Capítulo 40
-¿Ashton?.-La escucho susurrar.
-Estoy aquí.-Le hago saber y ella se relaja aún sobre mi pecho. Acarició su cabello y luego depósito un beso allí.-Lamento haberme ido así.
-Lo siento.-Susurra ella.Ambos nos quedamos callados sin nada que decir. Este tipo de silencio es el típico que produce incomodidad.
-Tienes voz.-Me dice ella de repente, removiéndose y mirándome.
-Aja.
-Y lamento haberte dado a entender que no. Estoy nerviosa. Tengo miedo. Él no merece a un padre como George. Por eso quería aceptar que sea como un tío... Porque el se hartará de eso y se irá... Nunca será tan apegado a el. No compartirá tiempo a solas con él y no tendrá poder sobre el.
-Vale.
-¿Me odias?.-Pregunta ella y yo niego con la cabeza.
-Te amo. Por eso me enojo, por eso odio que el formé parte de nuestras vidas.
-Si quieres... Podemos ir por el camino difícil.
-No, tenías razón. Todo eso afectará a nuestro hijo y será mejor así. Que el este pero a la distancia. Odiaría tener una tenencia compartida.Cuando por fin nos permiten ver a nuestro hijo nuevamente, noto que el ya no luce hinchado ni tan colorado. Ahora sí cualquiera vería que es un niño lindo.
-Parece ser que fue un bebé inteligente que quiso ser igual a su mamá.-Digo y ella sonríe.
-Espero que mis genes no ganen cuando tú me embaraces.
-Umh, yo quiero niños hermosos como tú. Nathan lo es, por suerte.
-Te amo Ash. Y gracias por estar siempre conmigo. Y no dejarme en ningún momento.
-Estoy complacido de hacerlo. Nada que agradecer. ¿Te parece si cuando te dan el alta llevamos a este hermoso bebé a conocer a su abuela?.-Pregunto y ella asiente.🙈🙉🙊🙊🙈🙉🙊🙊🙈
Cuando bajo del auto, ayudo a Madison hacerlo. Nuestro bebé está en la sillita que tuve que comprar cuando le dieron el alta y me enteré que no podía viajar en brazos.
-¿Porque quieres que vivamos aquí y no en nuestro apartamento?.-Pregunto mientras abro la puerta de mi casa.
-Tu madre me solicito si podíamos quedarnos aquí... Los primeros meses. Dice que será más sencillo, ella nos ayudará. Y así... Podría volver para terminar el instituto.
-Vale. Nos queda solo una semana de vacaciones. ¿Crees que el bebé puede separarse con solo una semana?.-Pregunto intrigado.
-No lo se. Nunca antes tuve un bebé.
-Buen punto cariño.Cuando estamos entrando a la casa, inmediatamente tenemos a Lizzie sobre nosotros intentando ver al bebé. Madison se agacha un poco y se lo deja ver con mayor claridad. Mi hermana fasinada deposita un pequeño beso en su cabecita.
-Sere una buena tía. Prometido.-Dice ella y yo sonrió. Amo a mi hermana.
-Lo malcriaras.-Le digo y ella me sonríe mostrándome todos sus dientes.
-¿Mami ya vuelve?.-Pregunta y yo asiento.
-Si, ella está volviendo hoy. ¿Donde está la abuela?.-Pregunto y me señala la cocina.Tomo la cintura de mi novia y voy hacia la cocina con ella. Al estar ahí, mi abuela está tomando té junto a mi abuelo. Mi abuela nos mira boquiabierta. Ella aún no está muy feliz con mi relación, pero no me importa. Mi abuelo voltea y nos regala una sonrisa enorme.
-Pero miren quien están ahí.-Dice poniendose de pie con dificultad. Camina a nosotros y mira al bebé que está plácidamente dormido.
-Hola.-Saluda mi chica tímidamente.
-Hola hermosa. Felicidades.-Dice viendo al bebé.-Es un niño hermoso, ¿Como se llama?
-Es hermoso como Mad. Pero lo más importante, es saludable. Se llama Nathan.
-Un muy buen nombre. Nathan O'Connell ¿Que más?
-Sumpter.-Dice mi chica.
-Tiene dos buenos apellidos.-Dice él y yo río.- Cariño, acércate a ver.-Le dice a mi abuela.Cuando por fin estamos solos con el bebé, lo recuesto en la cuna que me ayudó armar mi abuelo.
-Me iré a bañar, ¿Puedo?.-Dice Mad y yo asiento. Me acerco a ella y depósito un beso en sus labios. Corto y húmedo.
-Ve. Yo me encargo mientras tanto.-Susurro y depósito otro beso.
-Me acabo de dar cuenta de algo.
-¿Que?.-Pregunto mirándola.
-No hemos hecho el amor.
-Lo se. Nuestro niño es un celoso que se quiso salir.
-Y a tu madre la internaron.
-No hubo suerte cariño, no importa. En otro momento será. Ve a ducharte... Hueles feo.
-Ashton.-Me grita sorprendida.
-Era broma nena, ve. Y no grites. Nate duerme.Tomo mi celular y capturó al Pacífico bebé. Aún me es extraño todo esto, pero me agrada. El niño hace una mueca y luego creo que hace algo parecido a una sonrisa y capturó otra foto. Pero para mi mala suerte, no llego a tomar la "Sonrisa"
-Niño, sonreíle a papi.-Le pido pero este no hace caso. -Niño malo.
Me pongo de pie y me saco la camiseta. Dentro de la casa hace calor. El bebé empieza a llorar así que rápidamente lo tomo en brazos y lo meceo un poco. Pero el niño no deja de llorar.
-¿Tienes hambre campeón?.-Pregunto y soy tonto pero espero una respuesta. Como es obvio que no la recibiré, camino hacia la puerta del baño y la golpeó.-Amor, creo que el bebé tiene hambre.-Le digo.
Ella sale del baño. Solo lleva un pantalón de lycra y su corpiño. Aún después de dar a luz, su cuerpo no luce mal.
-Dame.-Me dice y yo asiento, se lo tiendo y ella camina hacia la cama donde se sienta y le ofrece el pecho al bebé quien se lanza a él y comienza a succionar haciendo que mi novia haga mueca de dolor.
-¿Duele?.-Pregunto y ella asiente.
-Succiona con fuerza. Pensarás "Cuanta fuerza puede tener un bebé recién nacido" pero la tiene, créeme.
-Te creo amor. Iré a buscar algo para comer, ¿Que quieres ?
-Cualquier cosa Ash.-Me dice y yo asiento. Me acerco a ella y beso sus labios y la cabeza de mi hijo.
-Ya vuelvo con ustedes, no me extrañen.-Digo sonriendo.Soy feliz.
Feliz de verdad.
Ver a Madison con el bebé me hace sentir todo tipo de sensación en mi estómago. Es un regalo divino. Y agradezco todos los días por tenerlos en mi vida.