CAPITULO 21: AMAR SIN SER AMADO

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Sango se había marchado hacía poco tiempo dejándola sola. Sus padres acababan de llegar pero no quería verlos ¿Cómo les diría que iban a ser abuelos? No encontraba las palabras para decirles que esperaba un pequeño ser en su vientre, que ahora que se lo preguntaba no sabía cuánto tiempo tenia de embarazo, sabía que los primeros meses eran muy importantes pero apenas se enteró de su presencia. Se acercó a la ventana y contemplo la luna; tenía miedo de la reacción de sus padres en especial de su papá

« ¿Con 22 años y le tienes miedo a tus padres?»

-Es absurdo lo sé, pero no puedo evitarlo

Pero tenía que afrontarlos, había cometido un error y tenía que acatar las consecuencias de sus actos. Por más que se negara Inuyasha tenía el derecho de saber que esperaría un hijo, no sabía si lo negaría o lo aceptaría pero tenía que saberlo. Por otro lado estaba Kouga, al pobre chico le rompería el corazón al saber que su amada se entregó a otro. A Aome le dolía saber que lastimaría al chico que tanto la quería, pero tenía que decírselo ella misma, aunque no eran una pareja él tenía que saberlo por ella.

Se dirigió al baño, donde se relajó dentro de la bañera llena de agua. Miles de pensamientos fluían por su mente. Las palabras no llegaban concisas a sus labios, no sabía que decir o hacer, miles de situaciones aparecieron, como si de una película se tratara pero por más que tratara de encontrar una con la mejor respuesta, sabía que saldría dolida.

Al salir de la bañera se puso su ropa íntima y se miró al espejo, su vientre era plano, sin señal alguna de que un pequeño está creciendo dentro ¿Cómo se vería dentro de 5 meses? Con el vientre más abultado, era lógico pero no sabía dónde estaría realmente ¿Con sus padres?, ¿Con Inuyasha? O ¿Sola? No tenía ni la más remota idea de cuál camino le preparaba el destino, sea cual sea tenía que ser fuerte ya no era por ella misma, era por él, si quería madurar este era el momentos perfecto.

-¿Cómo esta pequeña cosita me puede causar tantos dolores de cabeza? – Instintivamente poso sus manos en su vientre y sin darse cuenta sonrió al saber que traería vida...

A la mañana siguiente reunió a sus tres amigos tenía que darles la noticia de su embarazo, sea como sea son sus amigos y se preocupan por ellos. Sango ya sabía pero de todas formas quería que estuviera presente. Sus amigos llegaron a la hora indicada, sus padres, como de costumbre no estaban, así que no había peligro de que se enteraran. Los paso a la sala de estar donde se sentaron en los sillones que estaban ahí

-Bueno, se preguntaran por que los he citado – Los chicos la miraban con cierta curiosidad – Ayer no me desmaye por que no comiera bien, el verdadero motivo es que... que – miro los ojos de Kouga, sabía que le rompería el corazón – estoy...embarazada

Ambos chicos la miraban atónitos, ella miro al suelo, no sabía cómo lo tomaría el chico de los ojos azules. Sango se acercó a ella y la abrazo

-¿Quién...quien es...el padre? –Kouga estaba luchando por retener las lágrimas, a Aome le partió el corazón que el pobre chico sufriera

-Inuyasha – Sabia que no era bueno mentirle

-¿Pero cuando? – Pregunto sorprendido Miroku

-El día de mi cumpleaños vino, estuvimos platicando, ambos bebimos de más y... pues ya sabes, eso ocurrió

-¿Te obligo? – un susurro apenas audible salió de los labios de Kouga

-¿Qué? – No quería que el chico pensara eso

-El muy desgraciado te obligo ¿No? Se aprovechó de que estabas tomada – Furia era lo que se miraba en los ojos del chico. Los demás nunca antes lo habían visto de esa forma

-¿Qué? No – Se acercó a él y lo tomo de las mejillas, el chico derramaba lagrimas silenciosas – él no me obligo a nada – Eran crueles las palabras que le decía pero era mejor así, no quería mentirle más a su amigo – fue de mutuo acuerdo, pero un error al fin y al cabo. Un error que no debí de haber cometido

A Kouga le dolía las palabras de la chica de la que estaba enamorado, la amaba con todo su ser y le dolía que ella estuviera enamorada de otro. Se levantó del sillón y la abrazo con fuerza a lo cual Aome correspondió. Aspiro su dulce aroma y dejo que las lágrimas silenciosas cayeran. Sabía que lo miraban y no le importaba en ese momento quería estar abrazado de ella. No supo cuánto tiempo la abrazo, tenía que dejar salir el sentimiento que embargaba su pecho

-Me imagino que te casaras con el – La miro a los ojos, ella también había llorado

-No – Su respuesta le asombro – Ustedes saben que lo quiero y sé que el a mí no, no utilizare a este niño para tenerlo a mi lado

-¿Se lo dirás? – Kouga miro a la chica de ojos color chocolate. Una ilusión apareció en su mente – Yo me are cargo de el

Los presentes se sorprendieron de la propuesta de él. Su propuesta fue dulce y Aome podría aprovechar eso para que sus padres no se enojaran tanto pero no aria sufrir más al chico, sería responsable de sus actos

-Es un hermosa propuesta de tu parte, pero no te ataría a mí por ello – lo miro dulcemente – Tengo que ser responsable. Se lo diré a Inuyasha porque es su derecho, él sabrá si lo quiere o no. En cuanto a mí lo tendré, sea sola o con alguien

-Yo puedo ser ese alguien

Aome no dijo nada, le sorprendía ese chico que se aria cargo de un hijo que no es de el con tal de tener su amor. Sus amigos miraban detenidamente la escena de ellos. Miroku se sorprendió por la noticia de su amiga. Internamente pensó como su amigo fue capaz de dejar ir a una chica tan espectacular, una chica que era capaz de enfrentar todo por ese niño, su amigo la había hecho sufrir tanto y a pesar de ello seguía sonriendo, alguien más la quería y estaría dispuesto a todo por estar con ella, su amigo era el que debía de estar en estos momentos con ella pero no, prefirió a otra chica que lo había cambiado por completo. Tan parecida a Aome pero tan distinta a la vez. Sus sentimientos eran diferentes. Sabía que Kikyo lo quería pero su amor era tan frívolo que a veces dudaba de que fuera real, su amigo se arrepentiría del camino que había elegido. Inuyasha sufriría y de eso estaba seguro...


Después de la TormentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora