Cuando nos levantamos para irnos (cosa difícil, ahora que estamos llenos de comida), Fred me toca el hombro y me lleva hasta donde está George, lejos de la salida del Gran Salón.
—¿Estás lista para la primera cosa buena de Hogwarts? —me pregunta, sentado sobre la mesa y con la mano en un bolsillo de la túnica. ¿Alguien más oye mi corazón haciendo más ruido que el redoble de un tambor?
—Tenemos pensada una broma —explica Fred—, y hay que empezar ya mismo para lograrlo antes de las once.
—Sí que trabajan rápido. ¿Quién tendrá el honor de ser la víctima esta vez?
—Bueno, Filch nos vio en el pasillo antes de entrar y comenzó a amenazarnos con todos los castigos posibles —dice George—. Me arriesgo a decir que ya ganó el primer puesto.
—Pensamos que podríamos darle una buena excusa al pobre Filch para castigarnos... si nos atrapa —completa Fred.
—Debe soñar con eso desde hace cinco años —digo—. Pero seguramente sabrá que son ustedes.
—Eso lo hará mejor —dice Fred con una gran sonrisa—. Pero primero tenemos que... pedir prestadas un par de cosas. Y ahí es donde debes ayudarnos.
George mira su reloj.
—La gente ya se ha ido casi por completo. Podemos salir.
En el pasillo doblamos en una dirección poco tomada y George levanta un tapiz de una bruja revolviendo un caldero, y hace una reverencia y me ofrece la mano. Pero al pasar siento que el corazón se me encoge, y no es solamente por los nervios de estar tan cerca de él. Detengo la marcha y los gemelos me miran con preocupación.
—¿Te pasó algo?
—No tenemos mucho tiempo —dice Fred.
—No, es que... Olvidé... Tengo que irme.
—¿Dónde está el espíritu de aventura, Leyla?
—Chicos, de verdad tengo que irme, no me retrasen.
Cada uno toma una antorcha de la pared y me examinan a su luz. Snape me va a matar si llego tarde. El tapiz con el caldero me hizo recordar que tengo que ir con él, y ahora me metí en un lío.
—¿Y? ¿No vas a decirnos qué es?
—Quizás podemos hacerlo en el camino —dice Fred.
—Tengo que encontrarme con alguien. No es nada importante, pero dije que iría.
No parecen convencidos, pero al final me dejan ir.
—Que duerman bien y con la conciencia limpia —les digo antes de salir, tratando de levantar el ánimo de todos.
—Igualmente —me dice Fred. George simplemente sigue caminando hacia delante.
Cuidando que nadie me siga, voy hasta las mazmorras y no dejo de caminar hasta golpear en la puerta de Snape, y entonces cambio el peso de pierna un par de veces con la respiración agitada. Tengo miedo de entrar y tengo miedo de quedarme afuera. ¿Y si alguien me encuentra aquí?
La puerta se abre de un golpe, como si la hubiera azotado un huracán.
—Adelante.
Adentro hace frío y está oscuro, pero no me atrevo a decirle nada. Tanteo el lugar hasta que encuentro una silla y tomo asiento. Las velas se prenden e iluminan el rostro casi no enfadado de Snape. Me he sentado en su lugar, del lado poderoso del escritorio, pero él asiente y toma su puesto en el lado del alumno. Esto es nuevo.
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Leyla y el prisionero de Azkaban | (LEH #3)
FanficGanadora de los WATTYS 2017 // Destacada en Wattpad [Serie "Leyla en Hogwarts": Libro 3] - Libros 1 y 2 en mi perfil. No es suficiente tener un tío loco y arrestado por asesinato. No, la suerte de Leyla no se conforma con eso. Lo que necesita Ley...