¿Quién teme al lobo feroz?

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"El Año pasado en la fiesta de fin de curso, los de mi clase, hicimos una obra de teatro. Caperucita roja y yo hacía de lobo. Y en el cuento, el lobo para engañar a caperucita, se disfrazaba de abuelita, para poder comérsela. Pero aunque el lobo se había disfrazado muy bien, caperucita, al final de la obra, el cazador la encuentra y salva a caperucita. Y es que al lobo, por mucho que se disfrace, siempre se le terminan viendo los dientes".

Todos amanecen ilusionados. Juegan al escondite, mientras es Burbuja el que cuenta. Vilma y Piti se esconden juntos, muchos se esconden en los camarotes, otros tantos debajo de las mesas de la cocina. Ainhoa recorre el barco sin saber muy bien donde esconderse, hasta que por fin, parece encontrar el sitio idóneo. El armario del pasillo. Pero para su sorpresa, ahí se encuentra con Ulises. Salomé y Julia, viendo como se lo pasan los alumnos, deciden sentarse a desayunar, cuando de pronto aparece Leonor.

-Buenos días. ¿Qué tal ha dormido? –Pregunta Salomé.

-Muy bien, la verdad. He de decir, que en este barco se duerme muy bien. –Contesta Leonor.

-Deberá haber dormido muy bien, porque no ha dormido en su camarote. –Le reprocha Julia.

Salomé, que no entiende nada, mira a Julia y le ve el rostro desencajado. Ahora ya entiende, porque tenía esa cara cuando se la ha encontrado mientras se preparaba el desayuno.

-Creo que no pinto nada en esta conversación personal. –Dice Salomé. Cuando dice eso, se levanta y las deja solas.

-Sabes de más, lo que hay entre el capitán y yo, y no has dudado ni un momento en follártelo. –Dice Julia.

-Creo que la que no sabe muy bien que es lo que hay entre vosotros dos, eres tú. –Dice Leonor mientras se come un pastelito.

-Aléjate del capitán y su familia. Coge lo que has venido a buscar al barco y márchate.

-No tengo prisa, Julia. Ninguna prisa. Además, al capitán no parece que le importe que haya dormido con él.

-Mira, no sé lo que has venido a hacer, pero lo que si sé, es que sigues siendo la misma hija puta que conocí hace cinco años en Ginebra. –Dice Julia mientras se levanta y la deja con la palabra en la boca.

Valeria todavía no ha encontrado el lugar perfecto para esconderse, pero de pronto, entra en un camarote que está libre, no sabe de quien es, pero ella entra y se esconde en la comoda que hay en frente de las camas. Cuando de pronto, aparece Leonor, coge de una gran bolsa amarilla un objeto, que no ha visto nunca, pero que parece un teléfono.

-¿Sí? –Dice Leonor.

-¿Habéis encontrado la caja negra? –Le dicen a través del teléfono.

-No, pero estamos casi seguros de que está en una caja negra del camarote del capitán. Esta todo bajo control. –Contesta Leonor para tranquilizar a la persona a la que ha llamado.

-¿Todo bajo control? No lleváis ni veinticuatro horas y ya habéis perdido un miembro. –Dice furioso.

-¡Te he dicho que está todo bajo control!

-Tenéis dos horas para encontrar la caja negra. De no ser así, os tendréis que quedar en el barco.

Cuando dice eso, la otra persona cuelga, sin dejar a Leonor acabar la frase. De golpe, Burbuja entra en el camarote, buscando a Valeria. Pero Leonor, le dice que ahí no se ha escondido.

Por otro lado, Ulises y Ainhoa siguen escondidos en el armario sin saber que decir, hasta que Ulises decide romper el hielo.

-¿A qué piso va? –Pregunta Ulises.

El Barco.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora