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Capitulo 44

-No puedo creer que me llames a esta hora así de tomado.-Digo molesto con Justin mientras lo dejo sobre su cama.
-¿Un año ya? Mi corazón duele. Barbara me duele.-Dice Justin. Yo asiento.
-Barbara que se vaya al demonio Justin. Tienes que ser fuerte, Kylie ya entiende bastante y no puede verte así.
-Kylie está con mamá. No está aquí. Ella no me verá así.
-Debes... Superarla amigo. Ella se fue.

Cuando llegó a casa, sonrió cuando veo como el pequeño Nathan está parado sujetado a la mesita ratona. Solo está vistiendo un pañal y sus zapatillas. Me adentro a la casa y dejo las llaves tiradas cerca de la entrada. 

-Hola bebé.-Digo y Nathan me regala una gran sonrisa cuando me ve.
-Papá.-Me llama y yo asiento. Camino hacia él y lo tomo en brazos besando su mejilla regordeta.
-Si , soy papá cariño. ¿Donde esta mamá?.-Pregunto y camino a la cocina. Allí está mi novia.

Mi hermosa novia.

Dejo al bebé sobre la silla de él y camino hacia ella. Rodeo con mis brazos su cintura y depósito un beso en su cuello.

-Hola mi amor. Te ves hermosa.
-Hola Ashton.-Dice ella volteandose a verme. Picotea mis labios y acaricia mi mejilla. Ella no me sonríe. Eso me preocupa un poco.
-¿Que sucedió?.-Pregunto alarmado. Una lágrima cae por su mejilla.
-Lo siento Ashton.-Susurra y me abraza con fuerza mientras llora.
-¿Amor que sucede?.-Pregunto alarmado.
-No viene mi periodo hace tres semanas. No viene. Y hoy he vomitado. -Dice ella y me quedo sorprendido.
-¿Es una broma?.-Pregunto y ella niega. Suspiro y beso su frente.
-Iré por unos test.-Digo algo nervioso.

Ella me sujeta con fuerza del brazo. Me mira asustada.

-No te vayas.- Susurra aterrada.
-Iré solo a comprar el test Madison. Volveré enseguida.-Susurro y ella niega con la cabeza y me abraza con fuerza. Llorando en mi pecho. Siento mi corazón estrujarse.
-No me dejes Ash.

Y ahí lo entiendo todo. A pesar de amarla y demostrárselo todos los días, ahí siguen sus miedos. Sus malas experiencias. Ahí sigue mi chica lastimada por un imbécil que arruinó su confianza y con tanto esfuerzo he intentado reconstruir.

-Mi amor. Soy Ashton. Yo no te abandonaré nunca. Eres mi vida Madison y aunque sea muy apresurado, si estás embarazada estaré aquí, a tu lado. En todo momento. Yo no soy George. Yo soy tu Ashton.-Le digo con voz suave, lentamente, para que lo entienda.-Tu Ashton.

Ella me mira. Busca la verdad en mis ojos y luego, se separa un poco de mi y asiente. Tomo su rostro entre mis manos y la beso.

-Yo te amo Madison. Cómo no tienes una maldita idea y no puedo imaginarme una vida donde tú no estés en ella. Nunca te dejaré.
-Perdón Ash. Yo no sé... Lo siento.
-Esta bien. Cuida a Nate. Ya regreso.-Le digo y ella asiente.

Camino hacia mi hijo y beso su frente. El tira sus bracitos hacia mi y cuando ve que no tengo intención de cargarlo, llora. Madison se acerca y lo toma en brazos.

-Papi.-Grita el niño y suspirando me encamino fuera de mi casa.

Aún me resulta un tanto extraña mi vida. Nunca creí que con mi edad estaría tan enamorado y ya criando un bebé. Siempre fui cuidadoso cuando estuve con las mujeres justamente para que no tenga que tener un hijo a temprana edad.

Pero a pesar de que aún se me haga un tanto extraña esta vida, la amo. Amo levantarme todas las mañanas con Madison a mi lado. Amo levantarme e ir a la habitación del bebé a ver que está bien y cambiarle el pañal. Amo todo lo referente a mi familia.

Nunca pensé que viviría esto pero agradezco estar viviéndolo.

Uno imagina su vida de cierta forma y hay veces que el destino se las ingenia para hacerte cambiar los planes. A veces para mejor, a veces para peor. Pero aún así, es lo maravilloso de la vida. La incertidumbre.

