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Capítulo 34

Intento salir de mi casa pero la puerta está cerrada con seguro.

-¡Mamá!.-Grito molesta pero no obtengo respuesta.

La busco por la casa y la encuentro mirando algún programa de televisión en la habitación de mi hermano.

-Necesito ir a ver a Ashton.-Le digo y ella niega con la cabeza.
-No lo verás. Tienes prohibido ir a verlo.-Me dice ella y yo la miro horrorizada.

No puede.

-Lo iré a ver.-Digo molesta. Ella se pone de pie y camina a mi.
-No irás. Ni la madre de él te quiere allí y yo no te dejare ir.
-No pueden prohibirme verlo.-Grito furiosa.- No pueden.
-El otro día casi pierdes a tu hijo Madison.-Me dice ella enojada.- Que lo vayas a ver no cambiaran las cosas para el pero si para el bebé. ¿Quieres que Ashton despierte y nos odie a todos por no haberte cuidado?

Me quedo callada. Ella tiene razón. Debo pensar en mi bebé. Pero no puedo sabiendo que Ashton aún está mal.

Mal por mi culpa.

Salgo de allí y me encamino a mi habitación, me tiro en mi cama y comienzo a llorar.

Lo necesito.

Necesito sus brazos alrededor de mi cuerpo haciéndome sentir protegida.

Cuando abro mis ojos me siento un poco mareada. Intento ponerme de pie pero mis piernas fallan.

Me quedo en la cama durante un rato más. Miro mi reloj, son las siete de la tarde.

-Madison.-Me llama mi madre, entra a mi habitación y me mira.- He hablado con la madre de Ashton y llegamos al acuerdo de que puedes irz darle un beso y volvemos.-Me dice y yo asiento.

Cualquier contacto que tenga con el ayudaría.

Cuando termino de vestirme, ya que había refrescado, camino con mi madre hacia el auto y ella conduce.

Durante el camino ninguna de las dos dice alguna palabra. Yo no tengo ánimos para andar hablando.

-Ve.-Me dice una vez que llegamos. Yo asiento.

Me bajo del auto y voy hacia la habitación donde Ashton aún se encuentra. Cuando estoy por entrar, me quedo congelada.

Quizá no deba verlo. Debo pensar en el bebé.

Mi fuerza de voluntad es vencida y al abrir la puerta, me sorprendo ante lo que veo.

Ashton está despierto.

Mi Ashton está despierto.

-Mi amor.-Digo y voy apresuradamente hacia el, quien me rodea con sus brazos de una manera un poco incomoda.
-Te amo.-Me dice sin soltarme.
-Has despertado.-Susurro emocionada mientras algunas lágrimas caen por mi cara.
-Estoy aquí, mi amor. No me iré a ningún lado, deja de llorar.-Me dice el sonriendome.

Intento dejar de llorar pero entonces, comienzo a sollozar. Es imposible dejar de llorar cuando lo veo sonreírme. El ríe un poco y besa mi cabello mientras lo abrazo.

-Amor, estoy aquí.-Me susurra y yo lo miro. Realmente está aquí.
-Para siempre.-Afirmo y el me sonríe ampliamente.
-Para toda la vida, mi amor.
-Te he echado de menos Ashton.-Digo y el acaricia mi cabello.
-¿Madre, podrías dejarnos unos minutos a solas?.-Pregunta él y la madre suspirando se acerca a mi novio y besa la frente de el.
-Asi es como mi niño hermoso me cambia por otra mujer.-Susurra haciéndose la dramática mientras sale de la habitación.

Ashton suspira aliviado una vez que su madre no nos acompaña. Intenta acomodarse mejor en la camilla y muy a mi pesar, lo ayudo.

-Ella no me dejaba moverme.-Dice haciendo un lindo puchero. Ahora, me inspecciona con sus hermosos ojos claros. Me mira de pie a cabeza y pone su mano sobre mi vientre mientras hace una pequeña mueca.-Segun sé, los vientres crecen... No se achican.-Me dice él y yo me sonrojo un poco.
-Ashton, pasé un mes y medio de mierda donde a mi novio le dispararon por mi culpa. No podía pensar en comida y cuando lo hacía, mi estómago la rechazaba.
-¿Tu culpa?.-Pregunta confundido.
-Te lleve a ese local. Estábamos ahí porque yo quise ir.
-Tu no jalaste el gatillo. Tu no eres la culpable. Una bala perdida tuvo la desgracia de aterrizar en mi y en hacerme perder mucha sangre. No fue tu culpa. No lo digas nuevamente amor.

Solamente le sonrió. No quiero discutir con él porque yo me siento culpable. No cuando acaba de despertar.

-Mi madre me contó que casi pierdes el bebé.-Dice el un poco preocupado.-Mad, te amo. Sé que tú me amas, pero tú prioridad es nuestro hijo. Me alegro que nuestras madres hayan unido fuerzas y cuidarte. Jamás les perdonaría que no te hayan cuidado por mi. Jamás les perdonaría si algo le pasaba a nuestro Nathan.
-¿Nathan?.-Pregunto y el se sonroja.
-Me gusta ese nombre, claro, si a ti te gusta...
-Me encanta Ashton. Nuestro Nate. -Le digo y el sonríe ampliamente una vez más.
-Nathan O'Connor Sumpter, si nuestro hijo tiene un buen nombre.-Dice sonriendo. Me acerco a él y depósito un beso húmedo y corto sobre sus labios.

Me separo de él cuando siento una pequeña pero poderosa puntada a un costado de mi vientre. Me quejo y mi novio me mira preocupado.

Últimamente estás malditas son abundantes en mi, obviamente le he preguntado al obstetra si era algo malo y me dijo que a medida que me acerque a la fecha de parto, estás serán más seguidas y dolorosas. Esas eran mis constracciones.

-¿Estas bien pequeña?.-Pregunta él y yo asiento intentando sonrirle.
-Bien Ash. ¿No tienen que hacerte algunos estudios?.-Pregunto y el niega
-Me los han hecho antes que tú vengas. Le dije a mamá que prefería que me los hagan antes de verte. Así no te alejan de mi en nuestro reencuentro.
-¿Sentias algo?.-Pregunto y el hace una mueca.
-No, a veces era como que podía escuchar pequeñas conversaciones pero solo eso. Muy pocas veces y creí que al estar así durante tanto tiempo, no tendría sueño al despertar. Pero me di cuenta que estar en coma no es como descansar.
-No vuelvas a dejarme Ashton.-Le pido, el asiente.-Necesito que lo prometas.
-Lo prometo amor. Tú tampoco me dejes a mi.
-Eso nunca ocurrirá, mi amor.-Susurro y beso nuevamente sus labios.

Ashton por fin ha vuelto. Y lo eche jodidamente de menos.

Como si fuera mio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora