El extraño caso del pato Manolito.

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"Dice papá que antes de hablar, hay que estar seguro de lo que se dice porque sino te puedes equivocar. Y que las cosas a veces no son lo que parecen, que ocultan misterios que no se ven a simple vista. Por ejemplo, un helado de limón, parece un limón, pero por dentro es un helado y con las personas pasa lo mismo, que a veces parecen tontas, cuando a veces son genios o valientes aunque tengan miedo o parece que son buenas cuando no lo son. Así que uno no se puede fiar de las apariencias. O eso es lo que dice siempre papá, eso y que es mejor prevenir que curar.

Un nuevo día amanece en el Estrella Polar, hace un día soleado, parece que nada malo va a pasar hoy. Ricardo, entra al puente de mando y se encuentra a Julián durmiendo.

-¡Oficial!- Grita Ricardo para que se despierte. –En tu estado no te conviene hacer las guardias. Yo puedo hacerlas con Ulises.

-No, si ya no puedo hacer ni las guardias, ¿Qué me queda? –Dice Julián.

-¿Qué está pasando?

-No lo sé, hay mucho viento. Me parece a mí que hoy también, vamos a tener un día movido. Me voy a tomar una ducha.

Julián abandona el puente de mando y Ricardo cuando recoge todos los papeles para ponerlos en su sitio, encuentra las pastillas que la doctora Julia le ha dado para que se trate el cáncer. Que justamente son las mismas pastillas que le dieron a su mujer. Se las mete en su chaqueta para que nadie las vea y descubran el secreto. Cuando de pronto, entra Salomé a dejar el desayuno con la mala suerte de que encuentra el bote de pastillas.

-Ricardo. ¿Qué es esto? Son las mismas pastillas que le dieron a Marisa cuando empezó con el cáncer. –Dice preocupada.

-Sí, son mías, no se lo digas a nadie, ni a mis hijas ni a Julia, a nadie. –Y automáticamente, sabe que ha metido la pata y que por eso, el secreto no tardará en saberse.

Salomé, le da un abrazo para consolarle aunque no se sabe quien consola a quien y se marcha con el desayuno.

Julia, está con Burbuja y el pato Manolito viendo si es verdad que el pato ha avistado Tierra, pero a Gamboa no le interesa que sepan donde está la Tierra, aún.

-No te separes de él. –Dice Julia yéndose de la enfermería. Sabiendo que alguien puede echar a perder todo lo que llevan avanzado con ese pato.

Cuando sale, Gamboa la está esperando.

-¿Qué tal está nuestro tripulante estrella?

-Muy bien, gracias. –Dice Julia.

-Julia, sabes mejor que nadie, que no podemos llegar a Tierra, antes que ellos, por el bien de todos. Perteneces a un proyecto que se llama Alejandría y hay más gente implicada. –Dice Gamboa, agarrando del brazo a Julia.

-Por el bien de todos, estoy empezando a pensar que lleguemos nosotros antes. –Dice Julia.

Los chicos están en las duchas pero hay algo que no les cuadra.

-¿Cómo sopla el viento hoy, eh? –Le dice Piti a Ramiro.

Salomé, entra en el baño en busca de Palomares.

-Necesito hablarlo con alguien, me he enterado de algo importante. –Dice Salomé.

-No, pero no puedo, ya no soy cura. –Dice Palomares.

Todos se quedan extasiados, no pueden creer las palabras que está diciendo Palomares. Piti, empieza a tener miedo, la única barrera que él piensa de que Vilma y él no estén juntos, es que este sea cura y si ahora no lo es, nada se lo impedirá. Vilma, se queda blanca, no sabe como reaccionar, quizás sus sentimientos sobre Palomares estén cambiando.

El Barco.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora