CAPITULO 2: NUEVO INGRESO

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Sango miro hacia la ventana y recordó ese día donde su amiga le confeso un gran secreto...

Aquella tarde estaban como de costumbre en el parque, las vacaciones de verano apenas comenzaban y cuatro amigos planeaban pasarlo a lo grande. Aome sentada como de costumbre a lado de su gran amigo Inuyasha. Miroku, como siempre, se la pasaba contándole grandes anécdotas (todas inventadas) de sus viajes. Todo era como de costumbre, pero aquel día Sango se dio cuenta de algo. Sabía que podía ser un error pero estaba más que segura que sus sospechas eran ciertas. En los siguientes días se dedicó a observar a dos de sus amigos, Aome e Inuyasha pero en especial a su amiga. Atando cabos se dio cuenta de algo: Aome estaba enamorada de Inuyasha

Lo supo desde aquella tarde en el parque pero quería estar segura. Una noche mientras las dos estaban en el patio trasero de la casa de Aome, Sango se atrevió a Preguntar

-Aome – La mencionada miro a su amiga – Tengo que hacerte una pregunta pero quiero que me contestes con total sinceridad

-Tú dirás Sango 

-Tu... ¿Tu estas enamorada de Inuyasha? – A pesar de la oscuridad, la luna iluminaba lo suficiente como para notar el color escarlata de las mejillas de su amiga

-Yo... no...-La chica empezó a tartamudear, le apenaba contestar – Pero que cosas dices Sango

-Entonces si – Sonrió y miro más a su amiga quien ahora parecía un tomate – Lo sabía y no trates de negarlo – Respondió de inmediato a ver que su amiga empezaba a replicar

Resignada y a sabiendas de que su amiga no la dejaría en paz hasta que le contara todo decidió decirle

-Está bien – Suspiro y contemplo a la hermosa luna de verano – Si estoy enamorada de el...

El sonido del timbre para el cambio de maestro saco de sus pensamientos a Sango. Miro como Inuyasha y Miroku se levantaban para platicar con ellas

-La clase estuvo aburrida – Se quejó el joven al que una hora atrás le habían lanzado un libro

- Que nada más a ti te aburra no significa que así lo sea – A Inuyasha siempre le gustaba molestar a su amigo – Oye Aome ¿Te sientes bien? – El chico de los ojos dorados se preocupó al ver a su amiga roja

- Si...es solo el calor

A Inuyasha le pareció extraño, teniendo en cuenta de que el otoño ya estaba comenzando. No pudieron seguir platicando ya que el maestro llego pidiendo que todos tomaran sus asientos y prestaran atención

-Jóvenes y Señoritas por favor pongan atención – Todos guardaron silencio – Hoy tenemos una alumna nueva. – Abrió la puerta y dejo entrar a una joven hermosa. Su cabello era largo y negro como la noche su piel tan blanca que parecía de porcelana – Srita preséntese ante el grupo

-Mi nombre es Kikyo Moto y soy una estudiante de intercambio

Los hombres (y en especial Miroku) quedaron embobados por la nueva compañera de clase que tenían.

-Muy bien –Dijo el maestro quien los saco de pensamiento – Tome un asiento a lado de Higurashi

Aome levanto la mano y Kikyo se dirigió al asiento vacío indicado

Las clases continuaron con normalidad hasta llegar al receso quienes la mayoría salió corriendo

-Oigan – Sango empezó a hablarles a sus amigas para que le pusieran atención - ¿me imagino que nosotros cuatro seres equipo para el proyecto?

-Claro, ya sabes que si – Se apresuró a decir Inuyasha

-Pero nos falta un integrante más

-¿Qué tal si le preguntamos a la chica nueva? – propuso Aome muy sonriente

-Me parece más que perfecto – Miroku, quien no dejaba pasar una oportunidad así se apresuró a preguntarle a Kikyo pero de inmediato fue detenido por Sango

-Creo que Aome puede ir a preguntarle

Aome se levantó de su asiento y se dirigió al lugar donde se encontraba su nueva compañera

-Hola –Saludo Aome – Me pregunta si ¿Quieres formar equipo con nosotros? Nos falta un integrante

Kikyo la miro unos segundos –Claro

-Bien. Ven conmigo para presentarte con mis amigos – Kikyo se levantó y se dirigió a donde Aome lo hacía – Chicos ella será parte de nuestro equipo – Todos la miraron – Mira ella es sango – La chica saludo y Kikyo quien le devolvió el saludo – Él es Miroku – el solo asintió, sabía que su querida Sanguito lo miraba – y finalmente él es Inuyasha

La chica solo miro al joven de cabellos plateados que se encontraba enfrente de ella. Sus ojos se encontraron y algo nuevo empezó a nacer

-Mucho gusto – Lo saludo de mano

-El...El gusto es mío – Inuyasha dio su mejor sonrisa Aome pudo notar algo diferente en el ambiente.

Las clases pasaron y los cuatro amigos salieron caminando juntos

-Kikyo ¿Te gustaría acompañarnos al parque? Normalmente vamos después de clase – Sango la detuvo cuando miro que salía sola

-Está bien

Las semanas pasaban y el otoño estaba llegando a su fin. Kikyo era una nueva integrante del grupo de Aome pero las cosas estaban cambiando. Aome lo sabía y no le gustaba para nada

Después de la TormentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora