El Barco.

Perdidos.

"Mi tío Julián siempre dice que este barco está patas arriba, así que igual, la Tierra no se ha hundido. Igual lo que pasa es que estamos en el mundo al revés. En el mundo al revés, los hijos cuidarían de los padres, los juguetes vivirían y tendrían que madrugar para ir al cole. La gente se levantaría de noche y saldría a la calle en camisón. Si estuviésemos en el mundo al revés, yo sería la persona más lista del barco. Pero lo bueno del mundo al revés es que tendría mamá".

Suenan las alarmas de los tripulantes del barco, pero les resulta algo extraño, porque parece de noche, miran y remiran sus relojes y se dan cuenta de que sí, es hora de levantarse, pero miran por la ventana y se dan cuenta de que sigue de noche.

-Ramiro, despierta, Ramiro. -Dice Palomares enseñándole el reloj.

Los dos miran al mismo tiempo el reloj y seguidamente a la ventana y se dan cuenta de que algo no les cuadra, es de noche. Piti que sigue medio dormido, pregunta como si no se hubiese enterado de nada.

-¿Y el Sol? -Dice Salomé.

Ulises al ver lo que está pasando corre a hablar con el capitán y con su padre, con la suerte de que se choca con Ainhoa.

-Uy, tienes mala cara, ¿Has tenido pesadillas? -Le dice Ulises.

Ainhoa que se acerca le dice:

-Ni me mires, ni me hables, yo para ti no estoy en este barco.

Ulises se queda sin respiración, y es que entiende perfectamente el porqué de sus palabras. Está mañana, Ainhoa se ha metido en su cama como lo está haciendo habitualmente, entonces, Ulises cansado de ser el segundo plato, le pidió que se marchase de su cama diciéndole que su novio había intentado matar a su padre hace unos días. Ainhoa, orgullosa como ella sola, salió de la habitación enfadada, porque sabía que lo que le había dicho era cierto.

-¿Qué está pasando Julia? ¿Por qué es de noche a las nueve y cuarto de la mañana? -Pregunta Ulises.

-Ayer, el Sol, salió a las seis y cincuenta y seis. Clavado. -Dice Julián.

-No lo sé. Podríamos haber cambiado de hemisferio. -Dice Julia.

-¿En una noche? -Dice Ulises. -Imposible, deberíamos de haber cruzado mil ochocientas millas.

-Es imposible que se haya apagado el Sol. ¿Verdad? -Pregunta Ricardo cabizbajo mirando su gorra de Capitán. -Sin Tierra podemos vivir, pero sin Sol...

-Capitán créame, si eso hubiera pasado, no estaríamos aquí.

-No entiendo nada, ¿Por qué es de noche? -Pregunta Piti.

-A lo mejor el accidente ha producido un agujero negro -Dice Julia. Pero Julián le corta antes de que pueda terminar la frase.

-¡¡¡Cállese ya!!! ¡¡¡Qué estoy de su fin del mundo hasta las tetas!!! -Dice Julián.

-¡Capitán! La marea está muy revuelta. ¿Por qué no da un discurso de los suyos y así los anima? -Dice Burbuja que entra despavorido en el puente de mando.

-¿Ulises, quieres darlo tú? -Le dice el Capitán.

-¡¡No!! Son sus hombres y necesitan a su capitán. -Dice Burbuja.

-Tengo una niña de cinco años que no puede ir al cole porque no hay niños en el mundo, antes que capitán soy padre, alcalde. -Dice Ricardo dejando su gorra de capitán encima de la mesa.