— Hey, Diana, ¿Me pasas mi borrador?Preguntó Sarahi señalando dicho objeto.
— Ah, Claro.
Contesté pasándole el borrador.
— Muchas gracias... Am, oye quería preguntarte... ¿Tú le entiendes a la clase?
Observó el pizarrón un poco frustrada.
— Eh, bueno, sí, no es algo tan difícil que digamos. ¿Y tú?
— ¿¡Que no es tan difícil!? ¡Yo no entiendo nada!
— Oye, pero no te pongas así.
— Ahg, la verdad nunca me he llevado bien con la matemática, ¿sabes?
— Esto es física, Sara.
— Ah... Bueno, entonces con los números en general. Mientras tenga números estoy jodida.
Ambas reímos.
— Bueno... Si quieres podría explicarte.
— ¿¡Lo harías!?
— Claro que sí.
Le explicaba todos los días al mandril de Keneth cada una de las clases, ya estoy más que acostumbrada.
— ¡Gracias! ¡Gracias! ¡Eres la mejor persona del mundo!
— No exageres.
Son tan parecidos estos dos, realmente Sara se comporta como él... Me hace extrañarlo aún más.
— ¿Acerco mi silla a la tuya?
— Si tú quieres.
Hice una pequeña sonrisa.
— Sí que sí.
Se ubicó a mi lado muy animada y yo abrí mi libro, dispuesta a empezar con la explicación.
— Bueno, iniciemos con...
— ¡Wow!
Exclamó interrumpiéndome.
— ¿Qué pasa?
Pregunté confundida.
— ¡Cuántos dibujos hay en tus libros! ¿No te ha regañado tu mamá por rayarlos así?
Hizo una sonrisa y tomó el libro de mis manos despreocupadamente. Me incomodó un poco que viera mis dibujos, pero decidí dejarlo pasar y contestar a su interrogante.
— Realmente no, supongo que no le importa, o no los ha visto. Oye, te estás desviando del tema Sara, iba a explicarte la clase, ¿no?
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Jamás pensé decir "Hola" (Editando)
KurzgeschichtenUna amante de los libros, poco sociable. Esa es Diana. Solitaria, e ignorada por todos... Excepto por un chico. Un simpático chico, al cuál han transferido de salón. Ese es Keneth. Ella lo ha visto un par de veces. Él la conoce más de lo que debe...