Fukushima Blues.

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"En todos los cuentos sale un ogro, una bruja o un hombre lobo, que es el malo y sale para dar miedo y hacer cosas malas. Pero lo que hace es que el príncipe no se quede con la princesa, le fastidia un montón que sean felices. A veces el ogro duerme la siesta, por lo que lo demás aprovechan para estar contentos. Y la princesa y el príncipe viven una historia de amor como en el de las películas. Están juntos, se quieren, y se juran que se van a querer para siempre. Y todo el pueblo lo celebra, hacen un banquete con cosas ricas, y le dicen a los padres que se quieren y si todo acaba bien...Pero cuando están a punto de comerse las perdices siempre pasa algo. El ogro malo se despierta de la siesta muy enfadado, como si hubiera tenido una pesadilla. Y tiene un plan, un plan secreto para que nadie sea feliz. "

Todos están de celebración, todos están desayunando porque han traído comida del edificio, por lo que lo celebran. Ricardo y Julia, se sientan en la mesa para decirle a Valeria que se van a casar y no saben como se lo va a tomar.

-Valeria, hija, tenemos algo que decirte. –Dice Ricardo.

-¿¡Os váis a casar?! –Dice Valeria pletórica.

Todos que han oído esa pregunta, se quedan callados esperando la respuesta de Ricardo. Cuando este contesta que sí, todos empiezan a sonreír, a felicitarlos, a abrazarlos. Las niñas están contentas, porque no encuentran mejor persona para su padre. Pero todo desaparece, cuando aparece Gamboa, con un parche en el ojo a consecuencia del disparo, por lo que todos se poenen tensos. Este le desea que sean felices, pero Julia sabe que no lo dice de verdad. Cuando parece que todo ha acabado, llega el muchacho que ayudó a Ainhoa a salvar a sus padres y le interrumpe a Ricardo.

-Capitán, tenemos que hablar. Hay un asesino en el barco. Quince personas murieron en la explosión, quizá esa bomba iba a por ustedes o no, no lo defiendo, pero alguien de su tripulación lo mando. Y los barcos no explotan, se hunden.

-Max, ¿tiene alguna evidencia de porqué? –Dice Ricardo.

-Puede que haya sido una casualidad. –Dice Gamboa.

-No, no es una casualidad.

-¿Pero esas personas sabían cosas de barco?

-Tenemos que confiar unos a los otros. –Dice Ricardo.

-Está bien, tiene razón. Dígame cuantos de mis hombres subirán al barco y le daré las coordenadas. –Dice Max.

-El barco tiene capacidad para cuarenta personas, que son las que estamos ahora. –Dice Julia.

-Por favor, aquí cabe el doble. –Dice Max.

-Ahí fuera he visto las tormentas más devastadores, no tiene que ver con un crucero, no voy a arriesgar a mi tripulación. Haremos dos viajes.

-Pues tendrá que elegir quien va en el primero y quien en el segundo. Vendrán la mitad de sus hombres y la mitad de los mios. Elija a veinte personas para que se queden en el edificio. Esta tarde vendré a por la lista.

Burbuja está hablando con Ainhoa sobre la nueva boda de su padre.

-¿Cómo se van a casar? Si no hay cura.

-Claro que se van a casar. Porque hay cura, para eso está Palomares.

-¿Y por qué se casan? Si son novios.

-Ya, pero es que cuando dos personas se quieren mucho, pues después de ser novios se casan.

-Tú con Ulises te vas a casar. Yo nunca me voy a casar.

-¿Y eso porqué Burbuja?

-Por que ninguna chica quiere estar con un tonto.

-¿Quieres que te diga un secreto? Las chicas no se fijan en eso, se fijan en si eres bueno y tu eres muy bueno. –Dice Ainhoa, dándole unos besos en la mejilla.

El Barco.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora