Capítulo 35
Mi chica viene con una bandeja con nuestro desayuno, yo sonrió. Ella cada vez luce más hermosa.
-Tenias que dormir Ash.-Se queja al verme despierto. Yo solo sonrió. Me siento inmensamente feliz de poder estar con ella.
-Lo siento amor, he despertado. Que linda, me has traído el desayuno.
-Tengo que mimarte. Estuvimos mucho tiempo lejos.-Dice ella haciendo una mueca y caminando a la cama. Pone la bandeja de costado y se sienta.Suelto un suspiro, desde que me desperté hace ya dos semanas ella no deja de mimarme, no me quejo mucho de eso porque me encanta ser mimado. Pero detesto con todo el corazón esa mirada que ella me da. Esa mirada donde se siente culpable por lo que me sucedió.
-Amor.-La llamo y ella me mira.- ¿Que sucede con esa cena entre tú familia para que me conozcan oficialmente? Digo, que tú madre me haya conocido en coma, no tiene mucha importancia, no me conoce como soy... Y yo quiero conocer a mi suegra. Quiero ver si lo que se dice es cierto.
-¿Que se dice?.-Pregunta sonriendome.
-Que sol malévolas.
-Veras eso por tu cuenta. Cuando mejores podemos arreglar y hacerlo.
-Ya estoy bien nena, el doctor lo dijo.Ella suspira y me tiende mi café. Yo lo acepto y me quedo mirándola hasta que su rostro se sonroja y río.
-Aun no se como te sonrojas.-Le digo divertido.
-Es que siento que aún no me conoces completamente y me sonrojo.
-¿No te conozco completamente? ¿Te refieres a lo corporal no? Porque yo creo que te conozco demasiado.
-No Ash, tú conoces mi versión post George. No mi versión de antes. Era una chica confiada y segura. Me sentía bien conmigo misma y no era tan tímida. -Bueno, esa no parece ser la chica a la que llamo novia.
-¿Si en algún momento... Puedo recuperar esa personalidad... Me seguirás amando?.-Pregunta tímida. Yo sonrió.
-Te amaría de todas las formas habidas y por haber. Somos nosotros contra la corriente nena, siempre seremos nosotros.-Digo y me gano un buen beso de su parte.
-Te amo mucho Ash. Me hubiese gustado no ser tan confiada y haber esperado un poco... Para que tú hayas sido mi primero.
-De ser el primero no estaríamos esperando nuestro bebé. Yo sé usar los condones. ¿Pero sabes? Me conformo con ser el último que pueda estar contigo. Yo de verdad te quiero tanto para pensar en nosotros hasta ser ancianos.Ella solo me dedica una sonrisa y planta un beso en mis labios.
-Amo al bebé, pero sé que fue un error. Y si pudiera volver el tiempo atrás, no lo cometería. Yo acepto la responsabilidad porque ya está. Pero no volvería a elegirlo.
-Lo se. Eso ahora no tiene sentido. No se puede volver el tiempo atrás. Hay que caminar al futuro pisando el presente.Cuando abro mis ojos, me encuentro sobre el pecho de mi novia. Depósito un beso en su vientre. Ya quiero tenerlo en brazos. Es como que el tiempo se detuvo y ahora se hace cada vez más lejana la meta.
Me quedo recostado sobre ella un buen rato. Agradezco estar vivo, agradezco tener una familia que se preocupó por mi novia y agradezco al buen equipo médico que logro salvarme luego de casi morir desangrado.
Agradezco estar oportunidad de seguir viviendo.
-¿Hijo?.-Dice mi madre entrando a la habitación. Yo la miro y ella me tiende mi antibiótico.
-Gracias hermosa.-Le digo y ella me sonríe antes de salir de la habitación.Me gustaría saber el porqué es que mi madre siempre luce tan cansada, tan delgada... Tan mal cuidada. Siempre ha sido lo contrario. Le gustaba verse bien. Decía que para ser saludable, había que comer bien y desde luego, siempre fue muy activa. Algo le sucede. Pero no nos quiere decir.
-¿Ash?.-Susurra mi novia y yo la miro. Tiene sus ojos apenas abiertos.
-¿Que sucede amor?.-Pregunto y ella niega con la cabeza.
-Nada, solo quería saber si estabas despierto.
-Si, lo estoy. Me iré a duchar. ¿Ya vuelvo, si?
-Si.-Me susurra. Yo río y beso sus labios.Cuando salgo del baño, miro la hora en mi teléfono. Si, aún hay tiempo. Camino a mi ropero y me pongo un boxer corto celeste, un jean y mi sudadera blanca. Tomo mi gorra de los Yankees y me pongo en la cabeza. Miro mi cama, allí sigue durmiendo mi novia. Me da pena tener que despertarla.
-Amor.-susurro y ella me mira. Me rodea con sus brazos y me sujeta contra ella haciendome reír.-Hey, nena.
-¿Que quieres Ash? Te ves más bonito cuando me dejas dormir.
-Lo siento princesa.-Me lamento.-Pero tenemos que ir a comprar las cosas para el pequeño Nathan.
-Aun hay tiempo. Tu debes hacer reposo.
-He leído que el embarazo primerizo, suele adelantarse a la hora del parto unos quince o veinte días. Tenemos que estar precavidos. No queremos que nuestro niño llegue y no haya nada todavía.Ella bufa y ahora me mira. Acaricia mi mejilla y yo le sonrió. La amo demasiado. Tanto que aveces me pregunto si mi amor por ella es racional.
-Dejame cambiarme.-Me dice y yo asiento. Ella me repasa completamente.-Te ves muy guapo.
-Gracias mi cielo.Mientras caminamos por el centro comercial elegimos varias cosas. Pasamos frente a una joyería y decido entrar. Así que obligó a Madison que me acompañe.
El cumpleaños de mi madre se acerca. Así que quiero regalarle algo lindo. Algo que ella use y le guste.
-Si fueras mi madre, ¿Que te gustaría que te regalé de aquí?.-Le pregunto.
-Umh... Algo... Algo que represente nuestra unión.
-¿Un collar con un dije con la A, C y la L estaria bien?.-Pregunto.
-¿C y La?.-Pregunta ella.
-Ashton, Camille y Lizzie.-Le digo y ella sonríe. Picotea mis labios.
-Eso sería muy lindo. Puede ser un solo dije con las tres letras entrelazadas. Algo fino y sencillo. Me parece que ese es el estilo de tu madre.
-Si. Elegante pero sencillo. Ese es su estilo.-Le confirmo
-Oh, señor O'Connor, creí que nunca vendría a buscar lo que me encargo.-Me dice la dueña del local y yo le sonrió.Ella es una mujer de unos sesenta y cinco años. Es amigable y es la abuela de Luke. .
-Hola señora. No sé si Luke le contó que estuve en coma.
-Oh si, mi niño , ¿Esta todo bien ya?.-Pregunta preocupada.
-Todo perfecto. Mire, le presento a mi novia Madison y a mi hijo Nathan.-Le digo y ella me sonríe.
-Mucho gusto.-Dicen ambas mujeres.
-¿Vienes a retirar lo tuyo?.-Pregunta y yo asiento.
-Si y quiero encargarle otro.
-Claro, primero déjame buscar el anterior.-Me dice y yo asiento.Cuando estamos sentados en una cafetería del centro comercial. Me siento un poco cansado y adolorido. Desde luego, después de no mover mi cuerpo por un tiempo largo, se siente todo distinto.
-¿Estas bien?.-Pregunta mi novia y yo asiento.
-Lo estoy, bebé.-Le digo y le tiendo la cajita de terciopelo alargada color azul oscuro.-Tuyo.-Le digo y ella me ve emocionada.Al abrirlo, una hermosa y muy grande sonrisa se dibuja en su rostro.
-Me encanta.-Me dice y noto como lágrimas se acumulan en sus ojos. Yo sonrió y la abrazo.-Muchas gracias.
-Todo para ti, mi amor.-le digo mientras tomo el collar y se lo abrocho en su cuello. Ella toca el dije donde dice Ashton y sonríe.
-Me haces muy feliz. A veces creo que no merezco tremendo hombre. Te amo mucho.-Dice ella limpiando la lágrimas que caen por sus ojos.
-Oh, miren a quien me encuentro.-Dice una voz bastante conocida. Cierro mis ojos con molestia.-Doña Regalo Mi Cuerpo y Don Defensor.-Dice ella. Aprieto mis puños y Mad me acaricia el brazo.
-Melody.-Digo molesto.
-Si, mi amor. Melody.-Dice la dueña de aquella voz que tanto he empezado a odiar.