El Barco.

Camarón que se duerme.

" El día que más me gusta del año es el de mi cumpleaños. Porque siempre hay fiesta y un montón de regalos. Cuando estaba mama siempre me escondía los regalos y yo tenía que buscarlos por toda la casa. Me ponía nerviosísima. Me gustan las sorpresas y buscarlas por toda la casa. Y como un barco es mas grande que una casa, yo creía que encontraría muchas más cosas. Lo que yo no sabia es que a veces, las sorpresas pueden ser buenas y feas. "

Hoy el barco está de celebración, pues es el cumpleaños de la pequeña del barco, Valeria. Se levanta remolona, por un momento no se acuerda del día que es hoy, pero Ricardo y Ainhoa la despiertan con cosquitas y diciéndole que es su cumpleaños. Se levanta sonriente, empieza a buscar los regalos como todos los años, pero este año, es diferente, el barco es mucho más grande que su antigua casa, así que le costará un poquito más encontrarlos.

Sale del camarote y va a los baños a seguir encontrando el regalo. Abre una taquilla y se le ocurre una idea. Meterse en una de ellas para pasar desapercibida. Con la mala suerte, de que a lo mejor la sorpresa que se encuentre, no es muy buena.

Piti entra junto a Palomares y Vilma a los baños para prepararse para el día, pero como siempre, habla de Leonor, dice que a pesar de todo lo que estuvo a punto de hacer, la mujer, no estaba muy mal físicamente. Palomares, que se siente molesto, le dice que se corte un poco por si esos comentarios le sientan mal a Vilma. Piti mira a Vilma y esta que sabe de lo que están hablando hace un gesto de negación con la cabeza y se ríe. Por lo que Piti se acerca a ella y justo en ese momento se le escapa que hasta el mismo capitán cayó rendido a sus encantos, justamente cuando entra Ainhoa por la puerta.

Ainhoa molesta, sabe que la única que ha podido decirle eso a Piti es Vilma. Pero lo que no sabe es que Valeria lo ha oído todo.

Burbuja está en cubierta vigilando las cañas de pescar, pero a lo lejos ha visto como un gran pez, pero no sabe muy bien si lo ha visto o son espejismos. Lo que sí ve, es que el barco va muy deprisa y no hay combustible.

Todos están ultimando los preparativos para cuando entre Valeria al comedor se encuentre con su esperada sorpresa. Salomé es la encargada de que todo salga bien. A lo lejos se encuentra a Julián, por lo que decide acercarse.

-Déjame un poco, que voy a poner el mantel. –Dice Salomé a Julián que se encuentra haciéndole una cometa a Valeria.

-Espera un momento, que no me queda nada. Esto casi está. Mi padre me regaló una cuando vino de Japón, tenía cuatro años. Nunca me enseñó a usarla, pero gracias a mi cabezonería, lo conseguí. –Dice Julián orgulloso.

-¿Y no te apetecería enseñar a tu hijo? –Dice Salomé feliz. –Se están acabando los profilácticos, y podríamos hacer una familia?

Julián que no sabe que contestar a eso, ya sea por la edad que tiene y volver a ser padre o su problema de enfermedad. No se le ocurre otra cosa que decir, que se marcha a cubierta a fumarse un puro. Salomé se queda desencajada, porque no entiende nada.

Cuando sale a cubierta, se encuentra con Burbuja, que le explica que hoy la pesca se está dando muy bien, porque están pescando mucho y eso a Burbuja, le parece extraño. A lo lejos se encuentra con Palomares que está leyendo la biblia, saca un papel de ella con la mala suerte de que con el viento que hace, sale volando. Palomares, intenta cogerlo, pero el viento cada vez se la lleva más lejos, hasta que desgraciadamente se queda en la red, que está fuera del barco, este intenta cogerla, pero le da terror, Burbuja que lo está viendo de lejos, corre y la coge y se la da. Julián que lo ve, le manda a la cámara frigorífica a descargar todo el pescado que han recogido