Me desvelé sobre las tres de la madrugada, todavía estaba vestido con la camisa negra del día anterior y los tan incómodos jeans, me dolía la espalda, había dormido en una posición de mierda.
Pronto noté que tenía un mensaje de Gerard llegado hace horas.- Tengo algo para ti, creo que es importante, dime algo cuando puedas. XoGee -
Una fugaz sonrisa cruzó mi rostro, sin importar la tardía hora marqué el teléfono de Gerard y esperé la señal.
"¿hmh?" Escuché su voz del otro lado.
"Hola, mi amor..." Me atreví en un susurró, visualizando la neoyorquina noche a través de los cristales del apartamento, busqué un cigarrillo en el bolsillo trasero de mi pantalón y vagamente lo coloqué entre mis resecos labios.
"Son las tres de la mañana, Frank..." gruñó el mayor, sin duda estaba durmiendo y mi llamada le había despertado.
"He visto tu mensaje, dices que es importante." Me excusé al momento.
"Um, sí... Iría a verte ahora pero mañana trabajo y necesito dormir."
"Puedes dormir aquí, es tu apartmento."
"Ya.." escuché una leve risa por su parte. "Está bien, llegaré en cuanto pueda." Y la llamada se cortó. Exhalé el aire con pesadez y prendí el cigarrillo, sacando una botella de vino de la nevera junto a dos grandes copas, dejando el conjunto sobre la superficie de la mesa en el salón y abriendo la botella con facilidad, llenando mi copa hasta su punto más alto. Yo no solía beber, mucho menos con intención de emborracharme, pero en esta tan especial ocasión sentí que necesitaba un trago. Marginando el cigarrillo por unos minutos, tomé la copa y la terminé de una, sintiendo el amargo sabor recorrerme la garganta hasta llegar al vacío estómago, probablemente debía comer algo.
Me dirigí a la cocina y saqué una pizza familiar del congelador, creo que era una simple tómate-mozzarella, pero tampoco tenía ganas de innovar y añadirle más ingredientes como solía hacer Gerard. Calenté el horno al máximo y luego de deshechar el envoltorio de plástico, lancé la pizza al interior y cerré el compartimento con rabia. Sin duda estaba hambriento.
Fue segundos después cuando sentí una agradable música provenir del salón, Heroes de Bowie sonaba en el aire. Rápidamente me volví al salón, donde se encontraba Gerard con una copa de vino medio llena y la mirada puesta en el impresionante paisaje que se podía apreciar al otro lado de los ventanales. Nadie negaría el hecho de que era una vista inolvidable.
Y Gerard era la mejor parte de ella."Hey, Gee." Saludé de manera tímida, acercándome a él y alzándome sobre las puntas de los pies para besar sus labios, ni lo pensé, era un hábito. Gerard volteó su rostro justo cuando nuestras bocas estuvieron por colisionar y soltó una nerviosa sonrisa.
"Frank..." comenzó.
"Perdón." Musité bajando la mirada, preguntándome en ese instante cuando había perdido de vista mi cigarrillo. "Yo solo-..."
"Está bien."
"No. Yo-... Es que... No lo pensé." Musité. "Es que yo... Gee..."
Gerard tomó mi mejilla al instante y apegó sus labios a la comisura de los míos, dejando allí un largo y suave beso que con facilidad provocó que me derritiera en el lugar.
"Tengo esto para ti." Comentó cuando nos separamos, tomando de su copa mientras me extendía un pequeño sobre, estaba abierto de manera cuidadosa y en su frontal lucía mi nombre completo escrito con una caligrafía familiar. "Es de tu padre." El pelinegro confirmó mis sospechas y yo asentí, abrazando la carta entre mis dedos. "La abrió la policia porque necesitaban leerla, yo no sé que pone, te lo juro." Me miró alarmado.
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69 noches con Gerard Way [Frerard]
FanficEl flamante hermano del mejor amigo de Frank, Gerard Way, invita al menor a pasar unas semanas en las Islas Fiji, donde es arquitecto y director en la obra de un nuevo, lujoso hotel de vacaciones. Frank termina aceptando la invitación bajo una apues...