69 noches con Gerard Way [Frerard]

Introducción

"No lo sé, Mikey, no creo que sea buena idea..." suspiró Frank, con la taza de café todavía entre sus manos. Afuera llovía a cántaros, parecía que las grisáceas nubes trataban de descargar sin cesar su cúmulo de agua. El frío otoñal se hacía cada vez más presente.

"Es una idea estupenda, te sentará bien, serán como unas vacaciones." el castaño se encogió de hombros y se acomodó un poco más sobre el espacioso sofá, apretando tiernamente un enorme cojín contra su pecho.

"¿Unas vacaciones con Gerard? He tomado un poco de vino pero todavía estoy lo suficientemente cuerdo como para negarme a eso." rió Frank apoyando la nuca sobre el respaldo del sofá y dejando escapar un largo y tedioso suspiro.

Mikey sonrió.

"Niegas lo obvio, Frank... Gerard te gusta."

El mencionado alzó la mirada de manera amenazante y sonrió cínico.

"Quizás un poco..." se encogió de hombros. "... pero eso no es motivo para perderse dos meses con él en una isla desierta sin saber por qué. Además, tampoco lo conozco mucho..." rodeó los ojos, viendo como Mikey encorva una ceja y pone su típica y odiosa cara de: a mí no me puedes engañar.

"No seas tonto. Es un viaje con todos los gastos pagados, solo estaréis allí unas semanas para que Gerard supervise que los planos arquitectónicos del nuevo hotel se llevan a cabo según lo previsto y ya."

"Lo sé, Mikes, el problema es que Gerard tiene un carácter insoportable..."

"Ya, eso no lo niego, pero piensa que él estará todo el día en la obra, solo le verás para cenar y luego cada uno a dormir y se acabó." Mikey dio otro ultimo trago a su taza y la dejó en la mesilla, sonriendo bobamente al ver la sonrosada expresión del avellana.

"Supongo que debería aceptar la invitación..." suspiró mirando el papel que se encontraba en la mesilla, donde junto a una carta, había el billete de avión y la reserva de un apartamento en las Islas Fiji.

"Claro que deberías... Y no tengas miedo, no puede ser tan malo como dicen." Michael le guiñó un ojo, haciendo que Frank solo chasquee la lengua por la molestia.

"No-...no le tengo miedo." tragó saliva.

"Escúchame Frankie, vais a estar bastante tiempo juntos y conociendo la tensión sexual que hay entre ambos, puede que mi hermano te haya invitado precisamente a ti porque quiere algo... Contigo."

"Uh... Lo imaginaba... Se me ha insinuado un par de veces... Pero es que no es mi tipo." Frank se levantó del sofá y estiró las piernas, mordiéndose el labio con ansia ante la divertida mirada que continuaba cayendo sobre él, analizándole en cada momento.

"No es tu tipo porque no es una perra sumisa, ¿verdad?" murmuró Mikey. "No es su culpa que te gusten más golfas."

Frank palideció, y fue cuando el castaño se dio cuenta de que había dado justo en el clavo.

"No es eso." gruñó el más bajito, volviendo a tomar asiento y cruzando sus brazos por sobre su pecho.

Mikey rió.

"¿Por qué no pruebas algo nuevo?¿huh?"

Frank no devolvió la mirada.

"Oye, Frank, no me ignores..." sacudió la mano frente a los ojos avellanas. "Solo digo que podrías dejar que te manden por una vez, en cambio de mandar y exigir siempre tú."

"Yo no exijo nada de nadie, soy como soy, y no pienso cambiar."

Mikey carcajeó y negó con la cabeza.

"Bien... Te apuesto que Gerard conseguirá domarte durante este viaje y volverás con collar y correa. Sabes que nadie puede resistirse a él y sus encantos."

Iero alzó ambas cejas y sonrió como si la victoria ya fuera suya.

"Trato hecho, no podrá conmigo."

"Ya veremos." Mikey estrechó la mano que le ofrecía su acompañante.

"Bien."

"Genial."

"Perfecto..." gruñó Frank desviando la mirada. "Y... Uh... ¿Cuántos días son exactamente?"

Mikey tomó el papel de la mesa y leyó un par de párrafos hasta llegar al lugar donde aparecía la reserva del lujoso apartamento.

"70 días." asintió sin despegar sus ojos del texto en el papel.

"¿69 noches?"

"Exactamente." confirmó sonriente.