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Capítulo 20

Me encuentro sentado frente a Madison, ella por alguna razón me mira con el ceño fruncido.

—¿Qué ocultas Ash?.—Pregunta y yo la miro confundido.
—¿Ocultar? Nada Madison.
—Me estás ocultando algo. Lo sé.
—Bueno, tengo derecho a ocultarte cosas. Tu me ocultaste que estabas embarazada.—Digo algo molesto y ella me mira sorprendida.
—Oculta lo que quieras. No me interesa.—Dice antes de  ponerse de pie y alejarse de mi.

Sin poder controlarlo, golpeó con fuerza la mesa. Alguien pone una mano en mi hombro y me doy vuelta rápidamente.

Veo a la chica que se ha sentado está mañana junto a mi. Es la segunda vez que la veo desde que estoy en este Instituto.

—¿Ya eres soltero?.—Pregunta sentándose a mi lado e inclinandose enseñando de su escote.
—Eso no es algo de tu importancia.—Digo mirando la mesa. Notó que Madison se olvidó el celular así que lo agarró. La pantalla se enciende y veo la foto de ella, con el chico que me abrió el otro día la puerta tocando su panza.
—¿Esa es tu novia?.—Pregunta la chica.—O ex, lo que sea.
—¿Me das mi teléfono Ashton?.—Dice ella mirándome. Vuelvo a mirar la foto y suspiro. Le tiendo el celular y ella lo toma.

La veo alejarse otra vez, pero está vez me pongo de pie y voy detrás de ella. No quiero perderla por cosas que mi mente imagina tampoco quiero alejarla.

—Madison, espera.—Digo corriendo detrás de ella. La tomo por el brazo y la hago voltear.—Tenemos que hablar.
—No quiero hacerlo.—Susurra y yo muerdo mi labio.
—Tenemos.
—Podemos hacerlo otro día. Tengo que irme. Quiero irme.
—¿Te sientes mal?.—Pregunto preocupado. Ella niega con la cabeza.
—Hablemos, por favor
—No Ashton. No hay nada que decir. Lamento haberte ocultado a mi bebé pero quería mantenerlo a salvo. Nunca creí que tu serias mi amigo... menos creí que sería tu novia.
—Espera, no lo lamentes. Dije eso porque me sentí molesto y fue lo primero que se me ocurrió para que dejes de preguntar. Entiendo que si me decías del bebé, alguien podía oírlo.
—Bien entonces ya está. Ya hablamos, ahora me voy.
— No, no y no. Eres mi novia y tengo que evitar que te sientas mal.
—¿Soy tu novia aún?
—Claro que lo eres.
—Estas ocultandome algo. Necesito saber que es. No seré tu novia si guardas secretos.

La miro y suspiro. O me quedo sin novia o la cuido.

—Bien, estoy soltero entonces.—Digo y ella asiente. Notó como sus ojos se llenan de lágrimas.—Tu me diste esas dos opciones.
—Lo se. Sólo creí que... nada olvidalo. Debo irme.—Susurra y yo la suelto.
—Madison, te amo.—Le digo mientras la veo alejarse.—Pero prefiero cuidarte. Ella se da media vuelta y niega con la cabeza.
—No lo creo. No creo nada.—Susurra.

Espero a que Madison llegué, pero no lo hace. Así ha sido la última semana. Desde que hemos terminado ella no ha vuelto.

He llamado demasiadas veces pero no he obtenido ninguna respuesta de ella. Sólo el buzón de voz. He ido a su casa, he golpeado y nadie ha salido.

«No lo creo. No creo nada»

Ella ya no creía que la amaba.

—Tomaré como que has terminado con tu novia y ella está deprimida.—Dice la voz de Mayah. Pongo mis ojos en blanco y la miro.
—Déjame en paz, ¿Quieres? No me interesa ser tu amigo.
—A mi tampoco me interesa tenerte de amigo. Quiero otra cosa.
—Pues tampoco la tendrás. Amo a Madison y no la cambiaré.
—Pues ella parece haberte cambiado. Te tengo una noticia. Tu ex novia volvió y un hombre la trajo.

Me pongo de pie y voy en su búsqueda. Hoy Madison me va a escuchar. Puedo soportar no ser su novio pero no puedo superar perderla como amiga. No quiero perderla del todo.

—¿Buscas a tu gorda novia?.—Dice Melody y yo la miro.
—No está gorda, está embarazada. Y sea como sea que este físicamente, está mejor que vos.
—Estaba en el baño recién. Si te apuras, llegas.—Me dice y yo confundido corro hacia el baño y tal como ella dijo Madison está saliendo.

No es mentira lo que dije. Madison aún con su embarazo luce hermosa, le sienta bien. Aunque no se note mucho.

—Justo contigo quiero hablar.—Digo tomandola del brazo. Ella voltea a verme asustada y noto como se relaja al verme.
—Eres tú.
—Si, soy yo. A quien has estado evitando desde hace una semana.
—Ashton ya no somos nada, no necesito evitarte.
—Somos mucho Madison. Porque sobretodo, eres mi amiga. Puedo soportar que no seas mi novia, pero no que no seas mi amiga. Que no quieras ni siquiera verme.
—Basta Ashton. Los dos sabíamos como terminaría esto. Tu y yo separados.
—No, te equivocas. Estamos teniendo un pequeño problema pero no renunció a ti.
—Yo renuncie a ti.
—No lo hiciste. Me amas como yo te amo a ti.
—No, si eso fuera verdad no habría secretos de por medio. No voy a dejar que vuelvan a jugar conmigo Ashton. No voy a dejar que me vuelvan a lastimar.
—Lastimarte es lo que menos quiero. Eres... Eres todo lo que pienso Madison. Ya no se que decir.
—Dime ese secreto.
—Ese secreto te involucra. Quiero protegerte a ti y al bebé. Te lo diré, cuando sea el momento.
—Puedo cuidar a mi hijo, Ashton.
—George accedió hacerse los estudios. Algo no dio bien y están haciéndole unos estudios más complejos.
—¿Algo como qué?.—Pregunta ella.
—Los médicos le harán un estudio de Sida.

Como si fuera mio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora