CAPÍTULO 15: SOLO UN BESO Y NADA MÁS

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Por todos lados hablaban de la nueva pareja del instituto, una pareja perfecta decían muchos. Kouga llenaba de regalos a Aome, quien a pesar de todo se sentía culpable. Ella correspondía de la misma manera, regalándole besos y abrazos. Jugar a ser novios los había acercado más como amigos. Su amiga y confidente, lo que logro con Inuyasha en muchos años lo logro con Kouga en poco tiempo; el no necesitaba de palabras, comprendía las miradas y los silencios de su amiga. Con el tiempo que pasaba con ella comprendió que ella no necesitaba de grandes regalos ni lujosos lugares para enamorar, lo único que pedía era amor verdadero...
Caminaban en silencio por las calles de la ciudad. El inicio de las vacaciones estaba a la vuelta de la esquina, las personas corrían de un lugar a otro en busca de regalos para las fiestas decembrinas. A pesar de ir caminando tomados de la mano la sentía distante. Le incomodaba un poco esos silencios tardíos de ella, le preocupaba que algo le pasara y ella no le contara, su prioridad era protegerla y lo haría ante todo y de cualquier persona aun si la tuviera que proteger de ella misma
La paro en seco al llegar a una esquina. La puso enfrente de el para que lo mirara a los ojos
-Aome -La tomo del mentón - Eres una chica tan extraordinaria. A pesar de ser misteriosa todo tu ser me enamora y -beso su frente - te agradezco que me permitas ser feliz a tu lado a pesar de cómo son las circunstancias
-Kouga - Nunca nadie le había dicha tales cosas. Además de la ternura y el amor que le transmitía - eres un chico maravilloso, me llenas de paz y tranquilidad. Tu fuerza y actitud me han demostrado que no debo seguir siendo débil - Con ambas manos tomo sus mejillas y le planto un cálido beso en los labios - Te quiero como no tienes idea
Sin importar el lugar se abrazaron. El tiempo y el espacio pasaron a segundo plano, se querían y no importaba si el sentimiento era reciproco
Inuyasha observaba. Se había convertido en su sombra desde que empezaron a salir. Desde el alba hasta el ocaso, el chico los seguía a donde quiera que fueran, las clases no importaban; se obsesiono con aquella pareja que poco a poco dejaba la máscara de lado. Se recluyo de todo, no hablaba con nadie ni siquiera contestaba las llamadas de su novia, deseaba ese beso y lo obtendría le costara lo que le costara.
La pareja siguió su camino. Caminaron juntos a una tienda donde compraron regalos para las familias de ambos. Kouga se marcharía por las fiestas, una decisión tomada por sus padres y tenía que respetarla; le dolía no pasar las fiestas con Aome, su chica.
-¿Cuándo te iras?
-Pasado mañana
-Te iré a despedir
El día del viaje de Kouga, Aome lo acompaño al aeropuerto a despedirlo. Su amigo se alejaría y ella se sentía vacía. Estaría con Sango y Miroku pero faltaría el, su confidente. Sus padres habían organizado, para pasar la navidad, una fiesta de gala donde estaría Inuyasha, el chico que le robaba el sueño. Había dejado de pensar en él, quien siempre estaba en su mente, pero estar lejos de él le ayudo a olvidarlo un poco. Sus padres eran amigos de toda la vida, desde siempre habían querido que sus hijos terminaran casados pero los dejarían al destino; nunca les habían comprometido pero estaban a un paso. El padre de Inuyasha era uno de los accionistas mayoritario de la empresa (solo por detrás del padre de Aome) y era lógico que estuviera en aquella fiesta que Aome no quería que llegara. No podía poner excusas para no asistir, su papel como hija del dueño la obligaba a estar.
El día menos esperado por ella llego. Con pereza se levantó de la cama, su madre la estaba esperando para ir juntas al salón de belleza donde las prepararían para la fiesta. Al término de estar en salón, se dirigieron a su casa donde con desgana se puso el vestido que le habían comprado, mirando el reloj con nerviosismo. La hora se aproximaba y poco a poco los invitados empezaban a llegar, no quería verlo pero tenía que pasar. Reunió todo su miedo y lo aventó en lo más profundo de su ser, esperaba que el pasara y no se percatara de ella pero se equivocó; al momento de entrar el la busco con la mirada, necesitaba verla, escucharla.
-¡Taisho! - Su padre la saco de sus pensamientos. La familia del nombrado se empezó a acercar lentamente. Inuyasha no dejaba de verla, no había emociones en su rostro solo la miraba, era tortuoso de cierta manera
-¡Higurashi! - El padre de Inuyasha saludo fervientemente a su amigo. La madre de Inuyasha empezó a saludar a su familia amistosamente; su madre le había contado que ambas familias se conocían de toda la vida. Los patriarcas de las familias fundaron la gran empresa de telecomunicaciones que era hoy en día. Desde siempre se habían prometido que fusionarían las familias y para la suerte de Aome ella era la del sacrificio -¿Él es tu hijo? - Pregunto el Sr. Taisho al ver Sota
-Mi heredero - El padre de Aome mostraba con orgullo a su hijo quien pasaría las fiestas con la familia. Aome y el no eran tan afectuosos pero se tenían cariño fraternal, estar alejados había ayudado a que su relación no fuera más allá de eso
-Esta enorme - Comento la madre de Inuyasha, quien se acercó para mirarlo bien. A sus 16, Sota había dejado a Aome por mucho y eso que ella era alta - Y ¿Esta bella señorita es Aome?
Aome sintió su cara arder, todos la miraron y deseaba que la tierra se la tragara nunca le había gustado der el centro de la atención fuera donde fuera
-Esta bellísima - El Sr. Taisho le beso la mano. - Has crecido mucho, yo aún te recordaba como la chiquilla que corría detrás de Inuyasha
Los nombrados sintieron subir la sangre por su rostro, era vergonzoso que recordaran eso
-¿Cuándo será el día en que estos dos me darán la sorpresa de que son novios? - Ambos, Aome e Inuyasha desearon con todas sus fuerzas desaparecer de aquel lugar. Cuando se lo proponía el padre de ella podía decir cosas tan absurdas
-Sería un día memorable - Continuo con la cantaleta de siempre el padre de el - Pero hasta donde tengo entendido Inuyasha tiene novia
-Lastima - La madre de ella se encogió de hombres - aria una bonita pareja
«No lo creo»
Ambas familias se dirigieron a la mesa que compartirían. Todos hablaban animosamente sin percatarse el incómodo vacío que había entre los hijos. Sota se había ido a platicar con unos amigos de su edad; al llegar a la mesa todos ocuparon sus lugares menos el padre de Aome quien se dirigió a un pequeño podio y dirigió unas palabras de agradecimiento a los presente por asistir a esa pequeña fiesta que había ofrecido en su casa, después de eso la música empezó las parejas presentes empezaron a bailar. Aome e Inuyasha se quedaron solo en la mesa, ninguno de los dos se atrevía a mirar al otro, la incomodidad era tan molesta que rápidamente se empezaron a aburrir. Un chico se acercó a Aome y la invito a bailar quien acepto no por que quisiera pero como la hija de la casa debía ser buena anfitriona. Con celos el la miraba desde la mesa, se lamentaba por no sacarla a bailar, era necio y se doblegaría tan fácilmente por ella. Las piezas musicales pasaban y Aome era la más solicitada para bailar pero la gota que derramo el vaso fue cuando escucho a un invitado decirle al padre de ella que no descartara que pronto pediría su mano en matrimonio a lo cual el padre de ella solo sonrió
-Vamos hijo, deja esos celos y saca a bailar a Aome - Su padre se había acercado a la mesa para tomar un sorbo de su copa
-Yo no estoy celoso - dijo cortantemente el chico
-¿Cómo se dio cuenta?
-Hijo, yo también pase por eso - Se empezó a reír - conozco esa mirada a la perfección
-¿Cómo puedo sentir celos de ella? Tengo novia
-Eso no quita el hecho de que te puedas sentir celoso, a lo mejor celos fraternales, celos de amigo o de...pareja - Sabia que su padre era muy observador pero nunca se había percatado de que tan bueno era - Lo se hijo. Esa mirada tuya solo la puede tener alguien enamorado. Es bellísima, no dudes tanto en decírselo alguien más te la puede ganar
-Ella tiene novio
-Pero no están comprometidos
Sin decir más su padre se fue. La velada siguió su curso y la fiesta no tardaba en acabar, tenía que hablar con ella y el momento justo apareció cuando ella llego a la mesa para tomar un poco de su vino
-Ven bailemos - La caballerosidad no era parte de él.
Sin permitirle negarse, la tomo de la cintura y la llevo al centro de la pista. La música era lenta lo que permitió que la acercara más a su cuerpo, su aroma lo envolvía era tan malditamente embriagador que inhalo todo lo que podía, su aroma se grababa a fuego en su mente. No decían nada solo se limitaban a bailar como si nunca se hubieran separado
La canción termino y ella se separó rápidamente de el pero la detuvo antes de que se fuera. Delicadamente la tomo del brazo y la saco al patio trasero de la casa donde empezaron a caminar en silencio.
-A veces soy un estúpido, más que eso soy un completo idiota - Soltó con brusquedad Inuyasha - Te he lastimado mucho - Ella se mantenía callada, quería escuchar cada palabra del monologo que había comenzado su amigo - No sé qué me pasa contigo, deseo alejarme de ti pero no puedo, por más que intento hacerlo algo me trae de nuevo hacia ti. - La miro y ella seguía en silencio - Me molesta, no, más bien quema por dentro el hecho de que estés con alguien más, es tan egoísta por que no sé lo que siento por ti
La tomo de los hombros y la giro para que lo viera a los ojos, ya no eran fríos como en las ultimas semana, eran cálidos, como cuando antes eran amigos, cuando ella podía apreciarlos todos los días
-Deseo un beso tuyo, los últimos dos se han grabado a fuego en mi mente a pesar de cómo te los di - Lentamente la fue acorralando hacia un árbol que se encontraba alejado del bullicio de la casa - quiero que sea diferente a los anteriores, solo un beso y nada mas
Los susurros de él la envolvieron, estaba acorralada entre el árbol y el cuerpo del, no había escapatoria. Lentamente Inuyasha se fue acercando hasta rozar sus labios, era calmado no tenía prisa, lo disfrutaría como si fuera la última vez. Con delicadeza se fue abriendo paso hasta que los labios de ella respondieron, emprendiendo así un glorioso vaivén, eran tan jodidamente abrumador el sabor de sus labios que deseaba mas, no estaba satisfecho con un simple beso, la necesitaba y por un momento creyó que estaban enamorados. Los besos se tornaron más intensos que necesitaron tomar aire pero él no desaprovecharía una oportunidad como esa. Rápidamente tomo un poco de aire para así continuar probando el sabor de su piel, con delicadeza trazo un camino de besos desde la mandíbula hasta el cuello quedándose ahí como un poseso. El aroma de ella lo embriagaba y envolvía todo su ser, la pasión empezó a surgir y había mandado al demonio la delicadez, la necesitaba como si fuera droga. Sin importarle marco su cuello, que supieran que era de él, que era suya. Aome lo sintió y lo alejo cuando se dio cuenta de que los besos se tornaban más pasionales y los dirigía por un sendero diferente
-Espera - Su voz apenas era audible
-Te necesito - Sin permitirle hablar volvió a sus labios, reclamándolos para él, como si fueran su propiedad
«Despierta idiota, te volverá a lastimar »
-En estos momentos no lo creo
«Solo es obsesión lo que tiene»
La realidad volvió a ella. Lo alejo con brusquedad y se dirigió a su habitación dejando a un Inuyasha sorprendido

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Buenas noches o días dependiendo de cuando lean esto. Al fin después de mucho tiempo publique un nuevo capitulo; me disculpó enormemente por largo tiempo de ausencia, la escuela el trabajo en fin muchas cosas me mantenían ocupada pero las vacaciones están por llegar y podre estar un poco mas seguido, bueno espero y les guste el capitulo

Después de la TormentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora