instituto. Voy en mi último año, quiero terminar. Quiero hacer las cosas bien para mi bebé.
-Pues termina, si no es ahí, que sea en otro lugar pero no dejes que nada te detenga. Sólo tú puedes detenerte.
-Eres mi mejor amigo.
-Y tu sigues intentando alejarme.-Digo divertido. Ella me mira un momento.
-No quiero alejarte.
-Me remarcas todo el tiempo que soy tu amigo.
-Porque lo eres. Y espero que pase lo que pase entre nosotros, siempre poder llamarte amigo.
-¿Aún si fuéramos novios?
-Aún si tu te cansas de mi y te enamoras de otra mujer.
-Ósea que no me envías a la friendzone.
-No, aunque a veces, quizá sea algo involuntario.Nos volvemos a quedar en silencio, ella se pone de pie y se saca sus zapatillas. Me mira y me tiende la mano. La tomo y me empujó hacia arriba para levantarme. Rodeó mi brazo en su cintura y caminamos hacia la orilla. El agua cuando llega nos moja los pies. Ella me empuja un poco y yo río. La tomo con cuidado en mis brazos y comienzo a correr con ella quien chilla. Algunas de las personas que se encuentran en la playa, nos miran con diversión mientras que otras con molestia. Ignoro las miradas y vuelvo hacia donde dejamos sus zapatos. Ella antes de bajarse, me besa. Con una sonrisa en mis labios la dejó en el suelo y entrelazo nuestras manos.
-¿Tú casa es lejos?-Pregunta ella y yo niego con la cabeza.
-Queda a unas cuadras y no es mi casa, es la casa de mi abuelos, pero ellos no estarán.
-Bueno, la casa en la que me invitaste.
-Vamos, debemos comprar algo de camino.
-¿Tus abuelos saben que irás?.-Pregunta ella y yo niego. Entrelazo nuestras manos y la guió a mi auto.Mientras estamos en el supermercado , parecemos una tipica pareja. Meto varias cosas en el carrito y ella mete otras tantas. Compramos lo suficiente para no tener que volver en nuestra estadía.
Mientras estamos en la caja, quiero golpear al estúpido cajero. Le sonríe a Madison continuamente. Cuando termina de pasar todas nuestras cosas. Le tiendo mi tarjeta. Luego de dos minutos. Firmo los papales que me da y antes de salir. Tomo las bolsas y camino con Madison a mi lado.
Nos subimos a mi auto y me dirijo hacia la casa de mis abuelos. Al llegar ambos bajamos. Una vez dentro de la casa, miro a mi amiga.
-No tienes derecho a sentirte fea cuando me tienes como loco a tu alrededor y ese idiota intentaba seducirte. Joder, no soy tu novio pero quería decirle que eras mi chica.
-De todas formas, no me interesa él.
-Pues, el no lo sabe. E intentaba que lo mires.Punto de vista Madison.
Cuando entramos a la casa, no parece estar vacía. Notó como Ash frunce el ceño mientras deja las llaves en la mesita al lado de la puerta. La casa es bella. Y tiene olor a comida recién hecha.
Ashton toma mi mano y camina hacia la cocina donde se sorprende al veré a una señora que sonríe maravillosa en cuento lo ve.
-Pero si es mi bebito lindo.-Dice caminando hacia el y abrazandolo.
-Abuela, no sabía que estaban aquí.-Dice el abrazandola.
-Hemos decidido mudarnos aquí.-Dice ella y luego me mira.-¿Y está hermosa mujer?.-Pregunta y yo me sonrojo.
- Abuela, ella es Madison, mi amiga. Madi ella es mi abuela Alice.
-Un gusto conocerla señora.
-¿Amiga? ¿Solo amiga?.-Pregunta su abuela sonriendo.
-Por ahora es mi amiga, espero que podamos ser más que amigos.Su abuela sonríe y luego me abraza. Se separa de mi y mira mi estómago. Ella mira a Ashton y luego a mi.
-¿Este bebé será tu hijo?.-Pregunta su abuela y yo me sorprendo.
-Es mi bebé. Sólo mío.-Le digo y ella me da una mirada triste. Al menos no anda jugándome.
-¿Te molesta si pregunto por el padre?.-Pregunta ella y yo niego con la cabeza.
-Un cabron de mierda.-Dice Ashton y su abuela lo reprende.
-Sin insultos. Boca sucia.
-Es lo que él es. Una basura ocupando el oxígeno.Su abuela asiente y nos invita a sentarnos. Ella pone frente a nosotros unas galletas recién horneadas y que va, soy la primera en tomar una. La llevo a mis labios y parece que emito un gemido porque ambos ríen.
-Está deliciosa.-Digo y Alice asiente sonriendo.
-Son las galletas favoritas de mi marido. ¿Se quedarán?.-Pregunta su abuela y Ashton asiente.
-Si, unos días si no te molesta.
-Vale, pero esta casa no es un lugar donde puedan tener sexo.
-Nadie busca tener sexo abuela. Ella necesita unos días alejada de toda la mierda.
-Mañana vendrá tu primo, Ashton. No armen pelea.
-Si el no me busca yo no peleare.
-Por favor, es mi nieto también.
-El que sólo te busca cuando algo necesita.
-Sigue siendo mi nieto. Vendrá con su novia.
-Vaya, ha dejado de ser un puto. Lo facilito.Ashton me mira un momento, parece que de repente se acordó de algo. Niega con la cabeza y sigue caminando. Cuando entramos a la habitación, me sonríe.
-Aquí está la habitación. Como verás es algo acogedora, pero tiene baño. Pero sobretodo, lo que más me gusta es esto.-Dice corriendo la cortina. Se ve como la playa está iluminada por los faroles.
-Es muy lindo.
-Lo es. Tenemos solo está cama y hay otra habitación, pero esa tiene muchos cosas porque normalmente no se usa.
-Supuse que dormiriamos juntos.-Admito y el ríe.
-Yo esperaba eso, pero no quería presionar. Así que dormiremos juntos.-Dice sonriendo.Niego con la cabeza mientras río. El se detiene y me mira fijamente. Me remuevo un poco incomoda.
-¿Cómo es que mi abuela supo que estabas embarazada?
-Se nota... un poco. A simple vista no porque uso ropa holgada. Pero se nota.
-¿Me dejas verlo?.-Pregunta con curiosidad. Yo asiento. El se acerca a mi y me levanta la sudadera hasta debajo de mis pechos.Mira mi pequeño vientre fijamente durante un tiempo, luego algo tímido lleva su mano a el y lo acaricia. Mi respiración se detiene.
-¿No se supone que tiene que ser más grande?
-Eso se supone. Pero no puedo subir de peso. Por más que como, todo se va.
-Eso puede ser peligroso.-Dice haciendo una mueca.
-Lo se. El lunes mi doctor me dirá como está mi bebé. Y depende de eso, me dará una dieta.
-¿No patea?.-Pregunta aún con su mano en mi vientre.
-No, Ash. Mi bebé es pequeño.
-¿Cómo una uva? ¿O como un poroto?.-Pregunta.
-Supongo que es como un tomate. No lo se, veré como esta el lunes.
-Dímelo. Quiero imaginarmelo.
-Vale.-Aceptó riendo. El me mira y saca su mano de mi vientre, pone sus manos en mis mejillas y guía sus labios a los míos.