El Graznido.

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"Una vez mi mamá me habló de algo que se llama FE. Me contó que sirve para creer en cosas que no puedes ver. Como el viento, o el agua de una botella de cristal. También me contó que hay gente que tiene fe y gente que no tiene. Yo cuando pongo un diente debajo de la almohada, a la mañana siguiente, el ratoncito Pérez, me lo ha cambiado por una golosina. Y el ratoncito Pérez no se ve, ni los reyes magos, ni papá Noel, ni las hadas, ni los duendes, pero yo, creo en ellos. Así que debo de tener esa cosa que mi mamá llamaba fe."

Amanece un nuevo día para todos en el Estrella Polar. Es hora de levantarse, y el Capitán decide pegarse una buena ducha como todos los días. Pero su sorpresa es, que debido a las restricciones de agua, ese día, le tocará bañarse con el agua fría. Sale de su camarote y en el camino se encuentra con Julián.

-Estoy de las restricciones de agua caliente, hasta la coronilla. –Le dice Ricardo.

-De lo que te deberías preocupar es de tu hija, que se va amancillando por ahí con uno. –Le contesta Julián.

-Mi hija no se amancilla con nadie. Está con un chico. Se están conociendo. Es un amor de verano, están empezando. Un tonteo sin importancia.

Los dos bajan hacia abajo y se encuentran con el Padre Palomares que le tiene que decir una cosa.

-Capitán, solicito permiso para crear una capilla a bordo. –Dice Palomares. –He pensado que despúes de lo que ha pasado, vendría bien tener una capilla para el recogimiento y la oración.

El capitán y Julián se dirigen hacia las duchas donde Ricardo se va a dar una ducha, cuando en las mismas se encuentra Ainhoa, la que se queda al descubierto delante de su padre y de Julián. Como es normal, la reacción de Ricardo, es coger e irse avergonzado.

Burbuja se encuentra en su habitación jugando con algo que le tiene muy ocupado, cuando de pronto, aparece Valeria y le pide que se lo enseñe.

-Enséñamelo, ¿Por fi? –Dice Valeria.

-Es un secreto. Bueno, pero me tienes que prometer que no tienes que decírselo a nadie. Estaba en el palo del mesana. –Dice mientras se saca un pajarito que se ha encontrado. –Yo creo que es un gorrión. ¿A qué es bonito?

-Sí, pero está triste. Seguro que está buscando a su mamá. –Dice Valeria. –Igual, está a un millón de millas. Como la mía.

-O no, a lo mejor está por aquí cerca dando vueltas. Podemos ponerle pan a ver si viene a buscarle o a lo mejor encontramos otro pájaro que la conozca. Vamos a ponerle pan. –Dice Burbuja mientras se levanta para ponerle pan. Cuando le empiezan a poner pan en el ojo de buey, otro pájaro se posa y se lo come. Ellos no se dan cuenta, pero algo raro se aproxima.

Julia está sacándole sangre a Ulises para tener constancia de sus enfermedades y poder estar a sobre aviso de lo que le pueda pasar.

-Lo siento, eres el único que está a bordo del que no tengo pruebas. –Dice mientras ve las muecas de dolor que hace. –No sé tu grupo sanguíneo o si eres alérgico. Si pasase cualquier cosa podría ser importante.

-Oye, ¿Y no me vas a dar un bocata ni un zumo de melocotón? –Dice Ulises después del reconocimiento.

-Necesito hacerte unas preguntas para completar el informe. ¿Cuántas relaciones has tenido el último año?

-¿Es eso importante? –Contesta Ulises.

-Los demás compañeros han pasado todo tipo de pruebas, test psicotécnicos para formar parte de la expedición. Lo único que sabemos de ti, es lo que nos has contado. Y yo necesito tener la misma información tuya que de los demás.

El Barco.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora