En la siguiente clase de Defensa, estoy temblando en mi asiento hasta que veo que el profesor Lupin entra y nos sonríe. La tensión en el aula baja de inmediato y todos volvemos a respirar. Temíamos una nueva aparición de mi querido padre.
—Disculpen que me haya ausentado —dice Lupin, dejando su maletín sobre el escritorio—, no me sentía bien. El profesor Snape fue muy amable al reemplazarme.
No soy la única que pone los ojos en blanco.
—Perdón por tirar los modales por el piso —le digo—, pero fue una clase espantosa y sinceramente espero que usted goce de una muy buena salud el resto del año.
Varios me miran con sorpresa y, al ver que no se ha derrumbado el castillo luego de que dijera eso, se animan a abrir la boca.
—Es verdad, profesor —dice Dean—, nos trató mal a todos.
—Decía que íbamos atrasados —dice Lavender— y que éramos la peor clase de tercero que hubiese visto en su vida.
—Y nos dio de tarea escribir un ensayo sobre los hombres lobo solamente porque el tema está al final del libro —se queja Ron—. ¡Dos pergaminos!
—¿Le dijeron al profesor Snape que no habían visto ese tema? —pregunta Lupin con el ceño fruncido.
—Muchas veces, pero no quiso escucharnos —dice Parvati.
—Le habló mal a Hermione.
—Y castigó a Ron.
—¡Dos pergaminos!
—Entiendo que estén un poco molestos, los reemplazos siempre se salen un poco del plan de trabajo. Pero pueden estar tranquilos, hablaré con el profesor Snape. No hace falta que hagan el trabajo.
—¡Pero yo ya lo tengo listo! —dice Hermione.
—Y yo ya me estaba copiando su trabajo —le digo a Neville por lo bajo.
—Me lo puedes entregar, Hermione, y si está bien le daré diez puntos a Gryffindor.
Al final de la clase, todos nos sentimos tan bien que parece que nunca hubiésemos tenido esa espantosa clase con mi papá.
—Este Lupin es genial —dice Ron—, no sé cómo hicimos hasta ahora para vivir sin él.
—Tengo ganas de ir afuera —dice Harry, y sospecho que es para alejarse un poco de mí. No volvimos a hablarnos luego de que le dije lo de la Nimbus 2000. Ron lo acompaña a pedirle autorización a McGonagall para salir, pero yo me quedo atrás. Como Harry sabe, tengo absolutamente prohibido salir sin autorización firmada, y solo me la firmarían para ir a Herbología o Cuidado de Criaturas Mágicas, así que en el recreo merodeo un poco por los pasillos para pasar el tiempo. En realidad, no me molesta demasiado no poder salir; hay días en que aprovecho el tiempo para estudiar para cosas horribles como Historia de la Magia o para aprender poco a poco un posible horario de Cedric.
En el segundo recreo, guiándome por el esbozo del horario de Cedric que tengo en mi cabeza, lo encuentro saliendo de un aula y apuro el paso antes de perderlo de vista. Por suerte la clase que tuvo era con Slytherin y no con Gryffindor o Ravenclaw, así que no tengo que preocuparme por George ni Selene.
—Leyla —dice Cedric con una sonrisa. Cuando estamos un poco más lejos de la puerta, pasa su brazo por encima de mis hombros. Van dos segundos y creo que me voy a derretir. Apoyo mi cabeza en su hombro y siento su perfume y no puedo dejar de sonreír mientras me dejo llevar por el pasillo.
Los primeros días sentía demasiada vergüenza de mí misma como para estar tan abiertamente con él, pero ahora decidí que se enterará el que tenga la ocasión. (Aunque admito que sí me separaría un poco si pasara George, todavía no logro digerir esa parte). Pero por el resto, soy su novia (todavía se me acelera el corazón al pensarlo) y no voy a esconderlo, y tampoco voy a gritarlo. Esto puede sonar a una muy buena decisión que Hermione podría haber pensado para sí misma, pero en mi caso, creo que se trata más de mi cada vez más evidente cobardía que de otra cosa.
![](https://img.wattpad.com/cover/47979487-288-k672486.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Leyla y el prisionero de Azkaban | (LEH #3)
FanfictionGanadora de los WATTYS 2017 // Destacada en Wattpad [Serie "Leyla en Hogwarts": Libro 3] - Libros 1 y 2 en mi perfil. No es suficiente tener un tío loco y arrestado por asesinato. No, la suerte de Leyla no se conforma con eso. Lo que necesita Ley...