"Cuando el hidrógeno es mezclado con el oxígeno, el producto que resulta es una de las fórmulas más conocidas... "
Demonios, siento como si esta clase la hubiera visto ya nueve veces.
- Oye.
Keneth tocó mi hombro.
- ¿Qué pasa?
Contesté en tono de fastidio.
- Cuando terminen las clases no quiero que bajes corriendo como si estuvieran dando comida gratis, ¿entiendes? Debes esperarme.
- Sí, entiendo... Y no soy tan obsesionada con la comida como para que me digas eso, torpe.
- Pero si fuera queso no lo dudarías dos veces.
- Bueno... Tienes razón.
- Por cierto, si nos dejan algún trabajo en parejas, ¿te haces conmigo?
Pidió juntando sus manos.
- Claro, no se porqué preguntas.
Me encogí de hombros.
Se ha vuelto costumbre trabajar con él, lo extraño sería que no lo hiciera.- Gracias~
- Ya presta atención.
- Ok~
El día fue de lo más largo, o bueno, así lo sentí.
La curiosidad de lo que me había dicho Keneth no me dejaba tranquila. Trataba de pensar en qué era lo que él me debía, a qué se refería, y también qué diablos era lo que me esperaba al salir de clases.
- ¡Diana! ¿Qué haces ahí aún? ¡Apresúrate!
Dijo él, quien ya estaba en la puerta, a punto de salir.
- No voy a apresurarme, tú eres el que quiere bajar conmigo, espera y no molestes.
Respondí indiferente guardando mis cosas.
- Pareciera que te tardas a propósito.
Caminó hacia mí y me quitó la mochila de los hombros.
- ¿¡Y a ti qué te pasa!?
- Tardaremos menos si llevo tu mochila, ya que no tendrás la excusa de que caminas lento porque está pesada.
- No te pedí que lo hicieras. ¡Devuélvela!
- Diana, ¡esta cosa del demonio pesa más que la mía!
Su tono era de sorpresa.
- Supongo que debe pesar.
Llevo los útiles correspondientes, el álgebra de Baldor, y un libro que leo cuando me aburro en clases.Abrió sus ojos como platos.
- Es como si llevaras mi mochila con cinco veces más peso, ¿no te cansas?
- Ya me acostumbré.
- No sé cómo aún no tienes músculos.
Fue lo último que dijo y empezó a caminar.
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Jamás pensé decir "Hola" (Editando)
KurzgeschichtenUna amante de los libros, poco sociable. Esa es Diana. Solitaria, e ignorada por todos... Excepto por un chico. Un simpático chico, al cuál han transferido de salón. Ese es Keneth. Ella lo ha visto un par de veces. Él la conoce más de lo que debe...