Llegó a la farmacia y le pido a la vendedora un test de embarazo ella me pregunta cuál quiero y solo le pido que me dé el mejor que tenga. Nunca he tenido que venir a comprar uno.

-No lo sé. Uno que sea bueno.-Le digo incómodo. Ella ríe y se va a buscar uno.
-Si está embarazada este dirá hasta de cuántas semanas está.
-Bien, me llevo ese.-Le digo y ella asiente.
-¿Alguna desconocida?.-Pregunta mientras teclea en la computadora.
-No, mi novia. Queremos saber si es nuestro segundo bebé o solo seguiremos con uno.
-¿Ya tienen uno?  ¿Cuanto tiempo tiene?
-Un año y medio. Es nuestro principito.
-Bueno, entonces felicidades y que sea lo mejor para ambos.-Dice mientras le tiendo el dinero.
-Gracias.-Digo tomando la bolsa que ella me da.-Adiós.

Comienzo a caminar a casa con la bolsa en mi mano. Miro hacia una caja de dónde se escucha pequeños gritos. Asustado, camino hacia la caja que se encuentra al lado del contenedor de basura. La abro y siento mi corazón estrujarse cuando veo unos cuantos cachorritos.

Miro a mi alrededor y no hay nadie. No hay nadie y no puedo dejarlos aquí en la calle. Tomo la caja con cuidado de que no se rompa y comienzo a caminar nuevamente hacia la casa.

Cuando llegó, dejo la casa en la sala y miro a los perritos. Parecen tener unos cuantos días.

-Amor llegue.-Grito desde la sala. Ella sale de la cocina y me mira.
-¿Y eso?.-Pregunta viendo la caja. Se acerca hacia mi y yo rodeo su cintura con mi brazo.
-Los abandonaron y no me atreví a dejarlos allí. Luego los llevo a la veterinaria.
-¿Porque abandonarían a unos pobres cachorritos?.-Dice ella y yo me encojo de hombros. Beso su mejilla.
-Ahora me encargo de esto. Vamos a hacer tu test preciosa.-Le digo y ella asiente.

Tomo la bolsa nuevamente y vamos hacia nuestra habitación. Ella mira la caja nerviosa.

-No importa el resultado. Estoy aquí para ti.
-Ahora regreso.-Dice ella entrando al baño.

Me siento en la cama y me tiro hacia atrás. Pongo mis manos detrás de mi cabeza. Luego de cinco minutos, mi novia sale del baño y se acuesta a mi lado abrazándome.

-¿Ya está el resultado?.-Pregunto y ella ríe.
-No. Hay que esperar un ratito.
-Es la primera vez en mi vida que tengo que vivir esto.-Le digo y ella me mira.
-¿Nunca te has olvidado de usar protección con alguna de tus otras chicas?
-Tu eres mi única chica. Y no, siempre fui muy cuidadoso.
-¿Estas nervioso?.-Pregunta y yo niego  con la cabeza.
-No. Hemos probado ser buenos padres. Tengo un buen empleo y puedo mantener a mi familia. No hay nada de que preocuparse Madison. Ya no somos unos niños.

Ella no responde, solo me abraza. Yo la envuelvo en mis brazos.

-Y ya no hay Melody que haga nuestra vida imposible.-Le digo y ella ríe.
-Solo hay una Susan que le gusta usar falda corta y camisa escotada.
-Yo ni la miro.-Digo y ella asiente.
-Mas te vale Ashton O'connor.
-¿Algún día tendrás mi apellido?.-Pregunto y ella me mira sorprendida.- Madison O'Connor. Creo que tengo una erección de solo pensarlo.
-¡Ashton!.-Dice ella riendo.
-Lo siento amor, no lo pude evitar.-Digo. Ella se pone de pie y yo la imito.

Caminamos hacia el baño y miro en la pileta   esa varilla.

-Mírala tu.-Me dice y yo asiento.

La agarro y leo lo que dice. Siento un poco de decepción al ver el resultado. Una presión en mi pecho pecho se hace notoria.

-No lo estás Madison.-Le digo y ella me mira.
-¿Que?.-Dice sorprendida.
-No hay nada. No hay bebé. Seguiremos siendo nosotros tres.

Como si fuera mio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora