CAPITULO 26: DEVASTADOS

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Sango lloraba a mares sobre el pecho de Miroku quien también lloraba en silencio. La chica no podía creer su mejor amiga los había dejado era como una pesadilla. Tan solo la había visto unas horas atrás y ahora ella estaba…le costaba decir la palabra, no lo aceptaba
-¿Y si se equivocaron? – Sango miraba al chico con desesperación
-Es ella, traía sus papeles, su collar y se dieron cuenta de que estaba embarazada – Sango lloro aún más y el chico la abrazaba con fuerza, los presentes los miraban con pena – Tenemos que avisarle a sus padres, en unas horas entregaran el cuerpo
Sango asintió y se dirigieron a la mansión Higurashi donde los padres de ella se alistaban para ir al trabajo, al parecer aun no sabían nada. En eso vieron como llegaba una camioneta negra y de ella bajaba el abogado de la familia, se imaginaron por que llegaba. Se apresuraron a entrar y cuando lo hicieron el abogado les pidió a los padres que se sentaran.
-Lamento llegar asi de repente – El abogado miro a Sango y Miroku que estaba parados en el umbral de la puerta - ¿Quiénes son ustedes?
-Está bien, son amigos de mi  hija – contesto dulcemente la Sra. Higurashi
-Nosotros también veníamos por lo mismo Sr. – Miroku contesto en un tono lúgubre
-¿Qué es lo que pasa? – El Sr. Higurashi empezaba a extrañarse del misterio que se traían
-Lamento informarles Señores Higurashi que – suspiro antes de decirles la cruel noticia – su hija Aome ha fallecido
-¡¿Qué?! – La madre de ella abrió los ojos como platos
-No venga a decirnos esas estupideces, ella se encuentra en su habitación – Dijo con total seguridad el Sr.
-No Sr. Es verdad lo que dice el abogado – Sango empezó a derramar lagrimas
-¿Pero…pero cómo es posible? ¿Dónde? – la Sra. Empezó a alterarse
-Fue en el vuelo de anoche que se desplomo en el mar
-Pero… ¿Qué hacia ella ahí? – El padre de ella no daba crédito a lo que estaba escuchando - ¿realmente es ella? Puede ser alguien
-No sr. – Miroku intervino – Nosotros la identificamos y…es ella
Se escuchó un lamento tan fuerte que los presentes sintieron un escalofrió en su cuerpo, la madre de Aome lloraba y gritaba como si la estuvieran acuchillando. El padre de ella la abrazaba con fuerza, tratando de clamar a su esposa pero era inútil ya que el también lloraba. Al abogado le dio tanta pena que salió un momento de la casa junto con Miroku, ya que necesitaba hablar con el
-Chico, ¿tú dijiste que la identificaron?
-Así es Sr. – miro al abogado afligido – Nosotros sabíamos que ella saldría del país y anoche cuando escuchamos de la noticia salimos rumbo al aeropuerto donde nos dieron la trágica noticia
-lo que no entiendo ¿Qué es lo que hacia la señorita en ese vuelo?
-Era personal, nosotros como sus amigos sabíamos de sus razones
-¿Y realmente es ella?
-Si, en sus manos llevaba sus papeles y traía consigo un collar que le regalo un amigo - El abogado limpio su rostro con un pañuelo de verdad estaba abrumado con la noticia – Sera mejor si se encarga del funeral, en unas horas entregaran el cuerpo
-Sí. Dígale a la familia que me are cargo – Y sin decir más se fue. Miroku entro de nuevo y vio como sango trataba de consolar a la madre de Aome mientras el padre de ella hacia llamadas
La madre de ella al verlo se abalanzo sobre en busca de preguntas ya que le habían dicho que el la había identificado
-Dime que es una mentira, dime que no es ella – La madre estaba desesperada lloraba a mas no poder y eso le rompió el corazón a Miroku
-Lo siento señora pero es ella
La madre volvió a llorar más, y el padre de ella se sentó en el sofá mientras derramaba algunas lágrimas. Sango abrazaba a la Sra. Higurashi siempre había sido como una madre para ella a falta de la propia. El padre de Aome no entendía que era lo que su hija hacia en ese avión, que la motivo a hacerlo; entonces cayo en la cuenta de algo, se dio cuenta la poca atención que le daba. Estaba bien que ya era adulta pero siempre seria su hija, se reprochó por haberla dejado sola, por no estar más tiempo con ella y siempre había sido así desde que ella era pequeña, pero ahora ya no tenía hija.
La Sra. Higurashi se lamentaba por no estar con su hija, al igual que el Sr. Higurashi se reprochaba lo poco que le prestaba atención. Sango la llevo a su habitación y la recostó para que durmiera un poco, pero no lo aria, aun estando dormida el dolor la perseguiría en sus sueños. Miro la mesita de noche que estaba a un costado de su cama y tomo la fotografía de Aome cuando tenía 16 años, tan sonriente a esa edad, tan contenta de hacer entrado a la preparatoria que siempre había soñado. Abrazo la fotografía en su pecho y derramo lagrimas agrias; cuando a una mujer se le muere su esposo  se le llama viuda, cuando a una mujer se le mueren sus padres se le llama huérfana pero ¿Cómo se le llama a una mujer que ha perdido a su hijo? No tiene nombre…
La funeraria llego a la casa de los Higurashi con el cuerpo de Aome, el abogado se había encargado de prepararlo todo. Al momento de bajar la caja, la madre de Aome se derrumbó, no podía creer lo que estaba viendo, no lo soportaba. El padre de ella no daba crédito a los que sus ojos veían, se suponía que los hijos lo tenían que enterrar a ellos, no ellos a sus hijos. Era tan cruel ver a su hija metida en esa caja que no le importó que los demás lo vieran y se derrumbó junto a su esposa.
La noche marchaba y cada vez más llegaban personas a darles el pésame, no escuchaban las palabras que les dedicaban de consuelo, solo estaba ellos con su dolor. Pero el padre de ella tenía dudas, dudas que solo podían ser respondidas por los amigos de ella.
Miro a Miroku y a Sango sentados en un rincón abrazados, ella lloraba y el trataba de consolarla, sabía que la chica era muy unida a su hija.
-Sr. Higurashi ¿Se le ofrece algo? – Miroku dejo de abrazar a sango para mirar al padre de Aome
-Por favor acompáñenme – Ambos lo acompañaron hasta el despacho de el donde cerró la puerta para no ser interrumpidos – los análisis que le hicieron a…Aome mostraban que ella estaba embarazada ¿es cierto?
-Si – A Sango ya no le quedaba más alternativa que responder a eso – Tenia un mes y medio
-¿y… y quien es el padre?
-Lo siento pero ella no quería que supieran eso
-Por favor, necesito saber
-No puedo, se lo prometí – La chica respondió en un susurro, no la presiono más, sabía que no respondería por más que insistiera y por qué sabía que ella le era fiel a su hija
-¿Por eso tomo ese avión? ¿Por qué estaba embarazada?
-Si – Tenia que mentirle para poder cumplir su promesa – tenía miedo de como reaccionaria y por eso decidió irse
El hombre puso sus manos sobre su cabeza ¿por ese motivo se dirigió a su muerte? ¿Por ese estúpido orgullo del que siempre le había dicho? Era un imbécil por siempre recalcarle que no le perdonaría un fallo de esa naturaleza, si hubiera sabido que esto pasaría nunca le hubiera dicho tan crueles palabras, daría todo por verla de nuevo, verla sentada en el patio y aceptarla con todo y su hijo que después de todo sería su nieto.
Sango y Miroku salieron en silencio dejando que el Sr. Higurashi descargara todo su dolor. Se dirigieron a la sala donde se encontraban velando el cuerpo de Aome, el abogado quería que fuera en la funeraria pero su madre lo pidió en su casa, donde ella siempre había pertenecido. Al llegar se dieron cuenta de la presencia de él, de Inuyasha; Sango salió en dirección en donde se encontraba con la intención de gritarle en su cara de que todo era su culpa, pero Miroku la detuvo, sabía que no sería bueno armar un escándalo.
-¿Por qué me detienes? Todo fue por culpa de el
-Tranquila, no está bien armar un escándalo aquí adentro, sígueme
Se adelantó y se acercó a Inuyasha quien derramaba unas lágrimas casi imperceptiblemente a Miroku le lleno de rabia que todavía se atreviera a ir al funeral después de todo lo que había dicho; lo tomo del brazo fuertemente y lo saco de la casa disimuladamente a lo que Inuyasha protesto
-Oye ¿Qué te pasa Miroku? – Se soltó del brazo con brusquedad. Sango no reprimió su impulso y le dio una cachetada – Sango – Grito con enojo
-¿Cómo te atreves a venir después de lo que le hiciste? – Estaba realmente enojada, el chico nunca la había visto así
-¿De que estas hablando? Y si vengo es porque era mi amiga
-Ahora si es tu amiga – comento sarcásticamente la chica - ¿Por qué no pensaste en ello antes de hacerla sufrir de esa manera?
-Ok lamento haberle dado un par de besos pero ya no tienes que armarme un escándalo por  ello
-Eres un…- Miroku la detuvo ya que era capaz de sacarle los ojos
-Inuyasha cállate, sabemos lo de la apuesta – Miroku miraba a su amigo con cólera, a pesar de que él era un mujeriego nunca se hubiera atrevido a hacer algo semejante
-¿A…apuesta? – El chico de los ojos dorados se sorprendió de lo que estaban diciendo ellos ¿cómo sabían de eso?
-Si Inuyasha, no te hagas el que no sabe – Sango lo miro con desprecio – Aome nos contó lo que habías echo ¿Cómo pudiste caer tan bajo como para hacerlo por una apuesta? Ella te amaba, te entrego su corazón y tú lo despreciaste
-Yo no…- Inuyasha estaba impactado ¿Aome lo amaba? – no…
-Y por si te lo preguntas como lo supo ella – suspiro tratando de calmarse, quería hablar claramente – Aome fue a buscarte ayer y escucho lo que le decías a Kikyo, escucho tus crueles palabras y como decías que te daba asco, como te repugnaba y que solo te acostaste con ella por una maldita apuesta, aparte de saber si era cierto todo lo que decían de ella – Sango lloraba con rabia - ¿Cómo crees que se iba a sentir después de eso? Solo la usaste y jugaste con ella ¿Cómo pudiste? – Se acercó a él y le empezó a golpear el pecho desesperada – por tu culpa ella se fue, por tu culpa, por tu maldita culpa, eres un patán
-Sango yo…-La chica se desplomo en el piso llorando trato de tocarla pero no se lo permitió
-Por eso ella tomo aquel vuelo, quería alejarse de todo, quería alejarse de ti, por lo que le hiciste, por tu culpa ella está muerta – Sango no podía levantarse por las lágrimas, Miroku la levantó mientras Inuyasha se quedaba consternado por lo que había dicho ella
-Eres un maldito – Kouga había llegado, en sus ojos se podía ver el odio que estaba sintiendo por Inuyasha.

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Buenas madrugadas,  casi no dejó mensajes en los capítulos pero quería aprovechar el espacio para hacerles unas preguntas

1 - la historia ya está por terminar  en el manuscrito que tengo ( aun faltan muchos capítulos por publicar así que no se preocupen) la cuestión es que voy a empezar a escribir otra historia,  pero que les gustaría ¿Sesshome o Inuxkag?  Tengo varias en la mente pero quisieras conplacerlas por ser las primeras en leerme

2 - ¿Hay Moonwalkers que estén leyendo esta historia?  He tenido esa duda por varios meses,  si es así las invito a que pasen al libro de one shot que tengo publicado,  les dejo un pequeño regalo,  pero si no lo eres de todas formas te invito que pases y disfrutes de las pequeñas historias

Creo que es todo así que espero y disfruten los capítulos :)

Después de la TormentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora