Me deslicé al interior del salón-comedor y me senté frente a Gerard. Sus ojos me analizaron un par de segundos antes de retornar la vista al papel y continuar escribiendo lo que fuera que estuviese escribiendo.
"Me aburro." gruñí tumbándome a medias sobre la mesa, con ambos brazos estirados hacía la posición de Gerard. Este murmuró algo por lo bajo y dejó su bolígrafo en la mesa con rudeza.
"No empieces otra vez, ¿quieres? Solo llevamos tres días aquí, ¿por qué no vas a visitar la ciudad?"
Yo alcé una ceja desafiante, Gerard parecía que siempre tenía la solución perfecta para todo.
"Es casi la hora de cenar, tengo hambre." me quejé sin moverme de mi vaga pose, acariciando con la palma la madera de roble con la que estaba hecha la superficie de la mesa.
"Te dije que no íbamos a cenar hasta después de mi reunión, pero vaya, veo que mi socio se retrasa." miró la hora e hizo una disgustada mueca, tenía unas ojeras notorias y es que se pasaba el día y parte de la noche trabajando en el proyecto del hotel. A ratos le envidiaba, yo no tenía nada que hacer a lo largo del día y las últimas dos noches me las había pasado provocando a Gerard.
Necesitaba encontrarme algún hobbie gratificante con urgencia.Aunque no esta noche.
"Pero tengo hambre." hice un puchero, pero parecía que esto al mayor no le afectaba para nada. Rodeó los ojos y volvió a su trabajo.
"Prepárate algo, yo ya cenaré solo luego." me dijo algo molesto, quejándose luego por un fallo que había cometido en su escritura.
"Hazme algo." alcé la vista esperanzado. Nunca se me dio bien cocinar, tampoco lo he intentado mucho. En realidad puede que sea un gran cocinero, pero desarrollar un talento es demasiado trabajo para un vago como yo.
"Estoy trabajando, ¿no lo ves?" me miró con su típica carita de superioridad. En serio, si tuviera algo mejor que hacer que molestarle ya lo habría hecho. O quizás no.
"Vaaa..." me paré de mi asiento y me arrastré hasta la silla de Gerard, abrazándome a sus piernas como un niño. "Tengo hambre." refunfuñé de manera infantil.
"No te va a funcionar conmigo, Frank, no hace falta que te hagas el imbécil." sonrió de lado, arrogante.
Yo volví a gruñir, poniéndome de pie y sentándome sobre las piernas de Gerard desde el lado izquierdo, rodeando con mis brazos su cuello, obligándolo a dejar su faena de lado por unos minutos.
"Sabes qué me voy a enfadar, ¿verdad?" preguntó con una ceja encorvada y yo asentí. Básicamente era lo que me estaba buscando, que se enfadase e hiciese algo en cambio de trabajar todo el santo día. "Frankie..." suspiró, abrazando mi cadera con sus manos. "Necesito terminar esto, luego de la reunión si quieres vamos al cine. ¿Te parece justo?" preguntó con media sonrisa. Yo negué, empezando a besar su cuello y manosearle para provocar.
"Frank, para."
"Frank, he dicho que pares." repitió.
"¡Frank!"
"Está bien..." chasqueé la lengua, tratando de bajarme de encima suya. Pero justo al pasar la pierna por sobre las de Gerard mi pie chocó contra la pata de la mesa, haciedo que esta se mueva bruscamente y la taza de café de Gerard caiga de lado, haciendo que el negro contenido se derrame estrepitosamente por toda la superficie de la mesa y manche, de paso, los papeles que estaba revisando el mayor.
"Mierda..." susurré apartándome de la mesa, alarmado.
"¡Frank!" se levantó luego de mi, tratando de tomar las servilletas para secar un poco todo y salvar su trabajo.
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69 noches con Gerard Way [Frerard]
FanfictionEl flamante hermano del mejor amigo de Frank, Gerard Way, invita al menor a pasar unas semanas en las Islas Fiji, donde es arquitecto y director en la obra de un nuevo, lujoso hotel de vacaciones. Frank termina aceptando la invitación bajo una apues...