Jamás pensé decir "Hola" (Editando)

~58~

- ¿Por qué ella te odia?

Preguntó Keneth mientras comíamos helado en el restaurante.

- Porque existo.

Fue la única respuesta que se me vino a la mente.

- Wow, qué explicación tan lógica.

- ¿Acaso tienes una mejor?

- Vamos, hasta yo sé que eso es imposible, si tú no haz hecho nada ¿Cómo podría ella odiarte?

- ¿Insinúas que le hice algo?

- No, pero habían peleado desde antes... ¿Cierto?

- Muchas veces.

- ¿Siempre se llevaron así de mal?

Dí un suspiro acomodándome en mi asiento.

- La verdad no, ella y yo antes éramos amigas.

Él me observó atónito.

- Debes estar bromeando.

- Para nada, es verdad.

- Ya veo porqué las chicas dicen que las amigas no existen... Mírate ahora, ella te detesta.

- El sentimiento de desprecio es mutuo.

- Bueno, a ver si entendí, tú y ella eran amigas antes...

- Para ser exactos, mejores amigas.

- ¿Mejores amigas?

- Como lo oyes.

- ¿¡Y así terminaron odiándose!? ¿Cómo pasó eso?

- Ni me lo preguntes. Yo tampoco entiendo cómo terminamos así.

Empecé mover la pajilla del vaso.

- Bueno, obtengamos pistas entonces. Dime, ¿Sabes cuándo exactamente ella empezó a portarse cruel contigo?

Dí un sorbo a mi malteada de durazno, y traté de recordar.

- Bueno... No podría decir que me trataba de manera cruel, pero sí estaba empezando a portarse un poco distante.

- ¿Cuándo?

- Primer año de secundaria.

- Hace cuatro años.

- Qué sorpresa, sabes restar.

- Diana, ¿Quieres dejar el bullying para después? Tratamos de resolver un caso.

Entrecerró los ojos, a lo que yo reí.

- Vale.

- Ahora dime... ¿Hace cuánto que estudian juntas?

- Tercer grado de primaria.

- ¿¡Llevas en ese instituto ocho años!?

- Sí, ¿Por?

- A mí me cambiaban de colegio cada tres años... Por eso me costaba hacer amigos, siempre me separaban de los que al fin me habían aceptado.