Octubre estaba llegando y con ello se comenzaba a sentir el frio del otoño; en las calles había grandes charcos de agua, resultado de la lluvia que había caído unos minutos atrás, pero eso no impidió que la joven de cabello castaño corriera para llegar a tiempo a la facultad donde tenía que entregar los planos que su profesor le había asignado. Sin importarle que sus manos estuvieran ocupadas por las cajas y bolsas que llevaba encima, contesto su móvil que comenzó a sonar.
- Hola...Rin... que... bueno que llames – Dijo con sinceridad la joven mientras trataba de esquivar a las personas que había en el camino
- Aome, pensé que no contestarias
- Al...ver...que eras tu...conteste – Contesto un poco agitada la chica
- ¿Qué pasa Aome, te encuentras bien? – Pregunto Rin un poco preocupada al escuchar a su amiga
- Voy...corriendo...espera – Dejo de correr para poder contestar un poco mejor – Ahora si – Comenzó a caminar de manera apresurada, pero ahora no afectaba en su voz al momento de hablar
- Pensé que estarías en la escuela a esta hora
- No, voy un poco tarde, Rin ¿Podrías revisar lo de las invitaciones? Tengo que llevar unos planos a la escuela – Preguntó en son de suplica
- Claro, no te preocupes en este momento comienzo a ver los diseños – acepto con alegría la joven
- Muchas gracias Rin, pero te llamo más de rato, de verdad necesito llegar a tiempo a la facultad
- Si, espero tu llamada
Sin decir nada más, Rin corto la llamada y Aome emprendió nuevamente la marcha. En cierta parte era un poco tonto el hecho de estar corriendo en vez de tomar un taxi, pero sería más tardado el buscar uno, además la facultad estaba a pocas calles de donde se encontraba.
Cuando llego, entro corriendo y se dirigió al aula donde se suponía que entregar todo, para su sorpresa, el profesor aun no llegaba, lo cual agradeció infinitamente. Con tranquilidad se dirigió a un asiento y espero al profesor.
[...]
Inuyasha no podía creer lo que había escuchado ¿Acaso esa era la voz de Aome? Estaba seguro de que había escuchado bien, todo era idéntico, hasta el mismo tono que hacia cuando estaba desesperada por algo. Esto tenia que ser una broma ¿Cómo era posible?
Todo el cansancio que tenía ese momento desapareció por completo, muchas preguntas comenzaban a rondar por su mente ¿Quién era aquella mujer? Solo la había visto un instante, pero eso le había bastado para que tomara una decisión apresurada y propia de él. A lo lejos aún podía ver a la joven que había captado su atención, sin importarle que tendría un compromiso y peor aún, sin conocer la ciudad donde se encontraba, comenzó a seguirla sin que la joven se diera cuenta, algo en ella le había llamado la atención (demás de lo parecido con la voz de Aome)
Para su sorpresa no tuvo que seguirla por mucho tiempo, ya que unas calles después ingreso a una universidad. Ataviada con un montón de cosas en sus manos, la chica se perdió entre los salones de aquel lugar, aún no había visto su rostro, pero identificaba muy bien la ropa que tenia puesta.
Para su suerte había varios asientos en los cuales podía esperar a que saliera la chica de aquel, pero ¿Qué aria si la tenia de frente? No lo sabía, solo quería verla, comprobar si se parecía a ella tal y como se lo había imaginado en el poco lapso que la siguió. Ahora que lo pensaba era la peor locura que había cometido en años ¿Y si la chica se daba cuenta de que la estaba siguiendo? No quería quedar como un pervertido o loco por estar detrás de ella sin conocerla o peor aún terminar en la cárcel por acoso.
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Después de la Tormenta
FanfictionAmigos y enemigos. Promesas y traiciones. Enamorarse de su mejor amigo fue su perdición ¿como aparentar a su lado? ¿como soportar que otra lo mirara de la misma forma en que lo hacia ella? Huyendo del pasado, encuentra la luz que la oscuridad había...