69 noches con Gerard Way [Frerard]

Interlude: With Mikey

"Hmmm... Qué grande idea has tenido..." suspiré dándome la vuelta sobre la toalla, el sol seguía quemando fuerte y supuse que sería buen momento para broncearme la espalda.

"Ya te digo... Este sitio es de lo mejor que hay en la casa." murmuró Mikey levantando unos segundos sus oscuras lentes de sol.

"No sabía que hubiera un acceso al tejado."

"Uh. Nadie lo sabe, solía subir aquí para esconderme de-... Buh... Se está genial, ¿eh?" rió nervioso el castaño y se giró hacia el otro lado.

"¿Te escondías de mí aquí?" pregunté hundiendo mi rostro en la almohada que albergaba bajo la toalla.

"No." gruñó. "... De mi mismo... Yo..."

No llegué a oír nada más, la calidez y la caricia de los rayos solares consiguieron que cayera dormido sin esperarlo.

...

"¿Frank?"

...

Abrí los ojos, me sentía adolorido, un poco en pánico. Estaba en la cama. Directamente mi mirada fue a parar al enorme vendaje que envolvía mi pierna derecha, entonces recordé.

"Me caí." alcé una ceja. Mikey me miraba desde la puerta de la habitación, apoyado en el marco de la puerta.

"No sé cómo pasó, estábamos allí, y de repente rodaste del tejado como una croqueta." contuvo su risa, yo no pude.

"¿En serio?" casi grité, haciendo una mueca de dolor al sentir el hueso en mi pierna hacerse notar con pinchazos.

"Esta no es la peor noticia que vas a recibir hoy." torció los labios y se acercó a la cama. "Quise hablarte de esto antes, pero ya no hay tiempo, no puedo tomármelo con la calma que debería. Hay cosas que necesitas saber, cosas sobre Gerard. Cosas malas."

Mikey se sentó a mi lado en el colchón, mis ojos cruzaron los suyos, estaba asustado. Su mano rozaba la mía, terminó por cogerla y acariciarla con sus dedos de manera nerviosa.

"Mike, dime." incité aproximándome más y más, hasta lograr la corta distancia que se suele aplicar a la hora de contar secretos en voz baja.

"Pero todo empezó hace tanto... Y ahora está aquí." jadeó, comenzaba a faltarle aire, tuve que arreglármelas para que se calmara y volviera a respirar con normalidad. En aquello los minutos nos seguían pasando.

"¿Quién está aquí?" exigí saber. Respondiendo al silencio tomé la mejilla de Mikey y le obligué a mirarme, la pierna dolía como mil rayos. "Michael...¿Quién?" repetí temiendo la respuesta.

"Es Gerard... Pero..." suspiró. "Es... Él... No es bueno que esté aquí." se levantó de pronto, agitando los brazos como un paranoico. "Nos va a matar.
¡Nos matará a todos!"